29 de septiembre de 2011

La oposición, la real y la a medias

Hay la oposición real, aquella que demanda que se le entregue las resultas del petróleo al ciudadano y hay la oposición a medias, aquella interesada solo en lograr el muy necesario cambio de cacique. Que no queden dudas, soy totalmente de la oposición real... hoy más que nunca. 
Para quienes jamás les resulta suficiente lo que dicen los venezolanos, permítame citar extensivamente de un artículo titulado "¿Se ahogará en petróleo la Primavera Árabe?" escrito por Michael L. Ross, un profesor de ciencias políticas en la universidad de California y que aparece en la revista Foreign Affairs. Debería ser de lectura obligatoria para todos los venezolanos que sufrimos de décadas tras décadas ahogadas en petróleo. 
"En el mundo la democracia ha logrado impresionantes avances en las últimas tres décadas: solo el 30 por ciento de los gobiernos del mundo eran democráticos en 1980, casi el 60 por ciento lo son hoy. No obstante casi todos los gobiernos democráticos que emergieron en ese período fueron países con poco o sin ningún petróleo. De hecho países que producen menos de 100 dólares de petróleo por habitante por año, tienen tres veces más probabilidades de democratizar que los países que producen más que eso".... (nota mía: en Venezuela las resultas petroleras "netas" se pueden calcular en 2.400 dólares por habitante año). 
Antes de los primero años de los 1970, países que producían petróleo, no eran menos probables de tener democracia que otros. Irónicamente, por cuanto las Siete Hermanas... dominaban... y los gobiernos de países con mucho petróleo no tenían más ingresos, y por ende no más poder sobre sus ciudadanos, que los gobiernos de países sin petróleo... 
Las nacionalizaciones produjeron masivos flujos de nuevas riquezas y por lo tanto fueron muy populares; esas hicieron la carrera de muchos políticos... 
Desde ese tiempo, el control sobre los ingresos petroleros ha permitido a las autocracias permanecer en el poder, principalmente por tres vías: 
La primera... comprando a la ciudadanía... proveyéndoles muchos beneficios con virtualmente nada de impuestos... 
La segunda, autócratas que obtienen sus ingresos de las petroleras nacionales tienen mayores facilidades para guardar las finanzas del país en secreto... 
La tercera, fortunas petroleras les permite a los autócratas generosamente fondear -y comprar la lealtad- de las Fuerzas Armadas. El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, por ejemplo, ha otorgado billones de dólares en contratos sin licitación a empresas asociadas con la élite paramilitar de la Guardia Revolucionaria... 
Los países petroleros podrían... entregar dividendos anuales a sus ciudadanos, como Alaska lo ha hecho desde los 1970. Bien diseñados, esquemas como esos, pueden resultar políticamente populares y satisfacer la demanda de los ciudadanos por participar en las riquezas de un país petrolero, e incentivar a la ciudadanía a escudriñar las finanzas de su gobierno". 
El profesor Ross ha identificado adecuadamente muchos de las fuerzas autocráticas que generan unas resultas petroleras centralizadas, pero, no sufriendo la maldición en carne propia, naturalmente se le escapa muchas de sus sutilezas, tales como la de tener una ciudadanía que espera que todo lo haga el Gobierno, inclusive hasta sembrar el petróleo. 
Amigos, aceptemos que nuestra responsabilidad como venezolanos, es hacer algo mucho más real e importante con nuestra democracia, que el simplemente nombrar otro cacique de turno.