26 de diciembre de 2013

Acabemos con los falsos San Nicoláses

Si de una manera u otra se regala petróleo a otros países, o mediante la política cambiaria se abarata artificialmente las ofertas agrícolas, industriales y turísticas de otros que compiten con las nuestras, se está cometiendo injusticias con la familia venezolana, las cuales deben acabar.
Pero, si en Venezuela se está favoreciendo a unos ciudadanos más que a otros, por ejemplo al regalar gasolina, o al entregar dólares ganga a los que hacen turismo en el exterior, o dólares ganga para la compra de whisky de tantos años que sólo algunos la pueden comprar, se está cometiendo injusticias dentro de la familia venezolana... y eso es peor. Así que, oposición, aun cuando quiero tanto la gimnasia como la magnesia, por favor, no me confundan la gimnasia con la magnesia.
Qué diría un niño si alguien entrase en su clóset, le sacase un juguete, y luego se le apareciese vestido de San Nicolás, diciéndole... "si te has portado bien"... (sea eso habiéndose vestido de azul, rojo o amarillo, de acuerdo a los requerimientos de turno), "aquí te traigo un regalo"... y procede a entregarle su mismo juguete.
Y qué diríamos de ese niñito, cuando a sabiendas que ese juguete ya antes era de él, aún así pone su rodilla en tierra y exclama "Gracias San Nicolás... qué grande es Usted". Por supuesto diríamos que da lástima. Cualquier observador externo, objetivo, igualmente concluiría que todos somos unos idiotas, al entregarles a unos San Nicoláses falsos, más del 97 por ciento de todas las exportaciones del país, las que nos fueron entregadas por la providencia, para que esos decidan cuánto y cómo nos las quieren devolver.
¿Y cómo quedaríamos ante el mundo, ese que ya de por sí no es muy cuerdo, si como es el caso los San Nicolaseros le devuelven a los venezolanos, solo una partecita de sus juguetes?
Imagínense si Disney decide hacer un nuevo Monster Inc, donde en lugar de buscar capturar la energía presente en los gritos de niños asustados, deciden capturar toda la energía gastada por los venezolanos buscando recapturar lo que les sea posible de sus propias resultas petroleras. De repente ahí habría tanta energía que, por lo menos en Venezuela, ya no tendríamos ni necesidad de gasolina.
¿Cuántos de los alcaldes presentes y no presentes en la reciente reunioncita en Miraflores, son alcaldes que operan como si cada uno de los bolívares recibidos por su alcaldía son bolívares de los ciudadanos, y que deben ser administrados acordemente? ¿Pocos eh?
Al San Nicolasero mayor de turno, Nicolás Maduro, así como a todos los gobernadores, alcaldes y demás petrócratas, conviene recordarles lo que dice Proverbios 24:15: "Como nubes y vientos sin lluvia, así es el hombre que se jacta de falsa liberalidad (o en otra versión), quien presume de regalos que no ha hecho".
Amigos, aprovechemos estos días para pensar sobre la maravilla de no tener que mendigarle más a unos falsos San Nicoláses nuestras propias resultas petroleras. Lo digo para así un día podamos vivir en una nación y no tener que seguir rumiando todos dentro del negocio de otros.
Rogando por un feliz y pacífico desenlace de nuestra tragedia nacional, les deseo a todos unas Felices Navidades y un Próspero Año Nuevo.
PS. En un país donde se cometen las injusticias descritas, y tantas más, y además se imprime monstruosos excedentes de bolívares sin importarles la inflación que eso produce, valdría la pena preguntar... ¿Acaso la fuga de capitales no es una obligación moral... para con el país ?

19 de diciembre de 2013

¿Qué hacer? ¡El extremismo del centro!

Si los que saben algo en cada lado no conversan entre sí, le están dejando la conversación a los que no saben nada, o a los que no quieren saber nada de nada con nadie, muy especialmente con los del lado contrario.
Si aspiramos un país gobernado por el 90%, a favor del 100%, tenemos que evitar gobiernos en los cuales cualquier 5% extremo gobierne al país, 90% en favor propio y 10% a favor de quienes ellos necesitan.
¿Cómo favorecemos la posibilidad de que el 90% del país se sienta incluido y razonablemente representado por el gobierno?
Antes que nada, si nadie tuviese la posibilidad de ponerle las manos al poder que emana de una chequera que acumula todas nuestras resultas petroleras, poder con el cual se podría hacer tanto bien, pero con la cual frecuentemente se hace tanto mal, un 45% del país le temería muchísimo menos al chavismo, y otro 45% le temería muchísimo menos a la oposición.
Y ya conocen que considero que una repartición no condicionada de las resultas petroleras entre los ciudadanos venezolanos, es la pega que nos pueda unir... poseyendo además la cualidad de no impedir el desarrollo de cualquier otra opción ideológica que a nuestra diversidad de país pueda ocurrírsele.
Por supuesto que socialistas-no comunistas que buscan la igualdad de oportunidades para los pobres, deben estar de acuerdo en que se entregue las resultas petroleras a todos los ciudadanos, sin discriminar...y por supuesto que quienes creen en el mercado, deben estar de acuerdo en que lo mejor es cuando los ciudadanos son libres para tomar sus propias decisiones, sobre qué hacer con sus resultas.
Así que hagamos un esfuerzo para eliminar el principal obstáculo al abrazo nacional. Tranquilos, de todas maneras nos quedarán miles de causas por lo cual pelearnos, si eso es lo que necesitamos para oxigenarnos.
Igualmente, como un radical del medio, o como un extremista del centro, permítame repetir mi protesta en contra los absurdos precios de la gasolina en Venezuela... llevo más de una década en eso. 
Saquemos una cuenta pulpera: 600.000 barriles por día - a 160 litros de gasolina por barril - por US$ 0.50 que sería el precio aproximado al cual se podría vender internacionalmente- por 365 días y por sólo 10 años da.... ¡175.200 millones de dólares!... de regalo a los que compran gasolina.
"¡Tronco de revolución bolivariana! ¡Les debería dar vergüenza!" Y la oposición igualmente permaneció callada... "¡Tronco de oposición! ¡Les debería dar vergüenza!".
Así que por supuesto estoy de acuerdo con que se elimine ese crimen económico de lesa humanidad que significa regalar la gasolina, pero no por ello debo aceptar que aquello se haga sólo para permitirles a los caciques de turno, seguir haciendo lo que les venga en gana.
Ese aumento debe formar parte de un amplio acuerdo de gobernabilidad. Una oposición centrada que aspire a representar al 90%, debe declarar estar muy de acuerdo con el aumento, pero exigiendo con firmeza varias condiciones. Entre las que asome la semana pasada en "¡A las gasolineras! están, sin ser todas:
Que los nuevos ingresos sean para recoger la liquidez que alimenta la inflación, y que no se escondan, vía presupuestos paralelos, en oscuras cuevas como el Fonden.
Que no se le retrase a ninguna entidad lo que le corresponde por situado constitucional.
Que sea permitido reportar sobre cualquier tasa de cambio del bolívar, para así permitir que la economía pueda, dentro de su irracionalidad, operar con mayor racionalidad.

12 de diciembre de 2013

¡A las gasolineras!

La semana pasada, en "Expropiación Express del Bolívar", les escribí sobre ese torpedo de excesiva inyección monetaria que el Banco Central de Venezuela le disparo a Venezuela, alcanzando la economía por debajo de su línea de flotación. Va a costar mucho recuperarse de tal vandalismo.
Pero, independientemente de quien haya causado el daño, es el país entero que sufre, en especial los pobres y la clase media; por lo que la oposición tiene la obligación de ayudar. Sé que hay muchos opositores animados con la idea de que ese torpedo igualmente alcanzo la revolución bolivariana. No obstante les aseguro que no existen intereses políticos válidos que puedan justificar retrasar brindar una ayuda... responsable.
Y por supuesto, una de las medidas más efectivas, para disminuir la presión que los demasiados bolívares para los pocos dólares que hay ejercen sobre el mercado cambiario, es recoger esa liquidez aumentando el precio de la gasolina.
Y de hecho, ya el lunes, antes que la tinta electoral hubiese desaparecido del dedo, el Gobierno anuncio que se "analizará junto con el pueblo tal posibilidad", habiéndola por supuesto negado vehemente, antes del 8D. Según Jorge Arreaza "hay que dar grandes debates" sobre el tema.
Sí, en cada una de las gasolineras, y en cada una de las aulas del país, bienvenido sea ese gran debate sobre lo perverso de una política pública que regala gasolina.
Que se explique bien cómo, valuando la gasolina al precio por el cual se pudiese haber vendido en el mercado internacional, en esa sola asocial misión, se regaló un valor mayor al usado en todas las misiones sociales juntas.
Que se explique bien por qué, en enero 2007, Chávez le anunciaba al país que la gasolina se vendía "a un precio grosero", y la impostergable necesidad de aumentar el precio de la gasolina, para luego postergar ese aumento otros 7 años.
Y sí, que la oposición, la que hoy representa más del 50% de la población venezolana, apruebe un fuerte aumento en el precio de la gasolina... eso sí, estableciendo condiciones, entre las cuales para comenzar se me ocurre:
Que Pdvsa use cada céntimo obtenido para repagar el 100% de su deuda con el BCV.
Que no se le retrase a ninguna entidad un céntimo de lo que le corresponde por situado constitucional.
Que el Gobierno suspenda de inmediato la compra de amigos, vendiendo el petróleo en condiciones blandas a otros países.
Que los nuevos ingresos se reflejen en el presupuesto nacional y no desaparezcan vía ingresos extraordinarios en presupuestos paralelos.
Que el Gobierno le abra a la oposición los libros del Fonden y de sus demás cuevas.
Que sea permitido reportar sobre cualquiera tasa de cambio para así permitir que la economía pueda, dentro de su irracionalidad, operar con mayor racionalidad.
Que en nombre de una mínima decencia nacional se le imponga ciertos límites a los amoríos del Gobierno con Cuba.
¿RCTV?
PS. Pocos días antes de las elecciones aparecieron algunos artículos argumentando lo mentalmente pobres, que eran todos aquellos venezolanos que no teniendo otra formas de expresar su oposición al régimen que votando, vienen haciendo de tripas corazón, vez tras vez tras vez, en consecuente solidaridad, unos con otros.
Se decía algo como "Mira yo sí que no como cuentos... yo sí sé analizar... yo sí que no pierdo mi tiempo... yo sí que no voto...yo, brillante yo, yo sí que me quedo esperando un Art.350".
Pobrecitos, hay que ver lo acomplejados que hay que estar para caer en ese tipo de echonería intelectual.

28 de noviembre de 2013

Periodistas todos, ayúdennos a preguntar

Ya sabemos que Nicolás Maduro es inubicable en el espectro político... y por cuanto la "revolución" no se atreve adelantarnos otra alternativa, mientras, para por lo menos saber dónde se encuentran ubicados los posibles candidatos de la oposición, entre otros el adelantado, me gustaría que todos ellos respondiesen las siguientes preguntas.
¿Considera Usted que es moral y justo que a algunos hijos de Venezuela les toque más que a otros de las resultas petroleras que la providencia, por alguna extraña razón, les legó?
¿Cómo cree Usted que podamos lograr que las resultas petroleras, las que les fueron legadas a todos los hijos de Venezuela, en lugar de dividirlos, los unan?
¿Considera Usted que sea inmoral e injusto que mediante endeudamientos, basados en comprometer yacimientos de hidrocarburos que según el art. 12 de la Constitución son inalienables e imprescriptibles, los venezolanos de hoy, se apropien de las resultas petroleras de los venezolanos del mañana?
¿Considera Usted que el Estado puede administrar las resultas petroleras mejor para la gran mayoría de los venezolanos, que la gran mayoría de los venezolanos podrían lograr administrando cada quien su cuota parte de éstas?
¿Considera Usted que sea lógico que el Estado reparta resultas petroleras regalando gasolina en lugar de entregar a los ciudadanos la capacidad de adquirir con el valor de la gasolina lo que más cada quien necesite?
De acuerdo a como respondan tales preguntas sabremos si los candidatos de verdad están del lado de nosotros, los ciudadanos, o si simplemente son otros de la tribu de quítate-tu-pa-ponerme-yo.
Martin Luther King Jr. sostenía que: "La libertad nunca es dada voluntariamente por el opresor, debe ser exigida por el oprimido". Y asimismo nosotros nunca seremos libres mientras nuestros gobernantes mantengan sobre nuestras cabezas, el poder de decidir qué hacer con nuestras resultas petroleras. ¿Queremos la libertad? Pues nos toca arrancarles esa chequera... a como dé lugar.
Periodistas amigos, ayuden. A todo candidato que se le pase por el frente, hágale las preguntas.
Y, por favor, no dejen que ésos se escapen con su salida favorita de siempre... ésa de que primero el pueblo necesita educación. Las resultas petroleras no son peces a ser entregados, son las cañas de pescar con las cuales los ciudadanos puedan aprender a valerse por sí mismos... y por lo menos no tener que perder tiempo llevando manzanitas y voticos de regalos, implorando humillados favorcillos de los caciquillos de turno.
Además, no hay educación que le permite a un cacique con sus ayudantes poder manejar más del 97 por ciento de todos los ingresos de exportación de un país, sin desfigurarle en grotesca mueca a su economía y su democracia.
Ahora bien, si ven a alguno de los ejecutivos de la revolución rojo rojita, y tienen la oportunidad, pregúntele por qué durante la última década, al 50 por ciento más pobre de Venezuela, sólo le entregaron el 10 por ciento o menos de las resultas petroleras del país... de esas de las cuales ya no les queda nada... puesto que todo el oro que tiene el BCV proviene del periodo pre-Quinta.
PS. Dra. Luisa Ortega, fiscal general... ¿Cuándo detiene a quienes desataron la guerra contra el bolívar imprimiendo demasiados de estos? Sabemos que durante una guerra es bastante común el imprimir muchos billetes del enemigo que buscan diluir su valor... pero, por favor, no nos venga ahora con el cuento de que el Imperio imprimió bolívares fuertes falsos.

21 de noviembre de 2013

La economía al paredón

Hacen cualquier cosa para aferrarse al poder capturado. A corto plazo muchos venezolanos tendrán que revender ropa y enseres, en mercados de pulgas, sólo para poder comer. A sabiendas de los sufrimientos que se está causando, muy especialmente a los más débiles, para no maldecir los culpables, no me queda más remedio que decirles que me producen una mezcla de rabia con profunda tristeza... Y ahí dejo eso para retornar al debate sobre el mañana.
Es inmoral, injusto y falto de compasión, el que a algunos hijos de Venezuela les toque más que a otros de las resultas petroleras que la providencia les legó.
Es inmoral, injusto y estúpido que las resultas petroleras que fueron legadas a todos los hijos de Venezuela, en lugar de unirlos, los dividan.
Es inmoral e injusto que a través de ilícitos endeudamientos, los venezolanos del hoy se apropien de las resultas petroleras, de los hijos de la Venezuela del mañana. Y digo "ilícito" por cuanto el art. 12 de la Constitución establece: "Los yacimientos de hidrocarburos existentes en el territorio nacional, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles"... lo que debe significar que no se pueden emitir promesas de pago basadas en petróleo que aún no ha sido extraído.
Es inmoral e injusto que el Estado, con infinita arrogancia, se arroga el derecho de sembrarles a los venezolanos su petróleo. En esencia, le irrespeta el derecho de los hijos de Venezuela, como dice la canción, a "correr el riesgo de levantarse y seguir cayendo"... para así aprender.
La actual dizque revolución, la que se da golpe de pechos por preocuparse por los pobres, en los últimos 14 años le debe haber entregado algo menos del 10% de las resultas petroleras a la mitad más pobre de Venezuela, habiéndole entregado a la otra mitad de Venezuela, y a otros que no son hijos de Venezuela, algo más que el 90%.
En la semana en un debate se preguntó ¿cuál es la insistencia en aumentar el precio de la gasolina? La respuesta que adelanté fue: "El día que los pobres sin carro, bajen con sus pailas a llenarlas con gasolina regalada, para que la gasolina se acabe y para que entonces puedan cambiar un litro de gasolina por un litro de leche... ese día se sabrá, algo tarde, el porqué hay que aumentar el precio de la gasolina".
Igualmente en la semana, en otras circunstancias, y ante la indignación sobre la vaciada de anaqueles, no encontré otra cosa que decir y tuitear que: "La verdad es que todo venezolano debería tener el derecho a poseer su propia empresa de maletín, con la cual acudir a Cadivi y exigir comprar unos 100 a 200 dólares mensuales a Bs. 6.30 por dólar. Si así fuese, hoy no estaríamos pasando vergüenza ante el mundo, y ante nuestros descendientes.
Leímos a Rafael Ramírez declarar que se han vendido "6 millardos de dólares en viajes en lo que va de 2013"... de repente eso hasta no incluye los pasajes. De ser cierto, eso evidencia demencia gubernamental. Tanta que no quedaría más que rogar que muchos de esos dólares vendidos, vía algún raspadito, hayan retornado para alimentar el mercado paralelo, y no se perdieron íntegros en restaurantes y hoteles del exterior.
¿Y esos dementes son los que no nos entregan las resultas petroleras dizque por cuanto saben mejor cómo sembrarlas? ¡No me jurunguen!
Por favor, ciudadanos o comuneros, alejémonos del fascismo o del comunismo, y repartámonos por igual las resultas petroleras, para que ningún hijo venezolano sienta que un hermano, le deba un céntimo de ese legado.
PS. Creyentes en las guarimbas… ¿Que tranca más la circulación, carros llenos de gasolina o carros sin gasolina?

8 de noviembre de 2013

"6 Millardos de dólares viajeros en lo que va de 2013"... es una absoluta demencia gubernamental


Rafael Ramirez menciona “6 millardos de dólares en viajes en lo que va de 2013”… y no sabemos si eso incluye los pasajes.

Eso es sencillamente una insolente demencia por parte del gobierno

Dios quiera que mucho de esos dólares retornaron, vía algún raspadito, y no se perdieron íntegros en restaurantes y hoteles del exterior.

¿Y esa es la gentuza que no le entrega las resultas petroleras a los venezolanos, dizque por cuanto saben mejor cómo sembrarla? No me….

Francamente, aquí solo es el gobierno, regalando los dólares y la gasolina de todos, el que saquea a Venezuela.

Francamente, aqui los anaqueles más vacios, son aquellos que contenian los dólares de nuestras resultas petroleras.

En lugar de acudir a Daca porque no van 28 millones de venezolanos a Cadivi y piden comprar unos $100 mensuales de sus resultas petroleras 6.30 Bs?

Porque no van 5mm de pobres, compra unos litros de gasolina regalada, y cuando esta acaba, lo cambian por litros de leche? http://t.co/bYMUHoJyCG


7 de noviembre de 2013

La lotería de las resultas petroleras

Estoy cien por ciento seguro que de repartirse las resultas petroleras entre los ciudadanos, y así acabar con una fascistoide concentración de poder, nuestro país, en lugar de ser un vulgar negocio de otros, llegaría al fin a poder ser nación.
Lamentablemente, la posibilidad para cada ciudadano de poder llegar a tener, por ejemplo, un ingreso de 150 a 250 dólares mensuales, no tiene ni remotamente la fuerza motivadora que para la clase política tiene la posibilidad de hacerse el administrador de todas tales resultas, y de así alzarse, con intención o sin intención, legal o ilegalmente, en dinero o en favores, para uno mismo o para sus afiliados, con un millón de dólares... o mucho más.
Igual me recuerdo haber leído que en la China existía la costumbre de, en lugar de las familias repartir el dinero entre muchos, buscar repartir los ahorros de tal manera de asegurar que, así fuesen solo algunos pocos de ellos, estos tuviesen los suficientes recursos como para emprender una importante actividad mercantil.
Y por lo que se me ocurre... que quizás lo que deberíamos hacer, es efectuar un sorteo de las resultas petroleras entre todos los venezolanos, con premios de 1 millón de dólares a cada uno de los favorecidos.
Si le ofrecemos al pueblo la posibilidad de ganarse, en una lotería no trampeada, un millón de dólares, puede que esté más dispuesto a pelear de verdad por su cuota parte de las resultas petroleras.
¿Y cuántos premios ganadores de un millón puede haber? Pues eso depende de cuán bien Pdvsa, con el apoyo de la OPEP, hagan su trabajo.
Y, amigos, no les miento cuando les aseguro que sería hasta capaz de, en nombre propio y en nombre de todos mis herederos, renunciar a que se nos entregue tickets a nuestra familia de esa lotería. Lo digo en el pleno convencimiento de que aún así, mis nietos y bisnietos (y mis hijas y yo) estaríamos mejor viviendo en un país con sus resultas petroleras más desconcentradas, que viviendo en un país de corruptos reyezuelos, cortesanos y eunucos, apoyados por un iliterato y muy necesitado pueblo.
¿Y el Estado?... que se cobre un 15 por ciento de impuestos a las ganancias de esta lotería nacional.
¡Pero, Kurowski! ¿Usted no sabe que la gente normalmente administra mal lo que se ganan en loterías? Sí, lo sé, pero algunos lo harán bien, y de seguro mucho mejor que lo que han hecho esos que, en loterías bastante trampeadas, se han ganado el acceso al poder, desde que en julio 1914, reventó Zumaque I.
Amigos, el petróleo no se produce, se extrae y no es renovable. Hagamos una honesta auditoría sobre cuánto capital del que nos entregó la providencia hemos sacado de las entrañas del país durante 100 años, para llevar a Venezuela adonde ha llegado, básicamente a un llegadero. Es que nos debería dar vergüenza no rectificar.

31 de octubre de 2013

Escapémonos de nuestro manicomio

Sin duda que somos más cuerdos que los locos que nos cuidan... puesto que eso de insultar al pueblo diciéndole que su suprema felicidad se encuentra en manos del Estado, no es otra cosa que algo de locos de amarrar.
Lo único que nos puede permitir escapar de nuestro gran manicomio nacional, sin que al ratito nos recapturen, es distribuir las resultas petroleras directamente a los ciudadanos. El seguir concentrando tanto poder gratificador, en tan pocas manos, solo permite cambios de guardia dentro del manicomio... y ya sabemos bien cómo un exceso de poder desquicia a nuestros guardias.
En la revista Foreign Affairs de septiembre/octubre 2013, aparece un artículo escrito por Larry Diamond y Jack Mosbacher titulado "Petróleo para la gente". En ese artículo, para que algunos países africanos en los cuales recientemente se ha descubierto petróleo puedan salvarse de la maldición petrolera, se sugiere lo que por años he venido predicando aquí en El Universal.
Dice que cuando "ingresos no ganados", como las resultas petroleras, sustituye a los impuestos como la principal fuente de ingresos del Gobierno, el contrato social entre la población y su gobierno, se desvanece.
Dice que cuando las resultas petroleras son controladas por el Gobierno se atenta contra el emerger de una clase media empresarial, y se infla el poder del Estado con respecto al de la sociedad civil.
Dice que el argumento de que los pobres no entienden tan bien como los burócratas cuáles son sus mayores necesidades, es solo un interesado mito paternalístico.
Dice que estudios han determinado que los países africanos ricos en recursos naturales se han convertido, marcadamente, en países mucho más corruptos que sus vecinos pobres en recursos naturales.
Dice que la peor equivocación que los nuevos productores africanos podrían cometer, la que algunos de ellos ya están cometiendo, es asumir que sus países son diferentes; y que con un buen liderazgo, un mejor gobierno, o unas mejoras incrementales en sus sistemas legales, puedan librarse de la maldición petrolera.
Dice que la única esperanza que tienen, es la de distribuir una considerable porción de las resultas petroleras, como ingresos gravables, a todos los ciudadanos por igual.
Dice que debido a recientes avances en tecnología de identificación, tales como las que usan huellas digitales y reconocimiento de retinas, hoy es técnicamente factible una eficiente y segura distribución de las resultas petroleras.
Dice que algunos de los líderes democráticamente electos podrían decidir convertirse en héroes públicos, nacionales e internacionales, renunciando a ejercer el poderío de las resultas petroleras, instaurando la distribución directa de estas a los ciudadanos.
Dice que es posible que algunos de los países africanos logren derrumbar los obstáculos existentes e implementen la distribución directa a los ciudadanos de las resultas petroleras.
Todos nuestros líderes políticos han sido testigos vivientes del despilfarro de las bonanzas petroleras en Venezuela. El seguir prometiendo un "el conmigo eso no pasará" solo puede ser el resultado de un ego enfermo desbordado, o de una asquerosa mentira.
Los líderes en la Venezuela actual, tienen la responsabilidad de asegurar que el día de mañana, los venezolanos todos, estemos en tan buenas o mejores condiciones, que los afrodescendientes de los países africanos que hayan decidido librarse del yugo petrolero, por la vía de confiar más en ciudadanos que en gobiernos.

24 de octubre de 2013

Gestando gobiernos respetuosos

Un gobierno con una chequera repleta con abundantes resultas petroleras, no será jamás un gobierno suficientemente respetuoso del ciudadano, siempre se inclinará a ser un gobierno abusador.
La semana pasada, en "Gestando patria", presenté una propuesta de traspasarle a los ciudadanos las resultas petroleras, para que sean ellos los sembradores. El primer año se comenzaría con un 10%, aumentándolo anualmente en ese mismo porcentaje, hasta llegar al 100%.
Aun cuando el apoyo a la idea fue entusiasta, "¡Pidamos referendo ya!", en mi bandeja electrónica entraron algunas angustias del tipo "¿Y entonces qué pagará mis sueldos como funcionario público? ¿Y los gastos del Estado?". Hoy viene la contrapartida que busca responder esas preguntas.
De la cuota parte de las resultas petroleras que le corresponde a cada ciudadano, propongo que se imponga un impuesto, el primer año del 1.5% y que luego anualmente se incremente en ese mismo porcentaje, hasta llegar al 15%. Ese sólo hecho de que el Estado reciba, de cada uno de los ciudadanos, hasta del más pobre de ellos, un pago de impuestos, ayudará, Dios quiera, a estimular el respeto que debe mostrarles los gobernantes a todos los ciudadanos.
Y tales ingresos del Estado serán distribuidos de acuerdo al situado constitucional.
¿Serán suficientes tales ingresos? ¡Pues tendrán que serlo! Los gobiernos tendrán 10 años para acomodarse a la nueva realidad de que el sembrador no son ellos sino los ciudadanos. De requerir el Estado de otros ingresos, que propongan otros impuestos, por cuanto a nuestras resultas petroleras, el referido 15% será para siempre el máximo... aún en casos de guerra... por si acaso. 
Aprovecho para aclarar que con "resultas petroleras" me refiero a todos esos ingresos líquidos y disponibles de vender, al mejor precio posible el petróleo extraído, después de haber efectuado los apartados necesarios para mantener o incrementar la capacidad de extracción y de refinación básica. 
¿Y quién decide el monto de la disponibilidad? Una "Junta petrolera ciudadana", que propongo tenga cinco miembros, elegidos por los ciudadanos, de una lista de candidatos presentados por las universidades autónomas, la asamblea y los gobernadores.
Y para que los gobiernos no nos jueguen quiquirigüique y se cobren por otras vías del petróleo extraído, o sea de la liquidación para siempre de ese recurso natural no renovable que nos cedió la Providencia, se eliminará y quedarán prohibidos, absolutamente todos los impuestos que graven la actividad de extracción y refinación básica del petróleo.
¿Necesitaremos de una Constituyente para esto? ¡Seguro! ¡Bien se lo merece! Estamos hablando de la declaración de independencia del ciudadano del poder omnipotente del Estado; y lo cual es justamente para lo que se redacta constituciones.
Cuando me referí a entregarle las resultas a los venezolanos hijos de padres venezolanos por nacimiento se me sugirió: "Deberías haber incluido o de padres nacidos en Venezuela y/o de padre o madre nacionalizado y casado con venezolana(o)". Tiene razón, puede que así termine, pero le contesté: "No me quise incluir. Estaría más que feliz con que mi padre, ya fallecido, que Dios lo tenga en su Santa Gloria, sepa que en 1946, no se equivocó al elegir a Venezuela, país que tanto amó, para sus hijos y su descendencia". Y estoy seguro que ese sentimiento lo comparten la gran mayoría de descendientes de inmigrantes.
¡Gestemos patria! ¡Gestemos gobiernos respetuosos!

17 de octubre de 2013

Gestando patria

¿Puede haber patria sin compatriotas que se respeten y confíen entre sí? ¡No! En otras palabras, es posible que en toda nuestra historia, Venezuela jamás haya estado tan alejada de ser la patria de alguien como lo está hoy.
"Quítense ustedes aspirantes a caciques de turno, y pongámonos todos a sembrar, cada quien, su cuota de resultas petroleras"... Esa es la única manera de gestar una nación y una patria, en un país con las características de Venezuela con sus valiosos recursos naturales.
¿Cómo lograrlo? Por supuesto tiene que ser de una manera que se sienta realizable, dentro de un plazo que motive la acción. Esa continuamente repetida mantra del "primero necesitamos de tres generaciones de educación", no solo suena demasiado a maestros solicitando enchufes, sino además paraliza. Todos sabemos, intuitivamente, que para sembrar bien las resultas petroleras, no hay otra manera que la de aprender haciendo.
Y les apuesto, 100 a 1, que los ciudadanos venezolanos aprenderían muchísimo más rápido darle un buen uso a sus propias resultas petroleras, que los caciques a las resultas petroleras de todos los venezolanos. ¡Páguenme! Ya tenemos suficientes evidencias de que gané tal apuesta. Basta con la gasolina regalada, y los dólares dizque regalados.
Hoy les ofrezco una plataforma para gestar nuestra patria... con la esperanza de que algunos jóvenes la hagan suya y la mejoren.
El 31 de julio de 2014, a los 100 años de iniciarse la extracción comercial en Venezuela con el pozo Zumaque I, decretaremos lo que increíblemente no se ha decretado antes, en este país tan vergonzosamente malagradecido de los recursos que la providencia depositó en sus entrañas... El Día del Petróleo.

Y ese mismo día anunciamos que, en el lapso de un año, estaremos técnicamente en capacidad de operar un sistema mediante el cual podamos depositarle, el primer minuto de cada mes, a cada ciudadano venezolano, hijo de padres venezolanos por nacimiento, su cuota parte de sus resultas petroleras.
Y el 31 de julio de 2015, comenzaremos activamente a gestar patria y nación, depositando el 10 por ciento de las resultas en las cuentas de los sembradores, incrementando ese porcentaje en un 10 por ciento cada año, hasta llegar a repartir el 100 por ciento, el 31 de julio de 2025.
Y el 31 de julio de 2025, celebraríamos entonces solemnes Misas de Acción de Gracias, por haberse liberado el país de la principal fuente de corrupción material y espiritual, la excesiva concentración de recursos y poderes no sudados en el Estado y sus caciques.
Ese día habremos logrado que una patria y una nación, sustituyan lo que actualmente solo es un negocio de otros... de esos quienes solo se sirven del servicio público, o de esos quienes se sirven de manera privada del petróleo.
Esas resultas petroleras repartidas de tal manera, aceitarán los motores económicos del país, en lugar de, como hoy, enchumbarlos.
¡No más (su)misiones! ¡Gestemos patria! El petróleo, ni de un Estado ni de algunos pocos... de todos. 
PS. No soy hijo de padres venezolanos por nacimiento... ¡pero mis hijas sí!

10 de octubre de 2013

Patria abortada

En un país donde el 97% de unos fabulosos ingresos de exportación va directamente a las arcas del Estado, no puede nacer la patria de nadie, sino solo el buen negocio de algunos.
En 1943 se promulgó la Ley de Hidrocarburos que planteaba el concepto de una división de 50/50 de los beneficios entre el Gobierno y la Industria, y el 1 de enero de 1976 se nacionalizó, perdón, quise decir se estatizó, el petróleo.
¿Qué hubiese pasado en nuestro país si en cualquiera de esas fechas se hubiese decidido entregarle, a los venezolanos, en dólares, su cuota parte de las resultas petroleras?
Es difícil decir, pero de algunas cosas estoy seguro. La patria hubiese nacido, tendríamos muchos mejores ciudadanos, una economía más fuerte y muchísima más democracia.
¿Cuándo tendrá Venezuela una elite, o dirigentes políticos, que les interese más tener una patria que el tener un negocio?
¿Y de quién es la responsabilidad de hacer lo necesario, para que a una elite, o a dirigentes políticos, les interese más tener una patria que el tener un negocio? ¿Acaso no es nuestra?
¿Qué verdaderos socialistas podrían estar en contra de que a cada ciudadano se le entregue su cuota parte de las resultas petroleras del país?
¿Qué verdaderos creyentes en el mercado podrían estar en contra de que a cada ciudadano se le entregue su cuota parte de las resultas petroleras del país?
Y aún así, tal posibilidad ni siquiera la menciona y mucho menos la discute ninguno de los dos bandos. Lo cual me lleva a concluir que tanto nuestros socialistas como nuestros neoliberales, son todos de pacotilla... y miembros de la tribu quítate-tu-pa'-enchufarme-yo.
Por ejemplo a Chávez jamás se le pasó por la cabeza confiar en el ciudadano y entregarle sus resultas petroleras. Siempre era él, como el Superdotado, quien se las tenía que sembrar. Lo que les entregó fue un poco de Misiones Consuelitos y muchísima gasolina regalada.
Y si quieren sacar a relucir el intento de la tarjeta "La Negra", para lograr una distribución marginal de resultas, ese tenía poco fundamento ideológico y bastante del electoral.
¿Qué opinan? ¿Resultaría más fácil convencer a los socialistas de pacotilla a ser socialistas de verdad, y entregarle a los ciudadanos sus resultas petroleras, que convencer a los neoliberales de pacotilla a ser neoliberales de verdad, haciendo lo mismo?
La mala leche del venezolano es la de creer en la buena leche de poder conseguirse unos políticos maravillosos que, con justicia y sabiduría, nos multipliquen las resultas petroleras. Olvídense, esa modificación genética del político no es posible.
A todo aspirante a Cacique, o a Pran, preguntémosle: ¿por qué cree usted al venezolano tan inservible, y usted ser tan superior, como para considerar que pueda administrar las millones de cuota partes de resultas petroleras todas juntas, mejor que cada ciudadano la suya? ¿Por idiota, por engreído, o por ser solo otro aprochavezador?
PS. El Washington Post reportó, hasta con foto en colores del arte de Cruz Diez en Maiquetía, sobre el "turismo de divisas", o el "raspao de cupos Cadivi". Ahí citan a Juan Carlos Dugarte, prometiendo nuevos controles de parte del Saime, por cuanto "los dólares deben ser usados para alimentar la economía local y no para especular". Hágame el favor señor Dugarte, responda: ¿qué alimenta más la economía local, el gasto subsidiado del turista venezolano en el exterior, o la especulación local? Así es, lo más irregular con los cupos de Cadivi, son los cupos de Cadivi.

3 de octubre de 2013

No maduró

No sé cómo se desempeñaría Nicolás Maduro manejando un autobús sin frenos por la bajada de Tazón. De repente podría salvar unos angustiados pasajeros. Pero, para la tarea de manejar una Venezuela en caída libre, no está calificado. Eso de chillar y echarle la culpa por todo a una derecha que brilla por su ausencia, es expresión de inmadurez.
Si bien la mitad de los venezolanos llevan años preocupados y disgustados con el rumbo del país, hace poco la otra mitad por lo menos se levantaba algo confiada. Hoy la desesperación y la falta de confianza se regó por completo, y hasta parecería que algunos de la máxima dirigencia oficialista encuentran un morboso placer en que así sea.
En la semana fui a la presentación de "Cuentos desde la frontera del desarrollo", editado por el Banco Mundial. El libro versa sobre como China y otros países han logrado, con manufactura ligera, crear fuentes de trabajo y prosperidad.
Lo que el libro dice de China no incluye todo lo que habría que decir de la China, y mucho menos aún, como así también lo admiten los autores, resulta todo lo descrito aplicable a otros países.
Lo que sí me llamó la atención es cuando indica que "China, aún cuando es gobernada por un partido comunista, consistentemente sale catalogada entre los países con más alta puntuación en confianza generalizada". Y eso se dice que contrasta con la gran desconfianza que por ejemplo existía en los países comunistas de la vieja Unión Soviética; la cual atentaba contra todas las iniciativas empresariales privadas.
En China, a finales de los 70, cuando se iniciaron las reformas, igual existían muchas sospechas, dudas y desprecios entre el sector público y el privado. Hoy, y aún cuando las fronteras entre los dos sectores siguen bastante confusas, ambos sectores cooperan y reman en el mismo sentido. Según el libro eso se debe a que los incentivos de la burocracia y dirigencia comunista, se encuentran alineados con los deseos del sector privado de obtener ganancias.
¿Cómo se logró aquello? 1: Las carreras, los sueldos y el futuro de las autoridades locales todo dependen del éxito de la economía local. En China no hay ingresos petroleros que tapen errores. 2: Una reforma fiscal en 1994, y un sistema para evaluar el rendimiento político basado en el crecimiento del PIB, les dio a las autoridades locales inmensos incentivos para promover las industrias locales.
Contraste aquello con una Venezuela en donde el actual avance político con frecuencia pareciera ser más bien una función del destruir el PIB. ¿Adónde hubiese llegado en la China la actual dirigencia oficialista sobre la base del aumento del PIB no petrolero? ¡Ni a chofer de autobús! Más bien estarían presos, por sabotear los frenos del autobús.
¿Cómo traducir el éxito de la China a la Venezuela actual? Sencillo. Transfiriéndole las resultas petroleras directamente a los ciudadanos. Eso enviaría dos mensajes:
Ciudadanos: El primer minuto de cada mes reciben su cuota parte del petróleo, así que ahora defiéndanse por su propia cuenta... ya que no hay más de ese mango bajito.
Autoridades: Dependen ustedes de lo que los ciudadanos puedan y estén dispuestos a pagarles en impuestos, así que... ¡a fajarse cooperando!
PS. Al mencionar una "derecha que brilla por su ausencia", me refiero antes que nada al hecho de que en un país, donde más del 97 por ciento de las exportaciones son controladas por un cacique de turno y sus secuaces, poco importa si su cacique o secuaces sean de derecha o de izquierda.

26 de septiembre de 2013

Maduro ¡Déjese de cavar en la fosa!

"Si te encuentras en un hoyo, deja de cavar", era el muy práctico consejo que daba Will Rogers.
Lamentablemente, de ése quien sostiene que es su turno de sentirse capacitado para manejar con éxito y pulcritud, a nombre de todos los venezolanos, las resultas provenientes de la liquidación de nuestros activos petroleros, extrayéndolos o hipotecándolos, recibimos en la semana desde China, vía una red social, dos mensajes:
"Tenemos excelentes noticias para el país. Acordamos un crédito de 5 mil millones de dólares para el desarrollo." "Con este crédito financiaremos: viviendas, agricultura, transporte, industria, vialidad, electricidad, minería, salud, ciencia y tecnología".
Y como podrán observar, ese Maduro sólo sigue cavándonos más y más profundo en la fosa. Solo otro golpe a la tarjeta de crédito con monstruosos intereses y comisiones, en letras chiquitas, todo sólo para no tener que rectificar nada.
Qué lástima que no aprovechó su viaje a China para estudiar como el pranato oficial de allá, a Bo Xilai, uno de sus grandes camaradas, le dio cárcel de por vida, y le confiscaron todos sus activos, por abusar el poder, y por haber aceptado unas mordidas por unos tres milloncitos de dólares. De aplicarse tales penas en Venezuela, de seguro que liberaríamos, a cero costo de interés, fuentes financieras inmensamente mayores que el neto de esos piches 5 mil millones de dólares.
¿De cuántos Bo Xilais sufrimos en Venezuela? ¿Unos 300? Imagínense si ese código hubiese sido aplicado en Venezuela durante la última década. De repente a los quítate-tu-pa-enchufarme-yo, se les hubiese aguado algo las ganas de asumir "la gran responsabilidad" y estarían más abiertos a contemplar la entrega a los ciudadanos de sus resultas petroleras.
Además, como un sub-producto de mayores castigos, podría surgir una mayor demanda por albergues carcelarios dignos para exenchufados, y así, de repente, el país podría quizás llegar a contar con una cadena carcelaria de por lo menos dos estrellas, con menos violaciones a los derechos humanos.
E igualmente leímos que con el petróleo ya no les basta. "El Banco de Desarrollo chino también financiará, con 700 millones de dólares, la explotación conjunta con la empresa Citic, del yacimiento de oro Las Cristinas, unas de las reservas más grandes del mundo". Lo que nos hizo recordar cuando el Banco Central publicó: "Con la llegada, este lunes 30 de enero 2012, del último cargamento de oro monetario... se completa así un histórico proceso de repatriación, a través del cual se afianzan las bases de soberanía, independencia y emancipación que sirven de resguardo de los principales activos del pueblo venezolano".
Está clarísimo leyendo, en Aporrea.com, a quienes tienen o han tenido un puesto de importancia en está mazamorra llamada gobierno, o simplemente se han simpatizado con él sin haberse lucrado anormalmente y haberse diseñado un "Plan B", por cada día que pasa, aún buscando reprimir su furia, más sospechan que muchos camaradas andan abandonando el barco que naufraga, dejándolos ahí solitos, como unos insignes pagalíos expuestos a otra furia reprimida.
Repito, amigos, el día que los divididos nos solidarizamos entre nosotros, y no con el que menos nos disgusta entre quienes nos dividen, ese día Venezuela, y nosotros, tenemos chance.
Enchufados de turno y aspirantes a eso, entréguenos nuestras resultas petroleras. Voy 100% al ciudadano venezolano... ¿Y usted? ¡Arriba los presos! ¡Abajo los pranes!

19 de septiembre de 2013

Una justicia revolucionariamente torcida

Aporrea.com, un órgano súper-oficialista, presenta "un reportaje efectuado por América Televisión, sobre la actividad ilegal de los 80 mil venezolanos que en el primer semestre de 2013 han viajado al Perú, para a ejecutar la transacción del raspado de dólares... raspar sus tarjetas de crédito y al obtener los dólares, los retornan a Venezuela para venderlos a xx bolívares por dólar." (Aporrea, guapo y apoyado, sí indica una tasa cambiaria, pero mejor no meto a El Universal en problemas.)
Y Aporrea opina: "De esta forma hacen caída y mesa limpia. Después son los que se quejan de la inflación, en un recurrente círculo vicioso... Al mismo tiempo, venezolanos que hacen uso legal de las divisas obtenidas a través de Cadivi, continúan lidiando con un excesivo papeleo burocrático, en parte destinado a frenar la ilegalidad, pero en el cual pagan justos por pecadores".
En otras palabras, Aporrea opina que los que se aprovechan de los subsidios cambiarios para viajar de verdad, verdad, a Lima, París, Disney u otros lugares, son "los justos", mientras que quienes se aprovechan indebidamente de un sistema, de por sí corrupto hasta el tuétano, y se hacen de unos "siete salarios mínimos", para quizás cubrir algunas necesidades muy urgentes del hogar, son "los pecadores".
Y, además, todo como si el comerse unas papas a la Huancaína en Lima, mágicamente absorbería el exceso de bolívares impresos que causa la inflación en Venezuela.
Lo anterior evidencia que "la revolución bolivariana" perdió completamente el rumbo, si es que en algún momento, en algún segundo, lo pudo haber tenido. Francamente, los que deberían ir a cárcel, y por un buen tiempo, son los responsables de nuestro criminalmente asocial sistema cambiario.
Y como a la cárcel también deberían ir quienes por simple cobardía política, les entregan gasolina a quienes la queman en las colas o a quienes la contrabandean al exterior, por un valor superior a todos los programas sociales y misiones juntas. Qué falta de sentido de justicia social tienen estos revolucionarios de pacotilla y que antes que nada les ha tocado a los pobres de Venezuela sufrir. No solo impiden trabajar, pero además, todo lo que tocan lo distorsionan hasta más no poder...sólo dejando resentimientos y amarguras por donde pasan.
Pero igual causa tristeza que de estos crímenes asociales, y que cuando uno cuenta de éstos en el exterior, frecuentemente no te lo creen, lo califican de exageraciones oposicionistas; sobre éstos la oposición en Venezuela casi no dice ni pío.
¡No! El que desea una justicia social que no quede diluida por los aprovechavistas o los sabelotodos de turno, debe entender que las resultas petroleras hay que entregárselas directamente a los ciudadanos, para que aprendan a sembrarlas ellos mismos. Una nación se construye en base a ciudadanos, y no en base a gobiernos que trabajan con dineros no cobrados vía impuestos.
Pero para lograr eso hay que aprovechar el momento cuando más le duele al país la bofetada. Como dicen, la oportunidad la pintan calva. Y si no agarramos en estos momentos el mechón del espíritu Kaeros, apenas pase algo del dolor, será muy tarde, y nuevamente saldrán a pasear por las calles de Venezuela los vendedores de pociones mágicas. Y los venezolanos, infantilmente ilusionados, de nuevo caerán en su trampa jaula petrolera. En este país de quítate-tus-pa-ponerme-yos, y de fervientes amantes de novelas... ¡Apuéstalo!

12 de septiembre de 2013

Una clarísima línea divisoria que une

Una clarísima línea divisoria en Venezuela, es la que separa a quienes consideran que el Estado, o el Gran Gestor, debe sembrarle las resultas petroleras a los ciudadanos; y quienes sostienen que cada ciudadano debe sembrar su propia cuota parte de éstas.
El primer grupo, hoy inmensa mayoría, considera, de facto, que los ciudadanos venezolanos son unos incurables incapaces. Su sola responsabilidad civil es la de elegir a un Gran Gestor, sobre cuyos hombros recaerá la inmensa responsabilidad de hacerle el bien a todos, con recursos que no son suyos. Tal Gran Gestor puede ser de izquierda o de derecha, para estos fines, el de tener uno que manda y decide por todos, pues poco importa. Este grupo opina que el ciudadano se debe enteramente al Estado y al Gran Gestor de turno.
El segundo grupo consiste de quienes aseguran que los ciudadanos venezolanos son capaces de administrar lo suyo o, si no lo son aún, que pueden aprender hacerlo, si se les da la oportunidad. Este grupo opina que la responsabilidad del Estado y del Pequeño Gestor, se limita a apoyar a la ciudadanía, operando exclusivamente con los impuestos pagados por los ciudadanos.
¿Hoy... de qué lado se encuentra Usted? ¿De qué lado cree usted que sus nietos y bisnietos deseasen que Usted estuviese? Amigos, de nuevo, aquí mi recordatorio:
Nosotros no producimos petróleo, nosotros extraemos petróleo. Las resultas petroleras no son una "renta", provienen de una liquidación de activos.
Mientras que las resultas petroleras vayan al Estado repartidor, no pidan mayor extracción de petróleo, puesto que sólo significa pedir que le añadan más colas al látigo. Busquemos quitarle al Estado y al Gran Gestor el látigo petrolero, en lugar de andarnos buscando a quien tenga el brazo más débil para cuando nos azote.
Busquemos vivir orgullosamente haciendo de nuestro querido país una gran nación, en lugar de seguir viviendo subyugados y humillados, en un negocio de otros. Venezuela no debe ser una compañía anónima para que necesitemos un Presidente Ejecutivo. Lo que nos basta y sobra, es un gerente de condominio, razonablemente capaz.
La sola existencia de esta línea divisoria en Venezuela, constituye la principal fuente de esperanza para creer que hay un lugar donde nos podamos encontrar en paz todos los ciudadanos; los amarrillos, los azules y los rojos. Así que abajo las cadenas de la servidumbre petrolera, y a reunirnos todos en el país de los libres sembradores.
Abramos un gran debate sobre si los ciudadanos deben responsabilizarse por la siembra del petróleo. Ese debate, aun cuando no produzca los resultados que algunos tanto hoy deseamos, por lo menos le permitiría a nuestros nietos intuir que puede haber una alternativa al de ellos tener que seguir siendo borregos; como sus padres, abuelos, bisabuelos y demás ancestros...incluyendo aquí, por supuesto, por si acaso, a sus respectivas féminas.
La última década, o algo más, llevo alrededor de 150 artículos, o algunos más, escritos sobre el tema de la siembra ciudadana del petróleo. Corro el riesgo que El Universal me suspenda por monotemático, pero, francamente... ¿qué otro tema más importante puede haber en este país de desilusionados, que el de crear fe y ilusiones en la capacidad de nosotros mismos?
Políticos no nos presenten más proyectos basados en lo que el gobierno pueda hacer por el ciudadano. Necesitamos proyectos basados en lo que el ciudadano pueda hacer por sí mismo, apoyado y no impedido por su gobierno.

5 de septiembre de 2013

Los intelectuales intelectualmente deshonestos

Hay unos cuantos intelectuales, tanto de renombre nacional como mundial, opinando que si las resultas petroleras de Venezuela, o similares en otros países ricos en recursos naturales, hubiesen sido manejadas por gobiernos y caciques más capaces y más asesorados, todo estaría bien. Es asombrosa su deshonestidad intelectual.
Es imposible, cómo en el caso de Venezuela, que cuando el Estado o el cacique de turno reciben directamente el 97 por ciento de abundantes exportaciones, que una economía, o una sociedad, pueda funcionar.
Y si de repente las estrellas se encuentran espectacularmente alineadas, y las resultas caen en manos de quien pueda lograr hacerlo de regular a bien, apuéstalo, el cacique o gobierno que le ha de seguir, lo hará de mal en peor.
¿Será la posibilidad de llegar a ser uno de los elegidos para asesorar sobre el buen uso de los inmensos ingresos que surgen en una bonanza, lo que les ofusca la mente a estos intelectuales?
Y, si eso les pasa a intelectuales de categoría, imagínese a los de pacotilla.
Y, entre los intelectuales, los peores son los que incorporados en organizaciones "especializadas" promocionan la transparencia para que haya una efectiva supervisión ciudadana, y así solo logran alimentar la ilusión de que las resultas sí pueden ser bien manejadas.
Aquellos simplemente no quieren entender la cruel verdad de que a más que el ciudadano sepa cuán inmenso ese 97 por ciento de fabulosas exportaciones es, mientras las resultas sigan en poder del Estado o el cacique, más quedará subyugado.
Para lo único que serviría tal transparencia, sería para azuzar una revolución que busca permitir al ciudadano conquistar su derecho de manejar el mismo su cuota parte de las resultas, informándoles sobre de qué clase de sinvergüencerías per cápita se está hablando.
Ludwig von Mises decía: "a la larga ningún gobierno puede mantenerse en el poder si no tiene el apoyo de la opinión pública". Tiene razón, solo que von Mises quizás nunca tuvo ocasión de entender cómo un 97 por ciento de abundantes exportaciones, se apodera de una opinión pública y la subyuga.
Ludwig von Mises también decía: "las masas no conciben ideas, buenas o malas, solo pueden elegir entre las ideologías desarrolladas por los líderes intelectuales de la humanidad". Pero quizás von Mises ignoro la triste posibilidad de una jauría de intelectuales, que por pertenecer a la tribu quítate-tú-pa-ponerme-yo, adrede, consciente o inconscientemente, ignorasen la posibilidad de que los ciudadanos administren sus propias resultas petroleras.
Así que, intelectuales del mundo. ¿Qué dirían ustedes si les propongo que el 97 por ciento de las exportaciones de vuestros respectivos países ingresen directamente a las arcas del tesoro? ¿Qué estoy loco? Entonces, permítame pedirles un poco bastante más de honestidad intelectual.
Estado, cacique, aspirantes a caciques o a asesores de caciques venezolanos. Es con ustedes. No sean tan sinvergüenzas y entréguennos nuestras resultas petroleras.
Y no nos vengan con propuestas como el ponerlas en un fondo, a nombre nuestro, donde algunos expertos nos las manejaran expertamente... puesto que eso solo significa que nos siguen viendo caras de los mismitos idiotas que hasta la fecha hemos sido. Que cada ciudadano busque y elija su propio asesor de inversión. Eso forma parte de su proceso de aprendizaje.
Aprovecho para recordarles que la corrupción también se combate, efectivamente, minimizando las tentaciones.

22 de agosto de 2013

La madre de todos los referéndum revocatorios

Firmemos en la madre de todos los referéndum revocatorios… la revocatoria de la chequera con las resultas del petróleo… el epicentro del abusivo poder del Estado Petrócrata que hemos de pulverizar en mas de 26 millones de pedazos. ¡Ayudémonos todos en lograrlo!

Maduro ¿Y nuestros 100.000 dólares?

En la semana, con un soez espectáculo en la Asamblea, se dio uno de los más deprimentes hechos en nuestra vida republicana. Y no me refiero tanto a la vulgar verborrea de quien obviamente anda enfermo, sino a la falta de toda la bancada oficialista de mandarlo a callar en nombre de sus propias dignidades como diputados. Si estos son los diputados nuevos, que han de representar a los hombres “nuevos”, que Dios nos guarde.
Pero, por el otro lado, todos esos diputados nuevos, no son al fin sino como somos todos los demás, unos pobres subyugados que, como débiles seres humanos, nos callamos y nos doblegamos ante la voluntad de quien sustenta tanto poder, como el que reside en esa chequera que contiene todas nuestras resultas petroleras.
Y mis tantos esfuerzos en buscar que los de la clase media cuestionen el mal uso que se le da a nuestras resultas petroleras, y hacer que ellos exijan que éstas les sean entregadas, pueden haber resultado vanos al estrellarse contra esa mala conciencia, que debería haber, de saberse ser quienes más se beneficiaron con la gasolina regalada, los puesticos de trabajitos en la burocracia oficial, y los baratos viajecitos a Paris con dólares preferenciales. 
Y en tal sentido, a quienes verdaderamente debería llamar, a bajar de los cerros, y venirse de los campos, a reclamar SU dinero, en nombre de todos nosotros, es a los pobres de Venezuela.
Y no me refiero a que los pobres bajen y asalten al country club y sus vecindarios, algo con lo cual los políticos siempre han aterrorizado a los pudientes y a la clase media que puede ocurrir, si es que los políticos no les manejan los conflictos; sino que me refiero a que los pobres vayan a Miraflores y a Pdvsa, que son los sitios donde verdaderamente se encuentra el dinero y el poder del país.
2.500 dólares (mínimo), por ciudadano, durante los últimos 10 años, dan lugar para que una familia de cinco miembros fácilmente pueda gritar: “Maduro, en misioncitas y otras gentilezas, la revolución nos entrego un máximo de 25.000 dólares. ¿Donde están nuestros otros 100.000?”
Y que entonces Maduro les explique a esa familia cuánto de esos 100.000 dólares se fue a Cuba, cuánto a Nicaragua, cuánto a Bolivia, cuánto en gasolina regalada, cuánto en cargos burocráticos innecesarios, cuánto en viajecitos presidenciales, cuánto en dólares preferenciales para cachivaches y viajecitos al exterior, y cuánto se le fue en la podredumbre de esa corrupción que es imposible evitar cuando demasiado dinero y poder pasa por demasiado pocas manos. 
¡Suerte Nicolás Maduro! Ni con la ayuda de unos cuantos pajaritos, ni pasándote unas cuantas noches más en el Cuartel de la Montaña consultando, le podrás responder a los pobres, esa pregunta que tanto merecen que se les responda.
Dejémonos de averiguar tanto sobre la inevitable corrupción y hagamos algo verdadero al respecto. Democraticemos por completo la corrupción, y entreguémosle a cada ciudadano su cuota parte de las resultas petroleras, en efectivo, en dólares.
PS. Si hay diputados oficialistas que protestaron el tan soez incidente referido, ahí mismo, en la Asamblea, en su momento, permítamelo saber, para así excluirlos de la lista de quienes con su silencio, o hasta con sus risas, avergonzaron nuestra patria ante todo el mundo.

15 de agosto de 2013

Solo el “populismo” nos puede salvar

Con relación a mi artículo de la semana pasada "No nos merecemos nuestro país", el cual se refería al crimen económico y social que significa regalar la gasolina, en Venezuela, una lectora dejó el siguiente comentario en eluniversal.com.
"El problema Sr. Kurowski: ¿Cómo le explica usted a millones de personas que jamás en su vida han abierto un libro, o han formado parte de un aula universitaria, o han sido criados en un núcleo familiar con valores, que "Tener Patria" no equivale a recibir dadivas de un conjunto de sujetos que les importa un bledo el futuro del país? ¿Cómo les explica que les van a quitar las limosnas que les dan, para cambiárselas por un sistema digno donde quien tiene más recursos es porque ha sembrado el camino, en vez de bajar la cabeza y usar una franela roja e irse a gritar sandeces en las esquinas? ¿Cómo le cambia usted la beca de la gasolina subsidiada?
Ese comentario lo agradezco inmensamente, por cuanto me da la oportunidad de explicar que si bien es una maravilla que los ciudadanos lean libros, se eduquen en aulas universitarias y se críen en núcleos familiares con valores de primera, eso no solucionaría lo fundamental de nuestro problema como nación petrolera.
Ubiquen a los más leídos, los más educados y los de mejores valores del mundo, en un país donde el Estado reciba el 97 por ciento de cuantiosos ingresos por exportación, y más temprano que tarde, todos ellos degeneraran a ser lo que somos nosotros.
Es más, los más leídos, los más educados, y quienes más poseen un sentido de responsabilidad social, se encuentran entre los que suelen dar un paso al frente, cuando se trata de ofrecer sus servicios al Estado para administrar mejor las resultas petroleras. Sus únicos otros competidores para tales cargos, son los más vagabundos y los más ladrones. El ciudadano común no va a ese baile.
En 1963 ocurrió el histórico debate televisado sobre Venezuela y el petróleo, entre Juan Pablo Pérez Alfonso y Arturo Uslar Pietri. ¿Quieren más lectura, educación y valores? Pues ninguno de esos dos grandes intelectuales mencionó el tema sobre quien debería ser el sembrador del petróleo venezolano, dando ambos por sentado que eso era una responsabilidad natural del Estado. Y el debate sobre ese fundamental tema, sigue aún pendiente.
En tal sentido, y después de una década y cientos de artículos solicitando la distribución de las resultas petroleras, así como la eliminación de la gasolina regalada, he llegado a la conclusión que sólo un violento "populismo", uno que logre que todos reclamen su cuota parte de resultas petroleras, en efectivo, al vivo grito del "¡Denme mi dinero!", puede derrumbar ese poder excesivo del Estado que tanto obstaculiza nuestras posibilidades de ser nación y patria buena.
El "¿Dónde están los reales?" de Luis Herrera, si bien le ganó la presidencia, no tuvo significado alguno para el país, puesto que los reales siguieron en el mismísimo lugar donde siempre se pierden.
Y coloco "populismo" entre comillas, puesto que mayor populismo entraña todas esas ofertas de administrar y multiplicar maravillosamente las resultas petroleras, que el simplemente entregárselas a los ciudadanos.
En fin, el reclamar tú tu dinero de las resultas petroleras, es tú hacer patria. Así que amigos... ¡Hagamos patria ya!
PS. Leí que BCV multará y excluirá del Sicad a los "falsos viajeros". País de locos el nuestro, en el que se multa a quienes se quedan en el país y se premia a quienes viajan.

8 de agosto de 2013

No nos merecemos nuestro país

Cuando se reflexiona sobre la maravilla que merece ser nuestro país, con todo lo que Dios le ha legado, y observamos el que tenemos, francamente no es difícil llegar a la conclusión que lamentablemente nosotros, los venezolanos, no nos merecemos Venezuela.
La semana pasada escribí sobre el crimen económico y social que significa regalar la gasolina en el mercado nacional. Y por muchos de los comentarios que nuevamente recibí, sé que debo insistir en el tema.
Por ejemplo: "Es la parte que me corresponde por la renta petrolera". ¡Qué tontería! Imagínense ustedes como accionistas de una empresa cervecera y recibir todos sus dividendos en cerveza, y sin poder revenderla. A Usted le corresponde una "renta" pagadera en efectivo, y no en gasolina, eso es a menos que todos nos dediquemos, legalmente, a exportar gasolina.
La diferencia entre quien quema cuatrocientos litros de gasolina mensuales en su carro, y quien efectúa un contrabando de extracción por la misma cantidad para obtener unos doscientos dólares, es simplemente leguleya. De hecho, el que contrabandea la gasolina puede muy bien estar ejecutando una actividad económica más eficiente que el que la quema en colas, y en consecuencia cumplir una función más patriótica.
Si por falta de piso político y voluntad de liderazgo nuestros gobiernos no se atreven aumentar la gasolina, pues que por lo menos les entreguen a todos los venezolanos, por igual, unos cupones que dan derecho adquirir una cierta cantidad de gasolina anual al actual precio regalado, y luego permitan que tales cupones sean libremente negociados en Venezuela. Y los que deseen comprar gasolina sin cupones, que la paguen a su valor internacional, más un 30 por ciento.
Y hasta el Fisco haría un buen negocio. Por ejemplo (sin cupones) de venderse la gasolina en Venezuela a un precio equivalente a su valor internacional, y luego regalarle todo lo cobrado por ella a los venezolanos, para que hagan con ese dinero lo que les plazca, Pdvsa y el gobierno recibirían más recursos que hoy, al poder vender en el exterior una gasolina ahorrada a razón de un menor consumo y contrabando.
E igual me escribieron: "Gente de los estratos E y D consultados se oponen al aumento a pesar de reconocer que el precio es muy bajo... hay que tener en cuenta que aunque el subsidio beneficia más a quienes tenemos auto, también beneficia al que no lo tiene por su efecto en el transporte de personas y mercancías"... u otro ejemplo: "He tenido centenares de estudiantes que habitan en la denominada "gran Caracas", que se levantan a las 3 y media de la mañana para salir desde Guarenas, etc., y gastan mucho dinero en sistemas de transporte sumamente precarios... pasan el día trabajando, van a clases en la noche y el regreso es otro verdadero calvario... allí hay que ir con mucho cuidado para no perjudicar injustamente a grandes mayorías de gente desfavorecidas".
A lo cual sólo puedo responder: "¡Qué riñones!" Si los estratos A, B y C no entienden que su deber es explicarle a los estratos E y D cuáles son las verdaderas implicaciones de una gasolina regalada, y más bien parecen explotar el argumento de darle alguito a los pobres para ocultar el recibir tantísimo ellos, tales estratos A, B y C, simplemente demuestran no ser merecedores de su país... como tampoco Venezuela merece tenerlos.
Y ni hablar de merecerse el país quienes aprueban dólares preferenciales para visitar a otros países, en lugar de aventajar al turismo nacional.

1 de agosto de 2013

Un crimen no justifica otro crimen

De un articulista leí: "La comparación con otros países indica que los venezolanos recibimos la gasolina regalada, por lo que sería imperativo aumentar su precio. Sin embargo, no puede justificarse un aumento cuando estamos regalando petróleo y dinero a otros países. Una vez que se suspendan esas dádivas habrá que aumentar gradualmente el precio".
El argumento anterior es demasiado típico nuestro... y una de las razones por las cuales no damos pie con bola en materia de economía o de justicia social.
El hecho que un gobierno sea malvado regalando lo nuestro a extraños, algo que por cierto solo puede hacer por cuanto no le reclamamos lo nuestro, no justifica que algunos de nosotros, los que compramos gasolina, nos apoderemos de un valor que pertenece a todos. El que Paco te robe no justifica que le robes a José.
El regalar la gasolina significa también emitir señales económicas equívocas que distorsionan la asignación de recursos en la economía real, haciéndola irreal. Y eso ocurre especialmente en un país donde existen excedentes de liquidez que presionan sobre la inflación. Explico.
Todos los bolívares que a cuenta del bajo precio de la gasolina permanecen en los bolsillos de sus compradores, siguen disponibles para pagar productos deseados por quienes no compraron gasolina. El pobre, quien necesita un litro de leche, la tendrá que pagar más cara, puesto los compradores de gasolina siguen teniendo sus bolívares, para competir con él por la leche.
Cuando les relato lo de la gasolina en Venezuela a mis amigos extranjeros, socialistas y no socialistas, muchos no me lo creen. Y quienes logro convencer de que es verdad, siempre concluyen en un "pero si eso es criminal". Pues sí, es criminal, como igual de criminal es que un crimen de esa naturaleza, desde hace años, no forme parte del debate político.
Y como igual de criminal es subsidiar el turismo a países extranjeros con dólares preferenciales, mientras que el turismo nacional es castigado con la inseguridad y con políticas que tienen más que ver con satisfacer los egos de ministros, que con necesidades de la industria. El turismo, justamente por ser una de las actividades que mayor significancia económica podría tener en Venezuela, es una de la que más sufre por más atraer la atención de metiches burócratas de tercera categoría.
Otro articulista, después de analizar el endeudamiento del país, la inflación, la falta de inversión extranjera y lo de "La revolución de la lutita amenaza a los países exportadores de petróleo con extracción tradicional", refleja otro de nuestros típicos mareos intelectuales al concluir: "o volvemos al paradigma de la apertura petrolera o no habrá nada que hacer con el inconmensurable crudo pesado que descansa bajo el subsuelo. Hay que dejar el rentismo y la dependencia petrolera".
¡No! Si queremos liberarnos de la dependencia petrolera, no hay porqué regalarle el petróleo a nadie, vía unas aperturas mal negociadas. Mejor es dejar el petróleo bajo tierra, en la espera de venezolanos que merezcan extraerlo.
Y si no queremos liberarnos de la dependencia petrolera, puede que para extraer el petróleo sí tengamos que recurrir a una apertura, esperemos una inteligente. Pero igual el problema del qué hacer con la "renta", o sea con las resultas petroleras, persiste. O mantenemos nuestro modelo de extracción de rentas, ése en el cual los ciudadanos deben chuparle las medias a los caciques y petrócratas de turno, o nos las repartimos.

25 de julio de 2013

Desaten la furia

Ya quisiera yo ver un programa de televisión, en vivo, en el cual se les pregunte a unos cuantos de nuestros ciudadanos pobres, de los que habitan los campos y barrios de nuestro país, sobre cuánto puede haberles significado la ayuda provista por el gobierno, durante la última década, comparado con cuánto era su respectiva cuota parte de las resultas petroleras; y comparado con el valor regalado en gasolina; y comparado con el valor de los subsidios cambiarios, por ejemplo, a quienes viajaron al exterior.
Si hay algunos vilmente engañados en nuestro país, esos son nuestros pobres, puesto que se les ha convencido perder su tiempo en la cola de la vida esperando por algo del gobierno, en lugar de buscárselo ellos mismos... igualito a los que agradecidos aceptan hacer la cola por un producto que escasea, sin incluir en el precio del producto el valor del tiempo perdido.
¿Qué extrañas razones psicológicas privan para que un pueblo pueda ser engañado tanto? Y con ello no me refiero sólo a los pobres. Y tampoco me refiero a que al pueblo le falte inteligencia. He leído suficientes relatos de personas que considero extraordinariamente inteligentes, como Arthur Koestler, para entender cómo no veían lo que estaba frente sus ojos, por simples ganas de no quererlo ver, sólo por cuanto no cuadraba con sus creencias.
Y tampoco me refiero a: "los de la oposición, ellos sí saben", puesto que los que creen que lo nuestro es solucionable con solo cambiar unos "malos" por unos "buenos", están hasta más ciegos que quienes pueden estar intuyendo su "entre los locos de otros y los locos míos, me quedo con los míos".
Y les cito a Edmund Burke, 1729-1797: "Es un error común del pueblo suponer que quienes más se quejan a nombre del pueblo, son los que más se preocupan por su bienestar". Y creo indispensable lograr desatar una furia continua en contra de todos los fariseos-mercaderes-especuladores de la satisfacción de las necesidades pueblo. En otras palabras sugerirles, con firmeza y educación, a todos los Maduro, Giordani, Ramírez y Merentes, de todas nuestras repúblicas, un ¡Cállense la jeta!
En su lugar quisiera ver unos simples supervisores de proyecto constituyente, identificados con todos los colores, con inspiración a ofrecer a todos los ciudadanos proveerlos de unas tarjetas de débito en las cuales, a la 1 de la mañana del primer lunes de cada mes, se les depositaría su cuota parte de las resultas petroleras, con el mensaje: "Venezolano, déjate de confiar en el Estado y confía en ti mismo. ¡Viva la independencia! ¡Viva la soberanía ciudadana!".
Y el Estado, desde ese momento, deberá arreglárselas con lo que les cobra a los ciudadanos en impuestos, y por lo que deberá concentrar su actividad a sus funciones primordiales, entre las cuales está garantizar la seguridad y el libre tránsito por todo el país.
Amigos, Venezuela podrá salvarse en la medida que sepamos elegir nuestros mejores como gobernantes, y en la medida que con mucha furia les exijamos cumplir sus obligaciones básicas de Estado, y que con igual abundancia de furia los limitemos a sólo eso... más nada.
PS. Husmeando por el mundo intuyo que uno de los activos más importantes y más transables en el futuro, será la seguridad ciudadana. Y sueño con que, por ejemplo, nuestra Isla de Margarita se convierta en el lugar más seguro del mundo. ¿Imposible? ¡Qué va! ¿Cuánto vale el trabajo de un policía en una isla insegura, comparado con el trabajo de un policía en la isla más segura de todas?

18 de julio de 2013

La sangre no se derrama por nada especial

En un reciente programa de televisión, un animador, que actuaba más bien como un agitador, extranjero, desde la comodidad de su estudio, sin entender nuestra realidad, presionaba a un opositor, como buscando sangre para animar un reality show, preguntándole repetidamente "¿Es o no es dictador"?
El muerto, aun cuando democráticamente elegido, por lo menos según su concejo electoral, a cuenta de cómo usaba la chequera petrolera, la cual es el instrumento de poder dictatorial por excelencia en Venezuela, ése sí actuaba como un dictador. El actual, el ocupador, el ilegítimo, a quien todo el qué decir y el qué hacer se le dicta, y sólo se le permite elegir qué tejido tricolor ponerse cuando viaja al exterior, como para echárselas de místico, ése podrá ser un títere de dictador, pero no un dictador.
Ahora bien, eso de que le hayamos entregado nuestras resultas petroleras al Estado, para que quienes no les ha costado ningún esfuerzo extraerlas las administren, un absoluto sinsentido, eso sí nos garantiza vivir en una dictadura económica.
La pregunta que nos debemos es: las elecciones, hasta suponiéndolas perfectamente pulcras... ¿son más importantes como el instrumento de todos nosotros para elegir a quienes nos habrán de gobernar, o son más importantes como el instrumento, de unos pocos, para acceder a los poderes que van con el gobernarnos? Y lo pregunto, por cuanto me parece que de una manera u otra, y por cierto no solo en Venezuela, puede haber algo en el proceso democrático que no conduce a que los mejores nos gobiernen. ¿Será que los mejores no están tan dispuestos a negociar sus gobiernos?
Adicionalmente, en condiciones normales, cuando el Estado opera en base a las contribuciones fiscales de sus electores, los elegidos, el día después de las elecciones, siguen debiéndose por lo menos en algo a los ciudadanos; mientras que, en Venezuela, el día después de las elecciones, cuando los elegidos toman posesión de la chequera petrolera, somos los ciudadanos quienes terminamos debiéndonos más a quienes nos gobiernan.
Y esta realidad nuestra significa que los cambios de quienes nos gobiernan, no pasan de ser simplemente unos cambios de protagonistas, de la misma película, con guiones parecidos. Y eso ciertamente le resta fuerza al ímpetu nacional de solicitar cambios por vía de una protesta social. En otras palabras para que una sociedad reclame cambios por vías que puedan ser peligrosas, probablemente necesita sentir que del otro lado del río espera, o un botín, o algo inmensamente mejor que merece arriesgarse.
Por ejemplo si a mí me dijeran que al otro lado del río se encuentra la repartición de las resultas petroleras a los ciudadanos, con lo cual los venezolanos se librarían de la dependencia del Estado, ahí de repente podría justificarse una guerra, ya que ahí sí estaríamos hablando de una verdadera Guerra de Independencia.
De nuevo me enviarán mensajes del tipo "Sólo se gastarían sus resultas petroleras en aguardiente". De nuevo les aseguraré que no. La mayoría sabrá mejor qué hacer con su cuota parte de las resultas, de lo que el Gobierno sabe hacer con todas estas. Y además, aun cuando así fuese, quizás es mejor un país de borrachos libres, que uno con domesticados y subyugados abstemios.
PS. Si te dan un regalo y lo extraes de su envoltura ¿has producido un regalo? Pues no. De la misma manera, cuando extraemos un barril de petróleo, no hemos producido un barril de petróleo.

4 de julio de 2013

Para el mismo cuento, no cuenten conmigo

El 27 de junio, en El Universal, Maxim Ross publicó "La renta petrolera", en el cual adelanto lo que considera debemos hacer con tal excedente:
"1. Que no debe ser repartida, ni directa ni indirectamente,
2. Que tiene que ser colocada en un Fondo de Ahorro y Patrimonio y ser invertido en capacidades productivas de muy alta productividad y con comprobadas ventajas comparativas o competitivas de ‘ranking' internacional,
3. Que un residuo sea utilizado para mantener la capacidad productiva de la industria petrolera según el crecimiento del mercado mundial".
De inmediato me opuse con un comentario y que aquí amplío.
Por supuesto debemos asegurar que la industria petrolera mantenga su capacidad extractiva, así como también la capacidad para frenar la extracción cuando esta no nos conviene, pero... ¿hasta cuándo tenemos que oír los mismísimos cuentos que tantas veces les hemos oído a quienes, de la tribu quítate-tú-pa-ponerme-yo, aspiran administrarnos las resultas petroleras? ¡NO!
Cuando se sostiene que se puede invertir "en capacidades productivas de muy alta productividad y con comprobadas ventajas comparativas o competitivas de ranking internacional", siempre debemos preguntarnos por qué ya no se está haciendo... pues para ello sobran inversionistas.
Es más, si primero reparten las resultas petroleras entre todos los ciudadanos, y luego nos ofrecen invertir en un Fondo, y nos convencen que va a estar bien manejado por expertos, de repente todos desearíamos invertir en ella una parte de nuestras resultas. Quién sabe, hasta yo podría querer endosarlo en cuñas de promoción. Pero, así, a rajatabla, que alguien designado a dedo nos vaya a manejar nuestras resultas, sólo porque dice saberlas manejar, eso sí que ¡NO!, de eso ya tenemos hasta la coronilla... como unos 100 años.
Y reafirmo el ¡NO! por cuanto lo que más transforma al bendito petróleo en un maldito petróleo, es cuando concentra su poder económico en el Estado, lo que nos forma a solo ser unos vulgares subyugados dependientes del cacique y de sus enchufados de turno.
Les pregunto: ¿No basta ya con que seamos tan dependientes del petróleo, para que también tengamos que ser dependientes del Estado? ¿Una nación independiente, no requiere de ciudadanos independientes?
Hace poco, una página Web de tendencia marxista, seguro sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, citaba al otro Marx, en este caso Groucho, diciendo: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar el remedio equivocado". Tiene razón Groucho, así que, con esta propuesta petrolera, simplemente de nuevo nos están haciendo política.
Amigos, he visto mi pedacito de tierra donde nací, perder todas las oportunidades del mundo de convertirse en una verdadera gran nación, ante nada por culpa de la centralización de sus resultas petroleras. En tal sentido, no cuenten conmigo para ningún programa político que no incluya, como parte esencial, la distribución de tales resultas a los ciudadanos.
En 1974, como el primer gerente de diversificación del Fondo de Inversiones de Venezuela, tarde solo dos semanas para sospechar que el manejo de dineros públicos sin dueño, no nos iba a llevar a ningún lado bueno y renuncié al cargo. Hoy, casi 50 años más tarde, habiendo visto lo anterior evidenciado, demasiado, no voy asistirle a nadie seguir jugándole al país ese perverso jueguito.
Deseo que todos vivamos en una nación y no solo en el negocio de otros.

25 de abril de 2013

Sólo somos… el buen negocio de otros

Durante las recientes reuniones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, le explicaba a algunos representantes de la sociedad civil lo imposible de lograr una verdadera democracia, en un país donde más del 97 por ciento de todas sus exportaciones ingresan directamente a las arcas del Estado.
En eso, una señora de nombre Nakibuuka Maxensia Takirambule, miembro de una organización no gubernamental de Uganda del sector salud comentó: "Señor, sé exactamente a lo que usted se refiere, nosotros tampoco somos una nación, nosotros también sólo somos el buen negocio de otros".
¡Qué descripción! ¡Cómo dolió oírla! ¡Claro que tiene razón! Nosotros los ciudadanos no tenemos nada que ver con esa Venezuela Sociedad de Responsabilidad Nula, esa de los enchufados de turno, excepto por el hecho de ser los grandes idiotas de la partida que les permitimos quedarse con nuestras resultas petroleras.
Y nosotros, los ciudadanos, como si fuésemos unos molestos intrusos, si se los pedimos bonito, como ellos los dueños exigen que se los pidamos, más bien estamos supuestos a agradecerles, infinitamente, que nos dejen pasar la noche dentro de su buen negocio, y el que de vez en cuando nos lancen unas sobras de dividendos... por ejemplo gasolina regalada (ahora importada).
Y hablando de ese el buen negocio de otros me pregunto. Por cuanto Chávez se ocupó él solito de las primarias del chavismo, de darse hoy unas secundarias... ¿A quién elegiría la mayoría de los chavistas para entregárselo? Por lo que se observa, Maduro no sacaría ni doscientos mil votos, y eso ni con todo su gabinete inepto incluido. De hacerse unas encuestas de opinión al respecto, creo que éstas favorecerían a candidatos como José Vielma Mora o María Gabriela Chávez... por supuesto cada uno por razones muy diferentes.
Y ya intuyo que mi bandeja de correo se llenará con: "¿Kurowski qué estás haciendo? ¿Dándole fuerzas a otros del chavismo? ¡Sí y no! ¡No y sí! Lo que busco, como lo debe buscar todo venezolano, es que Henrique Capriles, quien sí tiene mucha legitimidad, pueda conversar con algunos que tengan legitimidad dentro del chavismo. El país requiere hoy de mucho entendimiento auténtico y, entendimiento entre partes no representativas, no significa mucho, por auténtico que sea ese entendimiento.
E imagínense las maravillas que podrían hacer reunidos, quienes de manera auténtica representen y poseen la confianza de cada una de esas dos mitades de Venezuela.
De repente podrían hasta acordar entregarle las resultas petroleras directamente a todos los venezolanos, para después cobrarles impuestos... para que así el gobierno trabaje para los ciudadanos... para que así podamos vivir en Venezuela... y para que así podamos al fin tener un chance de llegar a ser nación, y no solo tengamos que seguir viviendo en el buen negocio de otros. He ahí la verdadera Independencia.
PS. Leí que Jesse Chacón, el flamante "Jefe Supremo del Estado Mayor Eléctrico", dizque para "saldar una deuda con ese gigante que se nos fue" llamó a la clase obrera y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a construir un nuevo sistema eléctrico, generación, transmisión y distribución". ¡NO! ¡Por favor! Que primero funcione el viejo. Si "el buen negocio" requiere de un sistema nuevo, por lo menos devuélvale al sector privado el viejo... lo digo para que no vayamos a solo poder leer la Constitución azul a la luz de velas... y quizás también éstas, todas importadas.

7 de marzo de 2013

¿Qué Fe de Vida pedirle a Venezuela?

Nuestro país, para muchos fines prácticos, está muerto. Para levantar la esperanza de quienes la ruegan viva, y para combatir a los zombies-zamuros quienes solo quieren aprovechar su cadáver, Venezuela debe enviarnos una esperanzadora Fe de Vida. De lo contrario mejor enterrarla, rezando que lo tanto maravilloso que tiene logre florecer, sin malas-hierbas y culebras.
Cada quien es libre de indicar lo que desearía ver en tal Fe de Vida. He aquí algunas de mis esperanzas.
Antes que nada, que refleje haber profundamente comprendido la necesidad de más nunca permitir la acumulación de tanto poder económico en tan pocas manos, como lo que hoy ocurre con nuestras resultas petroleras.
Que en cuanto al petróleo aclare que los sembradores somos los ciudadanos y no los burócratas, y muchísimo menos solo quien ocupa la posición de presidente.
Que cada ciudadano tenga el derecho de recibir una cuota parte de sus resultas petroleras, y el honroso deber de pagar un porcentaje de éstas al fisco nacional, para así aclararle a sus gobernantes, que aquí los ciudadanos son sus jefes.
En materia de planificación económica, que reconozca que nuestro futuro depende de darle oportunidades a los que tienen la voluntad y la capacidad para aprovecharlas, creando valor añadido; esforzándose evitar que éstas caigan en manos de los aprovechadores, que solo consumen parasitariamente el valor que ya existe.
Ruego que indique la voluntad de asegurar que los meritos y los conocimientos reconocidos, no sean aquellos sustentados en destrezas para alabanzas bobaliconas, o en la simple pertenencia a unos círculos de admiración mutua.
Debe brotarle transparencia por todos lados. Por ejemplo, en la Junta Directiva de Pdvsa, deberá existir una sólida representación ciudadana elegida de manera democrática.
Debe restablecer la absoluta fe en la propiedad privada. Como una señal inicial de buena fe, debe aceptar devolver de inmediato a sus propietarios originales, todas aquellas tierras agrícolas que demostrativamente producen menos que antes… para luego, por supuesto, solventar todos los demás reclamos que se presenten.
Debe aclarar que no es por oposición a lo privado que Pdvsa se maneja como algo público, sino por cuanto abrirlo a lo privado, crea una peligrosa trecha por la cual futuros demagogos pueden transitar… y por cuanto en el mundo de hoy, por ejemplo con sus impuestos a la gasolina, la OPEC se hace necesaria, a menos que queramos venderle el petróleo al mundo a precio de costo marginal de extracción, sin asignarle valor adicional alguno.
En materia de justicia social deberá requerir que toda propuesta regulatoria dirigida a mejorar la situación de los pobres, contenga un análisis detallado sobre cuanto tal propuesta, en realidad, puede beneficiar más a los menos necesitados.
Debe establecer la férrea voluntad de asegurar la posesión real de toda nuestra Guayana, con el fin de ponerle un total y absoluto freno a su destrucción ambiental.
Para refundar la fe en la democracia, debe asegurar que el Consejo Supremo Electoral refleje variedad de opiniones y no uniformidad de obediencia, así como descartar las capta-huellas, por el solo hecho de emitir unas señales odiosas.
Debe querer a toda costa recuperar, para todos los venezolanos, las calles que hoy se encuentran en posesión de la delincuencia.
La Fe de Vida que yo quiero, establece el día del Petróleo, para que aprendamos a respetar y agradecer el recurso que la providencia nos ha legado.