3 de noviembre de 2011

El tercer candidato

Un oficialismo que lleva demasiado tiempo gobernando se agota, pero también se agota una oposición que lleva demasiado tiempo oponiéndose... y a muchas caras nuevas les pasó como a Penélope, envejecieron esperando. 
Entre los oficialistas desilusionados que votarían por otro candidato, siempre y cuando no sea de la oposición; o los oficialistas que votarían por otro candidato, por cuanto temen aún más que una fracción opuesta del caciquismo-sin-cacique se imponga; y la cantidad de votos por la oposición que están ahí, solo por cuanto no tienen otro instrumento con que sacar al cacique de turno, existe una clara mayoría como para lanzar y elegir a un tercer candidato. 
Y esa es la oportunidad de oro que tenemos los ciudadanos para proponer una verdadera revolución antipolitiquería... y no una de esas fallas alternativas de cambio que ante nada buscan sacar a otros, pa-ponerse a sí mismos.
Y no es que esté en contra de los políticos, en absoluto, son indispensables... pero es que estoy tanto más a favor de mí mismo y de los demás ciudadanos... y estoy convencido que si no logramos controlar a los políticos, con unas riendas cortas y entregándoles una billetera con resultas petroleras más bien pobres, pues elección tras elección, década tras década, siglo tras siglo... nos comerán vivos. 
¿Qué rompo la necesaria unidad? ¡No! La unidad necesaria, es ante nada la del país y falta casi un año para las elecciones... y el país no aguanta una encerrona entre dos polos opuestos... el país necesita por donde respirar. 
No sé quién podría ser ese tercer candidato, pero hay unos cuantos que pudiesen cumplir la función de ejecutar una agenda perfectamente identificada... como la siguiente: 
Hacer pasar absolutamente todas las resultas petroleras por un Fondo Nacional (FN), desde el cual solo se podrá traspasar al gobierno central, gobernaciones, y alcaldías, un monto anual que no exceda por ejemplo, el 4% del PIB, o el 15% de las exportaciones de la nación, o el 25% de los impuestos que por cualquier vía se esté recaudando de la ciudadanía. 
Tal FN sería manejado por personas elegidas por el voto popular y quienes, de considerar que el país tenga la suficiente capacidad de absorción para recibir más recursos, sin generar inflación, podrán hacer traspasos adicionales de resultas petroleras, pero en tal caso, exclusivamente mediante pagos en efectivo y por igual, a cada uno de los venezolanos. 
Ese FN será establecido como un fideicomiso a favor de los venezolanos, como personas privadas, y al cual los acreedores de la nación no tendrán acceso, para que los gobiernos no se apropien de las resultas vía las deuda. Mientras el FN guarde sus activos en el exterior, como cualquier banco central, en esencia representará una fuga democrática de capitales, o sea de todos. 
Mientras se implementa la profunda transformación política de la nación que lo anterior implica, al Estado le debe quedar prohibido asumir funciones nuevas, muy especialmente mientras no se haya solucionado el inmenso problema de la inseguridad ciudadana. 
Amigos. No nos interesa mantener a Venezuela a flote en la cloaca de las resultas petroleras centralizadas, solo para que no se ahogue, sino que, por el bien de todos, necesitamos sacar a Venezuela de esa cloaca, por siempre... antes que esto degenere aún mas y tengamos que vernos hasta con unos Gadafis criollos, trapeados de azul, rojo o amarillo.