12 de diciembre de 2013

¡A las gasolineras!

La semana pasada, en "Expropiación Express del Bolívar", les escribí sobre ese torpedo de excesiva inyección monetaria que el Banco Central de Venezuela le disparo a Venezuela, alcanzando la economía por debajo de su línea de flotación. Va a costar mucho recuperarse de tal vandalismo.
Pero, independientemente de quien haya causado el daño, es el país entero que sufre, en especial los pobres y la clase media; por lo que la oposición tiene la obligación de ayudar. Sé que hay muchos opositores animados con la idea de que ese torpedo igualmente alcanzo la revolución bolivariana. No obstante les aseguro que no existen intereses políticos válidos que puedan justificar retrasar brindar una ayuda... responsable.
Y por supuesto, una de las medidas más efectivas, para disminuir la presión que los demasiados bolívares para los pocos dólares que hay ejercen sobre el mercado cambiario, es recoger esa liquidez aumentando el precio de la gasolina.
Y de hecho, ya el lunes, antes que la tinta electoral hubiese desaparecido del dedo, el Gobierno anuncio que se "analizará junto con el pueblo tal posibilidad", habiéndola por supuesto negado vehemente, antes del 8D. Según Jorge Arreaza "hay que dar grandes debates" sobre el tema.
Sí, en cada una de las gasolineras, y en cada una de las aulas del país, bienvenido sea ese gran debate sobre lo perverso de una política pública que regala gasolina.
Que se explique bien cómo, valuando la gasolina al precio por el cual se pudiese haber vendido en el mercado internacional, en esa sola asocial misión, se regaló un valor mayor al usado en todas las misiones sociales juntas.
Que se explique bien por qué, en enero 2007, Chávez le anunciaba al país que la gasolina se vendía "a un precio grosero", y la impostergable necesidad de aumentar el precio de la gasolina, para luego postergar ese aumento otros 7 años.
Y sí, que la oposición, la que hoy representa más del 50% de la población venezolana, apruebe un fuerte aumento en el precio de la gasolina... eso sí, estableciendo condiciones, entre las cuales para comenzar se me ocurre:
Que Pdvsa use cada céntimo obtenido para repagar el 100% de su deuda con el BCV.
Que no se le retrase a ninguna entidad un céntimo de lo que le corresponde por situado constitucional.
Que el Gobierno suspenda de inmediato la compra de amigos, vendiendo el petróleo en condiciones blandas a otros países.
Que los nuevos ingresos se reflejen en el presupuesto nacional y no desaparezcan vía ingresos extraordinarios en presupuestos paralelos.
Que el Gobierno le abra a la oposición los libros del Fonden y de sus demás cuevas.
Que sea permitido reportar sobre cualquiera tasa de cambio para así permitir que la economía pueda, dentro de su irracionalidad, operar con mayor racionalidad.
Que en nombre de una mínima decencia nacional se le imponga ciertos límites a los amoríos del Gobierno con Cuba.
¿RCTV?
PS. Pocos días antes de las elecciones aparecieron algunos artículos argumentando lo mentalmente pobres, que eran todos aquellos venezolanos que no teniendo otra formas de expresar su oposición al régimen que votando, vienen haciendo de tripas corazón, vez tras vez tras vez, en consecuente solidaridad, unos con otros.
Se decía algo como "Mira yo sí que no como cuentos... yo sí sé analizar... yo sí que no pierdo mi tiempo... yo sí que no voto...yo, brillante yo, yo sí que me quedo esperando un Art.350".
Pobrecitos, hay que ver lo acomplejados que hay que estar para caer en ese tipo de echonería intelectual.