20 de diciembre de 2007

Nuestra frontera con el futuro

Somos un país muy confundido en un mundo inmensamente incierto. La oposición sostiene que el gobierno no tiene otros planes que no sea un desgobierno radical que venden como el socialismo siglo XXI y el chavismo sostiene que la oposición no tiene otro plan que no sea el salir del chavismo. Parecería entonces que nos encontramos entrampados como nación. O conseguimos salir de este pantano pronto o terminaremos todos mal…muy mal.
En tal sentido y sin pedir perdón por volver sobre un tema que ya he trillado bastante, de nuevo me referiré a lo del ridículo precio al cual vendemos la gasolina en nuestro país. Lo hago por cuanto estoy seguro que el poder solucionar correctamente ese problema específico, demarca la frontera entre una Venezuela con un gran futuro y un país destinado a diluirse en la nada.
En el 2007, con la venta de la gasolina por debajo de su valor y los subsidios cambiarios para la adquisición de vehículos, el Estado le habrá entregado unos 20.000 millones de dólares a quienes compran gasolina y vehículos…el 10% o más de todo el producto interno bruto.
La sociedad que se beneficia de ese regalo, "los recoge-gasolina" y que en su mayoría ni siquiera ven el problema, se rehúsa a colaborar en buscarle una solución a tal problema, argumentando que cualquier dinero entregado al gobierno será robado, malgastado o regalado a otros países, por lo que le parece mejor que quienes puedan quemen gratuitamente la gasolina.
La otra parte de la sociedad, la mucho más necesitada, tampoco protesta por cuanto el regalo de la gasolina es invisible y están demasiado ocupados haciendo su cola para que también les den su regalito, como lo puede ser un litro de leche, una curita, un techo de zinc o un trabajito.
El gobierno y que según reportes actualmente tiene hasta que importar gasolina para satisfacer la desbocada demanda local, por supuesto que quisiera aumentar los precios de la gasolina, pero no tiene la credibilidad necesaria para ello, menos tras el golpe que el ¡NO! les dio a su fama de invencibles. Para superar tal obstáculo el gobierno está actualmente diseñando un plan subrepticio para aumentar el precio de la gasolina basado en dos maniobras…lamentablemente ambas equivocadas.
La primera maniobra, explicada por ramírez de PDVSA, es lograr que los venezolanos en lugar de un tigre en el tanque pongan una bombona en la maleta y usen el gas. Para ello se necesita de unas inversiones billonarias, todo sólo para reemplazar los subsidios a la gasolina con unos subsidios al gas. Aun cuando a PDVSA, como empresa, esto le podría significar una leve mejora, usando cálculos de valor presente, tal alternativa no tiene el menor sentido para la nación.
La segunda maniobra, dicha por chávez es "Propongo que Pdvsa entregue eso a las comunas para que sean las que administren la distribución del combustible y el excedente económico se quede para el poder popular… recursos para la inversión social". De repente, si con esas "comunas" se significase las gobernaciones y los municipios, ésta podría ser una opción digna de analizar pero, al haber ya chávez desnudado su intención centralizadora con su propuesta deformadora, resulta claro que esas "comunas" solo son sus rojos rojitos no traicioneros, lo cual resulta inaceptable.
En tal sentido, si bien es necesario oponerse al plan actual del gobierno de cómo aumentar el precio de la gasolina, no debemos dejar de buscar otras alternativas ya que lograr aquello es la mejor vía tanto para reconciliar el país como para recuperar muchas décadas perdidas. Insisto, los estudiantes, de aquellos que aglutinan, podrían ser de mucha ayuda en esa tarea.
Nota: Algunos como chávez y ramírez han tratado al país con tanto irrespeto que como una pequeña y modesta sanción social, hace ya un tiempo les he retirado la mayúscula de sus nombres.

13 de diciembre de 2007

Soñando con La Concesión

El país después de tantas divisiones dolorosas no merece ser pegado con saliva sino que necesita de una pega mucho más fuerte. Los políticos buscarán la salivita que ellos consideren necesaria pero, como no soy político, me puedo dar el lujo de exponer sobre una súper-pega-loca, aun cuando les suene demasiado loca.

El indiscutible líder de las políticas públicas erradas en Venezuela es la venta de la gasolina por debajo de su valor oportunidad. En tal sentido, cualquier gobierno que no quiera enfrentar y no tenga la fuerza para solucionar lo anterior no es un gobierno que merece gobernar, mientras que cualquier gobierno que logre solucionar tal problema muy probablemente tenga la capacidad de solucionar muchos otros problemas. Es tan sencillo como eso.

¿Y cómo se puede llevar el precio de la gasolina a su correcto valor en la Venezuela dividida de hoy? Despierto no estoy muy seguro, pero soñando sueño con lo siguiente:

El país firma un contrato de diez años mediante el cual se le otorga a las universidades del país y a sus estudiantes la concesión exclusiva para vender la gasolina en Venezuela, asegurándoles el suministro de la gasolina al precio actual, gratuito. Igualmente se les entrega a ellos la administración de todas las carreteras de la nación.

Los estudiantes con el negocio de gasolina bajo el brazo buscan el financiamiento necesario para que el día que aumenten muy fuertemente el precio de la gasolina, puedan colocar sobre todas las calles de Venezuela un transporte público digno y gratuito y que cuente con sus vías exclusivas de movilización. Igualmente, como medida compensatoria transitoria, subsidiarán el costo de transporte de algunos de los productos básicos. Con el tiempo, con lo que produce la concesión, los estudiantes hasta podrán construir un tren veloz que atraviesa todo el país, así como hacer muchas otras cosas buenas.

Al final del contrato, cuando toda la ciudadanía reconoce estar mejor con la gasolina vendiéndose en un precio que refleje su valor, los estudiantes y las universidades le devuelven la concesión al gobierno. Para ese momento, ya el gobierno tiene a muchos de los actuales estudiantes en sus filas, por cuanto éstos aprendieron a gobernar como se debe gobernar.

Por supuesto que en una generación Venezuela puede duplicar el ingreso por habitante al mismo tiempo que logra una distribución más justa de tal ingreso. Lo que hace falta es sólo gobernar para el país y dejarnos de ser unos cursis y acomplejados copionetos de lo que la derecha o la izquierda ofrecen en otros países. Amigos, con nuestros estudiantes vayamos buscando a una Venezuela echada-palante, que en lugar de querer defenderse del mundo quiera aprovecharse de él, para el bien de todos.


El Universal

13 de septiembre de 2007

Supongamos

Supongamos que el gobierno de Venezuela nos hubiera entregado, a cada uno de los venezolanos, nuestro cheque anual proveniente de los fondos que sobran de los ingresos petroleros después de asegurar que PDVSA tenga suficiente con qué cubrir todos sus gastos y necesidades de inversión y que este año debería ser como unos dos mil dólares.

Supongamos entonces que al presidente de turno se le ocurra pedir que cada uno de nosotros le devolvamos unos 350 dólares para que pueda seguir subsidiando con gasolina regalada unos 3.000 dólares anuales por vehículo.

Supongamos entonces que al presidente de turno se le ocurra pedir que cada uno de nosotros le devolvamos unos 200 dólares para que pueda seguir regalándole dinero a otros países, para hacerse publicidad a su propio nombre.

Supongamos entonces que al presidente de turno se le ocurra pedir que cada uno de nosotros le devolvamos al Estado unos 100 dólares para comprar armas, como aquellos instrumentos de la muerte Kalashnikov que son entregados a algunos de nuestros vecinos, sin siquiera saber quiénes son ni mucho menos haber asegurado que estén mentalmente aptos para portar cualquier tipo de arma, así sea una china.

Supongamos entonces que al presidente de turno se le ocurra pedirnos que le devolvamos al Estado el resto de nuestro dinero, los 1.350 dólares, para hacer con esos recursos lo que se le ocurra.

Y supongamos que fuésemos hacerle caso… ¿qué diría esto de nosotros los venezolanos? ¿Que somos idiotas?

Está en los planes actuales de Venezuela producir unos 5 millones de barriles diarios de petróleo y que de obtener neto 60 dólares por barril representaría unos 4.200 dólares anuales para cada uno de los 26 millones de venezolanos.

Supongamos entonces que al presidente de turno se le ocurre introducir una propuestilla de constitución donde nos pide ratificar nuestra voluntad de entregarle todo nuestro dinero directamente al Estado, para ahorrarse la molestia de tener que pedir.

Supongamos entonces que esa propuestilla propone además que, para permitirle al presidente poder disponer de todos los fondos sin tener que pedirle permiso a nadie, se sitúe todas “las reservas internacionales de la República… bajo la administración del Presidente”.

Supongamos entonces que esa propuestilla, para facilitarle la vida al presidente para el caso que los fondos no le alcancen para sus ocurrencias, le quita la autonomía al Banco Central de Venezuela y coloca la maquinita de imprimir dinero bajo el control directo del administrador de la Hacienda Pública, o sea, él mismo.

Supongamos entonces que tras nueve años con este presidente de turno ya sabemos a ciencia cierta que él se considera a sí mismo no sólo el administrador de la Hacienda Pública sino más bien el dueño de la Hacienda Bolivariana de Venezuela.

Y supongamos entonces que fuésemos a aprobarle al ocurrente su propuestilla constitucional ¿qué diría esto de nosotros los venezolanos? ¡Exactamente! ¿Dónde nos recluyen?

Amigos, a nuestra querida Venezuela no la podemos reencontrar en la senda donde la perdimos sino que tenemos que buscarla donde queremos que llegue a encontrarse y, para ello, por favor, no le demos el gusto a quienes disfrutan, gozan y ganan con que nos odiemos.

9 de agosto de 2007

Instruyendo al presidente

Hoy, al venderse la gasolina en Venezuela en 100 bolívares el litro, siendo su valor real en el mundo el de 1.500, se subsidia su consumo con 1.400 bolívares por litro, algo así como si los compradores de gasolina estuviesen pagando su debido precio en las bombas pero un funcionario, a nombre de una "Misión Cochecito", en el acto les devolviese todo su dinero, menos una pequeña comisión.

No tiene sentido que un país, petrolero o no petrolero, con un modelo de gobierno socialista, capitalista o de cualquier naturaleza, subsidie el consumo de gasolina antes de subsidiar otras necesidades sociales tales como la educación, el servicio de salud, la construcción de viviendas y el transporte público.

Estimando un consumo de 300.000 barriles de gasolina diarios (cada barril contiene cerca de 159 litros), un subsidio de 50 centavos de dólar por litro y dividiendo entre 2.900.000 vehículos obtenemos que el subsidio de gasolina ha alcanzado un nivel verdaderamente surrealista, ubicándose en 3.000 dólares por año y vehículo.

Tal subsidio adicionado a la existencia de un subsidio cambiario para la compra de vehículos y la ausencia de opciones para el ahorro financiero que produzca un rendimiento real, también ha provocado una explosión en la compra de vehículos nuevos (importados), 400 mil al año, lo que no solamente excede la capacidad de nuestras carreteras sino que además impone una inmensa hipoteca a nuestras futuras exportaciones petroleras y, por supuesto, a nuestro medio ambiente. En tal sentido, como un ciudadano miembro de la sociedad civil, hoy instruyo al Presidente, nuestro servidor, para que de inmediato proceda a diseñar y ejecutar un plan que ubique los precios de la gasolina en Venezuela en un nivel equivalente al que puede ser obtenido por su venta en el mercado internacional. Simultáneamente le requiero que ese plan incluya las medidas que logren aminorar las incidencias más difíciles que a corto plazo puede provocarle tal ajuste a la población; por ejemplo mediante la introducción de subsidios temporales al transporte de los bienes calificados como esenciales y la inversión masiva en un sistema de transporte público digno, moderno y que aspire ser el mejor del mundo.

Por cuanto el país se encuentra polarizado y existen muchas apreciaciones subjetivas sobre la imposibilidad de lograr tan necesario ajuste en el precio de la gasolina sin que se origine un serio conflicto social, igualmente espero que el Presidente presente una oferta de diálogo sobre la materia que satisfaga al país, en su totalidad multicolor y que garantice que los ingresos adicionales obtenidos no serán desviados a sus causas unicolor o a sus regalitos de viaje.

Como una mejor alternativa aún, le sugiero que entregue a cada venezolano un "gasolina-ticket" que otorga a su portador el derecho de adquirir hasta 700 litros de gasolina por año al precio de 100 bolívares cada uno, para que así cada quien que no tenga carro o tenga otras necesidades más urgentes, pueda vender tales derechos, a quien sea, por un valor cercano a los 350 dólares.

Aten… ¡Firm…! O algo parecido, a ver si así de repente se entiende mejor.


El Universal

26 de julio de 2007

Del derrame y su tapón

Quienes compran 50 litros de gasolina en Venezuela, de esa que valiendo Bs 1.500 por litro se vende en solo 100 reciben de hugo chávez, se ese quien se dice el socialista del nuevo siglo, a nombre de su "Misión Cochecito", un cheque de Bs.70.000… tamaño asocialismo. Con razón que en sólo dos años hay 750.000 sedientos carros nuevos acudiendo a ese oasis donde se derrama la riqueza de nuestro país.

Estoy seguro que el día que logremos imponer una ley que fije como el precio mínimo de la gasolina lo que se puede obtener por ella en el mercado internacional, habremos alcanzado un importante hito en el camino de ser un mejor país. En ese sentido y perdonen el abuso, esta semana seguiré insistiendo sobre el que como nación necesitamos y merecemos vender la gasolina a Bs 1.500 por litro.

Mis recientes artículos sobre el tema publicados en El Universal fueron debatidos en Noticiero Digital y la mayoría de las objeciones fueron de naturaleza económica… "Señor Kurowski a usted se la ha olvidado los efectos que pueda tener ello sobre el costo del transporte público" y las políticas… "Señor Kurowski usted está loco o conspirando, el país no aguantaría tal aumento y explotaría".

Por supuesto que no me he "olvidado" de los efectos secundarios de un aumento de la gasolina, algunos de los cuales pueden ser inteligentemente neutralizados y con respecto a las dificultades políticas más bien las visualizo como una tremenda oportunidad para solucionar mucho más que lo de la gasolina. Permítame explicar.

Si la juventud y la oposición de verdad ponen el dedo en la llaga sobre lo "asocial" que representa el regalar la gasolina, sin que siquiera se deje registro del costo de ese subsidio y al mismo tiempo las realidades de PDVSA obligan buscar disminuir el consumo nacional, sin duda que el chávez estará muy presionado a que se aumente su precio. Pero, como resulta que ese quien aspira tener un liderazgo mundial e invierte fortunas de nuestro dinero en promocionarlo, hoy carece del suficiente liderazgo en su propio país, el problema político antes que nuestro, es suyo.

A mí no me toca negociar y hasta puede ser que no sirvo para ello pero como un ciudadano que acepta que se debe aumentar la gasolina y al mismo tiempo está muy renuente a darle a chávez más recursos, estoy seguro que existen soluciones.

Por ejemplo que se aumente la gasolina a Bs 1.500; que PDVSA se quede con lo necesario para cubrir sus costos directos, por ejemplo Bs 300 y que el saldo de Bs 1.200 por litro sea depositado íntegramente en una cuenta "Tapón" (para parar el derrame) en un banco privado de confianza (hay pocos) manteniendo el saldo y todos los movimientos de esa cuenta a la vista de los venezolanos.

La movilización de la cuenta "Tapón" estaría inicialmente a cargo de una comisión integrada por personas conocedoras de problemas de transporte y nombradas de mutuo acuerdo oposición, ni-ni y gobierno. La Tapón pudiese por ejemplo compensar un cierto porcentaje, decreciente en el tiempo, de toda factura de transporte asociada a los productos de consumo masivo. Solo para que tengan una idea de la capacidad económica de la Tapón, ella podría despachar a los municipios más de 200 autobuses de 100.000 dólares cada uno, cada día y aun cuando el consumo de gasolina baje bastante.

Por supuesto, ese día que de nuevo tengamos una Asamblea legítima se legislaría de manera más permanente sobre el uso de la cuenta Tapón aun cuando el principio fundamental debe ser que esos son recursos de los ciudadanos y que deberían ser devueltos a los ciudadanos antes de permitir que los gobiernos le pongan la mano a ese mango bajito.

De nuevo, no me opongo a dar subsidios con el propósito de lograr una meta social, pero jamás me oirán aceptar un subsidio equivalente al 10% del PIB sólo para que la gasolina sea barata, mucho menos en un país petrolero en donde está en nuestro interés nacional el que ese recurso no renovable siempre sea valioso.

Por favor, no le demos el gusto a quienes disfrutan, gozan y ganan con que nos odiemos.


El Universal

19 de julio de 2007

Gasolina a Bs. 1.500 el litro

(Es lo que necesita y lo que merece el país)

La semana pasada en "Un desquicio lo de la gasolina" les comentaba sobre la absoluta locura que significaba que en un país como el nuestro se llegase a vender 750.000 vehículos nuevos en solo dos años, entre otros, como resultado del hecho que regalamos la gasolina a un precio irrisorio.

Por supuesto que me inundaron el correo electrónico y un foro en el Noticiero Digital con mensajes del tipo: ¿Preferiría usted que esa gasolina se vendiera a precios del mercado internacional? ¿Para que estos sinvergüenzas tengan más que malgastar? ¿Esta usted loco?

Amigos, con mas de 30 años de experiencia profesional por toda Venezuela, desde cosechando arroz en Calabozo hasta desarrollando planes estratégicos para la banca venezolana; pasando por la industria, hospitales, turismo, agua, finanzas, electricidad y muchos otros sectores; trabajando para empresas pequeñas, medianas, grandes, nacionales y multinacionales; en el rol de empresario, consultor, director, gerente; siendo un economista graduado en Suecia; graduado de Master con honores en el IESA en 1974; que desde 1997 he publicado mas de 500 artículos en la prensa nacional; que por circunstancias de la vida me toco ser director ejecutivo en el Banco Mundial entre el 2002 y el 2004… no tengo problema alguno con invertir toda mi reputación profesional asegurándoles que en Venezuela todos estaríamos mejor si la gasolina se vendiera a Bs. 1.500 por litro, que es lo que nos pagarían internacionalmente por ella.

Lo anterior lo sostengo por una muy larga lista de consideraciones, entre las cuales hoy destaco:

1. La capacidad de robo y la mala administración del gobierno no tiene nada que ver con el precio de la gasolina, ya que lo que no cobran vía la gasolina lo cobran vía la inflación.

2. Ningún desarrollo económico puede verse beneficiado por ocultar los valores reales de un activo tan fundamental para Venezuela como es el petróleo. Si el gobierno lo desea, que cobre el precio completo y luego entregue un subsidio directo a los compradores de gasolina. Hoy como mínimo deberíamos programar los surtidores para que entreguen un recibo que indique el valor del subsidio pagado.
3. La injusticia social que se comete al darle este subsidio que puede equivaler al 10% del PIB solo a los que tienen carro, es algo monstruoso y jamás puede reflejar una sociedad con aspiraciones de ser justa.
4. De ubicarse la gasolina en su precio correcto, por encima de los Bs.1.500 por litro, los dueños de esa franquicia de sinvergüenzuras llamada revolución no podrían regalarle tan fácil esa gasolina a otros países.

5. Lo que necesitamos es tener el mejor transporte público del mundo que permita al venezolano y al turista recorrer todo el país con mucha comodidad.

¿Que con eso chávez se fortalece…? Será, pero no parecería que la gasolina barata le haya significado un motor muy necesario para consolidar los maleficios. ¿Que si chávez aumenta la gasolina se cae…? Será, pero a mí me parece que si "sus" pobres se dan cuenta que en su "Misión cochecito" hoy regala 70.000 bolívares por cada 50 litro, también podría caerse. Además, si cae chávez, le auguro pocas probabilidades de éxito al gobierno que le siga, si no quiere rectificar esta locura.

La oscuridad se combate mejor con la luz.

10 de julio de 2007

El desquicio... los precios de la gasolina




Activismo juvenil
Con cuarenta años y cuarenta kilos menos, yo andaría entre tantas otras cosas, haciendo lo siguiente en Venezuela:

1. Entregando en las gasolineras, a quienes en silencio cómplice reciben la gasolina regalada, un recibo que diga:
Estimado conductor del vehículo placa _____
Acaba Usted de recibir, de parte de quien dice ser su comandante, un regalo en efectivo equivalente a __$ (60 cts. de dólar por litro llenado). Por cuanto este dinero no lo reciben quienes no tienen vehículo, que le sirva de recordatorio que usted igualmente participa en el reparto del botín.
Atentamente, los estudiantes.

2. Entregar a los jueces una carta que diga.
Estimado Señor Juez.
Sirva la siguiente para notificarle que nosotros Los Estudiantes y para todos los fines legales consiguientes hemos registrado que hoy Usted acaba de sentenciar a Fulano de Tal a _ días de cárcel aún estando Usted plenamente consciente que las condiciones de esa cárcel expone al sentenciado a la violación de sus derechos humanos.
Atentamente los estudiantes

3. Enviando a todos los medios de información la siguiente carta.

Estimado Editor.
Una de las razones por las cuales nuestros gobiernos no quedan responsabilizados cuando desperdician la renta petrolera es que la ciudadanía carece de información veraz y oportuna sobre el monto de dicha renta.
A tal fin respetuosamente le solicitamos que el medio que Usted dirige diariamente informe sobre cuanto representa esa renta en términos de dólares por mes, para cada uno de los venezolanos. Para el cálculo deberán utilizar el precio de barril para ese día y hacer la suposición que la gasolina vendida en el país tuviese un precio similar al que pueda obtenerse por ella de venderse en el exterior.
Dudamos que haya tareas de información de igual urgencia.
Atentamente los estudiantes

25 de junio de 2007

Hablando con los jóvenes sobre nuestro petróleo

Una conversada de tu a tu entre quienes somos los dueños del petroleo venezolano, aún cuando no nos comportamos como dueños



Un mensaje a los jovenes ...el precio de la gasolina

14 de junio de 2007

Cuestionamiento mata obediencia

Muchos le hablan al joven sobre la importancia que desarrolle un criterio individual sólo como argumento para venderle lo que ellos consideran debe ser el único consenso colectivo. En estas últimas semanas nuestros jóvenes parecen estar enviando el mensaje que ya están hartos de tantas respuestas… cuando las preguntas claramente son otras. Durante las últimas décadas y como consecuencia del ritmo endiablado de lo que aún sin entender llamamos globalización, han surgido una serie de preguntas que difícilmente pueden ser respondidas, ni con un discurso neo-moderno, ni por supuesto con esos lenguajes prehistóricos zamoranos.
Por supuesto que las voces jóvenes que hoy se oyen en las calles de Venezuela tienen un destinatario directo, el presidente de la república, al cual simplemente le están diciendo que tras un periodo de prueba, por el tiempo de una media generación, como baquiano global simplemente no sirve. Pero no vayan ustedes a creer que con un yéndose chávez, en su debido tiempo (ver nota) y reabriéndose una RCTV, ellos se quedarán tranquilos… amárrense, de repente los cambios que solicitarán serán mucho más impactantes, con lo cual ni remotamente me refiero a golpes, suaves o duros.
De la misma manera que China e India ya intuyen que simplemente no hay espacio suficiente para en términos económicos poder crecer hasta llegar a ser otro Estados Unidos u otra Europa, ni siquiera si éstos desaparecen, nuestros jóvenes andan intuyendo que el sistema actual (y nuestra generación con él) está tan desnudo y fuera de onda como puede estar.
Sé que hay quienes consideraron que los jóvenes deberían haberse quedado más tiempo en la Asamblea… hasta debatiendo, pero les confieso que para mí cada minuto que estuvieron ahí fue un verdadero suplicio, ya que si los 167 sentados que se encuentran ahí ni siquiera se representan a sí mismos, cómo esperan poder representar al país que viene. El otro suplicio mío, al cual no le puedo hacer nada, es el de no contar con cuarenta años menos y poder estar entre todos ellos debatiendo ideas de tú a tú.
No obstante, metiéndome donde puedo, debo y quiero, entre las revueltas que esperaría que los jóvenes armen se encuentra por supuesto aquella de castigar el uso de los carros y usar el dinero que se puede obtener de no vender la gasolina a un precio menor que el agua, para construir el más maravilloso sistema de transporte público jamás visto, preparando así al país para el futuro de sus hijos, de una manera mejor de lo que nuestra generación fue capaz. El segundo frente sería iniciar el proceso de quitarle al gobierno los ingresos petroleros y entregarlos a la ciudadanía para algún día lograr que los políticos trabajen para quienes les pagan los impuestos, en lugar de gozarse los recursos del pueblo. Jóvenes, tal como el Padre Ugalde, con ustedes grito ¡Libertad! 
Nota. Con la cadena donde chávez insultó a buena parte de la juventud venezolana, otra contundente prueba de su autoritarismo, como mínimo perdió el derecho al uso de la mayúscula.
Por favor no le demos el gusto a quienes disfrutan, gozan y ganan con que nos odiemos

17 de mayo de 2007

Una Junta Ciudadana para PDVSA

Aún con el petróleo a 100 dólares el barril, PDVSA entrara en crisis, por cuanto ya debe haber traspasado ese momento cuando los intereses por ocultar superan los intereses por divulgar y se revientan los últimos amarres éticos y gerenciales. De repente veremos escenas que nos recordaran al Caracazo, cuando cargaban sobre el hombro un cuarto de res. ¿De que como lo se? De la misma manera como el gobierno y sus devotos lo saben, leyendo el libro El Estado Fallido escrito por Noam Chomsky, ese autor que Chávez recomendó en su discurso de las Naciones Unidas. 
Chomsky define a los Estados Fallidos como aquellos que no logran proteger a sus ciudadanos de la violencia, que se consideran a si mismos fuera del alcance de las leyes domésticas e internacionales y que sufren un déficit democrático y lo que implica que cumplen con algunas de las formalidades de la democracia pero no con la sustancia. ¿Necesito explicar más? No lo creo. 
Dado lo poco logrado con el petróleo durante los últimos 100 años, el cual hasta nos ha hecho daño manteniendo en el poder a autócratas y financiando sus arrogantes ocurrencias, hay quienes sostienen que estaríamos mejor si PDVSA quiebra, perdemos nuestro petróleo y podemos asi al fin comenzar hacer vida normal como país. 
Otros, ante la posibilidad que nuestro petróleo pase a manos distintas, prefieren que se quede en el subsuelo, por lo menos hasta el momento en que como país nos hayamos ganado el derecho de extraerlo y para que así rinda los frutos que las generaciones venideras tienen el derecho esperar. ¡Que suerte la de Noruega que consiguió su petróleo, ya viejo e institucionalmente desarrollado! 
Ahora bien, el hecho es que si no nos pre-ocupamos a tiempo, la verdad es que nos exponemos al riesgo de que se nos arrebate hasta nuestro derecho para poder decidir que hacer con nuestro petróleo. En tal sentido le rogamos a quienes conocen del día a día de la industria, en su esencia operativa, que preparen una lista de nombres y direcciones de candidatos para que puedan integrar una junta interventora ciudadana, para cuando inicie el Gran Deslave. Quienes pueden sentirse como elegibles deben ir preparando los planes de emergencia. 
La Junta Ciudadana de PDVSA debe ser cuidadosamente elegida para que en ella se sientan representadas todas las corrientes políticas del país y lo mejor sería evitar integrarla con quienes ya han tenido una actuación pública en el sector. Digo esto por cuanto al ser todo lo relativo a PDVSA algo muy delicado, en la operación, para que el enfermo sobreviva, necesitamos evitar tumultos y forcejeos. Por supuesto que para la defensa de nuestro petróleo se necesita de contactar y sumar, desde ya, todas las buenas intenciones que sufriendo mucho o poco siguen haciendo vida en PDVSA. 
De la misma manera se podrán necesitar de Juntas Ciudadanas para otras áreas críticas como por ejemplo el de las deudas públicas. Ahí, igualito, aún cuando hay quienes están tan hartos que hasta lo puedan preferir, debemos evitar que nos rematen al mejor postor. En estos menesteres no es cuestión de gobierno u oposición, es cuestión de venezolanas y venezolanos.

3 de mayo de 2007

180 dolares por mes

614.790 es ahora el salario mínimo mensual, lo que equivale aproximadamente a unos 280 dólares a la tasa oficial y quizás a unos 180 a tasas de realidades de por ahí. El anuncio constituye otro de esos miles de momentos oportunos para recordar que la venta de unos 3 millones de barriles diarios a 52 dólares netos de costo significa 180 dólares mensuales, no solo para los afortunados que por lo menos tienen acceso a un salario mínimo sino que para cada uno de los 26 millones de venezolanos. El que tengamos que vivir una vergüenza nacional de expectativas no alcanzadas, se debe exclusivamente al hecho que los ingresos que recibimos por la liquidación de nuestro petróleo no son ingresos del pueblo sino ingresos del desperdiciador de turno.

Olvídense de buscar un líder si todo líder que encontremos luego lo vamos a enloquecer dándole la chequera petrolera y con la cual pasará, en menos de lo que canta un gallo, de considerarse de un elegido nuestro para servirnos, a simplemente ser un elegido.

Si deseamos persistir en esta locura colectiva nuestra de creer que vamos a estar mejor entregándole lo que se recibe por el petróleo al presidente de turno, o dejándonoslo quitar por el dictador de turno, que administrándolo nosotros mismos, es mejor que en lugar de una elección utilicemos una lotería, donde dejamos en manos de Dios decidir, ya que así por lo menos podemos diluir con algo nuestra culpa y nuestras desilusiones.

Por más que lo pienso más estoy seguro que estamos locos. ¿Qué broma es esa de elegir cada cinco o ahora seis años a una persona para entregarle todo el ingreso petrolero solo para luego tener que chuparle las medias al neoarrogante de turno para que nos devuelva algo de lo que era nuestro para comenzar?

Si uno quiere que un maestro de obras haga unos arreglos en la casa, pues se le da un adelanto y se le paga en la medida que vaya entregando sus obras. Entregarle al maestro de obra toda la casa como anticipo, para luego sin que entregue obras tener que rogarle que por lo menos nos deje vivir arrinconaditos ahí entre los escombros, no puede ser otra cosa que locura.

Ya oigo a quienes se rasgan las vestiduras sobre la posibilidad que se le entregue algo de esos ingresos que obtenemos liquidando el petróleo para siempre, directamente a los venezolanos gritar: "¡No, se lo beben en caña!". Pues estoy absolutamente seguro que cada uno de mis veinte y seis millones de compatriotas están en mucha mejor capacidad de darle un mejor uso a sus 180 dólares mensuales, a que un "elegido" lo logre con los cuatro mil seiscientos ochenta millones de dólares mensuales que eso equivale.

Si el gobierno necesita luego cobrar cuatro mil seiscientos ochenta millones de dólares en impuestos, pues eso es ya otra cosa, pero en tal caso ya por lo menos queda claro quién trabaja para quién.

Uno de los 4.292.466 ciudadanos del país sombra.
(Insolentemente el CNE aún no termina por contarnos)

Publicado en El Universal 3 de Mayo de 2007

8 de febrero de 2007

Por un buen gobierno sombra

¡Mis padres fueron a visitar el futuro de mi país y todo lo que me trajeron fue éste litro de gasolina ta-barata-dame-dos! ¡La gasolina barata es la madre de todos los consuelos de tontos! ¡Venezuela es una empresa cervecera que solo paga sus dividendos en cerveza, solo a quienes gustan de cerveza! 
Un oposicionista declaró la semana pasada, en esta misma página, "Me opongo a regalar gasolina a gobernantes chulos que buscan vivir de nuestras riquezas" y aun cuando en eso tiene toda la razón, tampoco debería olvidarse que los consumidores venezolanos de gasolina igualito, por casi un siglo ya, nos hemos chuleado la gasolina a costa de los ciudadanos que no la consumen. 
El vender la gasolina por debajo de su valor mercado pertenece a una de esas desastrosas políticas públicas de las que sin duda se puede decir que si el liderazgo anterior hubiere tenido el coraje y la honestidad intelectual de corregir, de seguro que no estaríamos en éstas. 
Que con esa medida el gobierno se hace de más recursos para despilfarrar, por supuesto y el despilfarro debe ser criticado, ahora quizás hasta con más fuerza, ya que bien quisiéramos ver al gobierno venezolano regalando gasolina en el exterior si su precio doméstico fuese más de 4.000 bolívares por litro, como por ejemplo lo es en Noruega, otro país petrolero. 
Otro argumento en contra del aumento de los precios de la gasolina y que brota de nuestro surrealismo oposicionista, es el relativo a su impacto inflacionario. Sin duda que los índices aumentarán, pero ello no tiene un ápice que ver con el causar una inflación sino simplemente con el ajustarse a la que ya se ha causado. Hay dos inflaciones. La primera, la mala, es la inflación por demanda, la que se produce por el exceso de bolívares que existe relativo tanto a los pocos bienes y servicios ofertados como a la ausencia de esa confianza que produce ahorros e inversiones. En este sentido un aumento de la gasolina podría hasta funcionar como una esponja que absorbe la liquidez que de otra manera se traduciría en una mayor inflación de otros rubros. La segunda inflación, la buena, o por lo menos la necesaria, la de costos, es la que se produce cuando los precios se ajustan a las realidades. 
A nadie le puede convenir que un recurso como la gasolina se venda por debajo de su valor y sostenerlo simplemente implica complicidad en el engaño. Valoricemos a nuestra gasolina como ese recurso vital que es y no sigamos vendiéndola despectivamente a precio de agua, sucia… y ese ruego no tiene nada de nada que ver con el ser gobierno o el ser oposición, sino simplemente con el ser un buen venezolano. 
Ahora bien, como ese buen gobierno sombra que debemos ser la oposición, exijamos que el gobierno devuelva directamente a los ciudadanos hasta el último centavo que obtendrá del aumento de la gasolina, ya que los venezolanos sabrán mucho mejor qué hacer con esos recursos, así sea solo para comprar gasolina o cerveza… a sus precios correctos.

25 de enero de 2007

Un aumento correcto

Hugo Chávez. ¿Por qué le vemos tanto titubeo para aumentar el precio de la gasolina, cuando las razones para hacerlo son tan correctas? Por supuesto que vender la gasolina por debajo de su precio de realización no es una de esas políticas que a usted le gustaría tildar como funesto neoliberalismo, pero permítame informarle que el transferir, como de hecho se hace con los precios actuales, un 10% del PDB de los que no tienen nada de nada a los que simplemente usan gasolina, está aún mucho más lejos de ser una política socialista, de cualquier siglo y cualquier denominación. 
Además, no hay nada tan importante para un país como aprender a valorizar y respetar los recursos que la Providencia le asignó, lo cual jamás se logra entregando esos recursos a unos precios despectivos. Así que, déjese de estatizar la Electricidad de Caracas, algo que no le conviene por cuanto sólo servirá para embarrarnos a todos en la decadencia de otro servicio público y, en su lugar, use la ley habilitante para realmente solucionar de una vez por todas el problema de los precios internos de los combustibles. 
Todos entendemos que el hecho de que la oposición tuviese tantas fuerzas para lograr que 4.3 millones de ellos atravesasen los obstáculos y votasen en contra suya lo debe tener muy nervioso. Ahora bien, si usted está aumentando los precios de la gasolina, no para corregir lo que es una injusticia social, una aberración económica y un crimen ambiental, sino para hacerse de más recursos para los "suyos", ahí sí que no le auguro éxito alguno ya que el resentimiento del pueblo será muy grande y con ello sólo logrará aumentar el precio que a usted le cobran sus mercenarios para mantenerle su "apoyo". 
En tal sentido le sugiero que promulgue una ley que obligue a su gobierno a aumentar los precios de la gasolina sobre un periodo de tiempo hasta que lleguen a su precio de realización internacional y que, una vez logrado ese nivel, se prohíba venderlo a un precio inferior. Mientras se introducen tales ajustes, se debe devolver a los consumidores hasta el último bolívar de los ingresos generados por encima del costo de producción de la gasolina vía la reducción del IVA y así nadie tendrá porque quejarse. 
Y, por favor, no se confunda, esto no se trata de un apoyo, ¡no!... sólo que jamás he creído que la vía de librarnos de un mal gobierno como el suyo pase por el no buscar siempre hacerle el bien a la nación… y que además sigo pensando en qué hacer con el país mañana, sin usted.