23 de febrero de 2012

¡Aristocracia roja-rojita temblad!

"Más nunca burgueses gobernarán Venezuela" oíamos al Luis XIV criollo del siglo XXI azuzar a su aristocracia roja-rojita. Con su L'état c'est moi, "El Estado soy yo", él es sin duda un claro representante del Estado absolutista. 
Y justamente de eso se trata. Estamos ante un conflicto abierto entre nosotros los burgos, quienes nos caracterizamos por no ser señores feudales ni siervos; y los aristócratas del petro-feudo con su subyugado campesinado. 
Como siempre, el que más sufre es el campesinado, ése que hoy incluye al campesinado urbano. Mientras más desee incorporarse a la burguesía exitosa más necesitan los señores feudales mantenerlo mísero y dependiente. 
Ahora bien cuando un burgués finalmente gana las elecciones presidenciales, como ocurrirá en Octubre, necesitamos se siga comportándose como un buen burgués. Hay que ver lo difícil que resulta eso. 
Cada vez que elegimos un presidente, más o menos burgués, éste, a cuenta de ese monstruoso error histórico de permitirle ponerle la mano a nuestras resultas petroleras, termina sintiéndose y actuando como un cacique dueño y señor de su feudo petrolero... un feudo que se diferencia de los tradicionales sólo en cuanto a que el poder no se deriva de lo que produce las tierras sino de lo que se extrae de ellas. 
Y el poder de ese Petro-Feudo es inmenso. La voz de la oposición burguesa generalmente se pierde en el ruido ensordecedor de las alabanzas de quienes con increíble desfachatez, se doblan en reverencias ante quienes puedan lanzarles algunos petro-dólares disfrazados de bolívares. 
Así que, para lograr una Venezuela repleta de burgueses, es indispensable acabar con el Petro-Feudo. Y eso sólo se logra asegurando que las resultas petroleras pasen primero por las manos de los ciudadanos antes de llegarle al Estado. Eso significa hacer de los ciudadanos los sembradores de las resultas petroleras y limitar al Estado a financiar sus actividades con parte de lo cosechado por los burgueses. 
Mientras logramos lo anterior busquemos por lo menos exponer a la burla social a quienes se desvivan en chuparle las medias al cacique de turno, por ejemplo con una lista de las 100 alabanzas más ridículas. Por supuesto que es de nuestro interés vital hacer lo mismo, desde temprano, con respecto a las alabanzas a quien se encuentre posicionado en cola de ser el próximo cacique. 
A tal fin necesitamos de un jurado compuesto por burgueses hasta los tuétanos, y de una metodología que nos permita escoger en el tsunami de alabanzas. No sólo se trata de la ridiculez de la alabanza, pero también de la importancia de quien la emite. Por ejemplo, un pequeño campesino necesitado de una medicina para su hijo enfermo, jamás debería estar en la lista, no importa lo sublimemente ridículo que pueda ser su alabanza, mientras que un profesor del IESA que diga estar seguro de la capacidad de un cacique y de su ministro de finanzas para manejar nuestras resultas petroleras, cuando éstas sean abundantes, podría fácilmente llegar a encabezarla. 
Al ser la burla social una de las armas más importantes en el arsenal de la burguesía pacífica, les invito alimentar con sus propuestas las listas de las alabanzas ridículas. Las armas que no se usan se oxidan. 
Y mientras: Con ustedes, los nobles de la aristocracia roja-rojita, por ahora, atrévanse a abrir el Registro Electoral al escrutinio de nosotros los burgueses. No sean tan cobardes, no mordemos. 
Un burgués.
Caracas, El Universal

16 de febrero de 2012

¡Más variedad para la unidad!

Ahora la oposición tiene un solo muy buen candidato. Tres millones de venezolanos fueron a retratarse en unas primarias que tenían un objetivo final claramente contrario al cacique de turno. Sin duda esa cifra supera amplísimamente al número de quienes estarían dispuestos a retratarse con el actual cacique de turno, en una primaria similar, de no sustentar éste el poder. La voluntad política real del país cambio. 
Ahora la responsabilidad de todos es la de ensanchar las bases de la unidad mucho más allá del 50% más un voto necesario para ganar en octubre. Eso no se logra minimizando las diferencias en la Unidad, sino demostrando que la oposición permite y mantiene un variado debate, en el cual las voces pequeñas también son escuchadas. 
En estas primarias, como había anunciado, deposité un quinto de mi voto en cada uno de los candidatos, y luego voté el quintico que salió sorteado... así que no tengo rollo con ninguno de ellos... aún cuando, de cierta manera, igual tengo un rollo con todos ellos. 
Lo digo por cuanto las próximas elecciones no deberían tratarse de que un grupo de venezolanos le gane a otro grupo, sino que todos, en conjunto, logremos derrotar a ese Petro-Estado que obviamente no funciona y que ha hecho de nosotros sus pobladores, unos pobres infantilizados pedigüeños. 
Y lo digo por cuanto eso no sólo tiene que ver con quien gane la presidencia. Cuando el Estado concentra una mayoría de recursos, el poblado no es capaz de ser país, aún teniendo gobiernos pulcros que se rehúsen a comprar conciencias... por cuanto la oferta de conciencias será excesiva. 
Desde la cuna hasta el originar la factura de la funeraria, consciente o inconscientemente, nosotros, los pobladores de esta tierra conocida como Venezuela, no hacemos otra cosa que contorsionarnos de mil maneras, para obtener algo o preferiblemente más de nuestra cuota parte de las resultas petroleras. Si se nos pagase esas cuotas partes el primer nano-segundo del mes, entonces todos tendríamos el resto del mes disponible para una vida y un trabajo normal. 
Desde 1974 el Petro-Estado nos ha prometido producir una inmensa cosecha con la siembra de nuestras resultas petroleras pero, igual como los invasores de fincas hacen parrillas con las vaquillas y se las comen, el Estado se las ha comido y defecado. Para mantener en jaque a sus defraudados, de vez en cuando nos lanza unos huesitos, por vías de gasolina regalada, cupos Cadivi, o misiones. ¡Ya basta! 
María Corina Machado esbozo algo de un "Capitalismo Popular", pero que no quedó dibujado con suficiente claridad... por cuanto es imposible que algo así pueda convivir con un Capitalismo de Estado, y el cuál, por definición, es antipopular. MCM, al no tener ya la responsabilidad directa sobre la batalla de octubre 2012, quizás pueda dedicarle más tiempo a esta guerra decisiva y vital. 
Por cierto, por enésima vez, no busco un reparto de acciones de Pdvsa. ¡NO! No quiero nada que ver con crear una situación que pueda dividir el país de nuestros nietos, entre los herederos de quienes compraron más acciones de Pdvsa y de quienes por ganas o simple necesidad las vendieron. 
Igualmente hay que ir preparando el terreno que permita gobernar y corregir, por lo cual, por ejemplo Pablo Medina, podría cumplir un importante papel explicándole al poblado sobre cómo el cacique de turno gasta muchísimo más de nuestras resultas petroleras en la "Misión Gasolina Regalada" de lo que gasta en todas las demás misiones juntas.

2 de febrero de 2012

¿Miami o La Habana?

Cuando vemos niñitos venezolanos armados con rifles, sentados frente a un mural con un Cristo armado, y se nos pasa por la cabeza que quizás sea mejor que los niños se queden con las armas y no las devuelvan a sus maestros cargados de resentimientos, odios y locuras... es difícil ignorar que nuestro poblado se nos está desbarrancando... por la mismas vías de una Cuba, o de otra similar tragedia primitivista. 
Pero cuando leemos noticias de La Habana sobre como un restaurante "nacionalizado" ha sido recuperado, restaurado y reabierto por el nieto del dueño original; y otro restaurante, El Chaplin, es manejado con espíritu emprendedor por un excanciller de Cuba y expresidente del ala juvenil del Partido Comunista... igualmente se nos pasa por la cabeza, un ojalá fuésemos por lo menos en la misma dirección que la Cuba actual 
Desde siempre, como radical del medio, como extremista del centro y ante nada como venezolano, he sostenido: "Ni Miami ni La Habana... ¡Caracas!". 
No obstante hay momentos donde hay que saber responder: ¿Si llegada una hora de las chiquitas, con quién debería estar Venezuela... con una Miami de Bush u Obama, o con La Habana de Fidel? ¿Si llegada la hora de tener que enviar un hijo al extranjero, de por siempre... a una Miami de Bush u Obama o a La Habana de Fidel? 
Y estoy convencido que la inmensa mayoría de los venezolanos responderían "¡Miami, ni loco pa' La Habana!"; por lo cual el cacique de turno, con su discurso tipo bocazas en pro de la Habana de Fidel y en contra de Miami, o sea, silbando en la oscuridad para insuflarse de valor, no representa el país. Ya quisiera verlo atreverse hacer el referéndum ... "¿Jóvenes, dentro de 40 años, en qué espejo se quieren ver, en un Estados Unidos de Bush u Obama, o en una Cuba de Fidel?".
Una de las principales razones por las cuales los pobladores perdonan al protagonista principal del gobierno hecho reality show, es por cuanto están convencidos que Estados Unidos, el día de mañana, no se lo habrá tomado tan a pecho como para tomar represalias en contra de un pueblo que en esencia sabe ser muy mayamero. Si así no lo creyesen... ¡Ay mamá! 
Parte de la fortaleza de la mentira cubana surge del mito de siempre encontrarse esperando un hombre nuevo. En Venezuela, no pasa lo mismo... aquí el hombre nuevo viene, y rapidito se va. En elecciones todos los candidatos se dicen hombres nuevos, para después de las elecciones argumentar, con caritas tan lavadas, que lo que pasa es que aún no les han llegado. 
Lo digo por cuanto no entiendo cómo candidatos puedan, o mentir tan descaradamente, o creer tan descaradamente, en que ellos ahora si saben como administrarle las resultas petroleras al pueblo venezolano, para que el pueblo venezolano se crezca, aún sin llegar el pueblo a saber cómo administrar sus propias resultas petroleras. 
¿Cuánta diferencia puede haber entre una y otra propuesta política en un país donde más del 95 por ciento del ingreso por exportaciones la recibe el cacique? Sólo la diferencia que puede haber entre un mejor y un peor gobierno comunista. 
PS.-1 El cacique de turno nos debe la lista Kalashnikovs. ¿Dónde está cada una de los 100.000? 
PS.-2 Debo expresar una gran satisfacción por la llegada del oro a Venezuela, por lo menos lo que llegó se salvó, por los momentos. Donde ése oro se encontraba podría fácilmente desaparecer, en un santiamén, con solo un cheque. ¿Y ahora qué esperan para repatriar el resto del oro... y el petróleo?