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28 de junio de 2017

Lo inmediatamente inmediato, logrado lo inmediato de hoy

Sin duda que en Venezuela lo inmediato es lograr salir del odioso gobierno actual. No obstante, una vez logrado aquello, y dada las inmensas dificultades que se le presentan a nuestro destrozado y endeudado país; falta de comida, falta de medicinas, falta de seguridad, y un Estado falto de recursos reales con qué pagar a millones de su empleados públicos y sus acreedores en general, lo inmediato pasa inmediatamente a ser el ¿Qué Hacer?
De no contar el después con una visión que inspire, cualquier gobierno que siga tendrá poca vida… y se profundizarán las heridas.
Por lo cual mi pregunta es: ¿Deben unos pocos caciques que dicen saber tripular Venezuela poder quedarse con todos los salvavidas, corriéndose el riesgo de que todos se ahoguen, o debe repartirse entre todos los venezolanos unos no tan espléndidos salvavidas, en un “sálvense quien puede”?
Los salvavidas a que me refiero es por supuesto la cuota parte que a cada ciudadano le tocaría de nuestras resultas petroleras.
Yo sin duda prefiero El Reparto… por cuanto estoy seguro que 30 millones salvando su propio pellejo, lograrían darle un uso mucho más eficiente a unos menguados recursos que quienes parten y reparten y a veces, hasta sin saberlo, creyéndose sabelotodo, se quedan con la mejor parte.
Yo sin duda prefiero El Reparto… por cuanto estoy seguro que lo que más debilita nuestra nación es el continuo esperar que el cacique de turno y sus ayudantes sepan resolver.
Yo sin duda prefiero El Reparto… por cuanto eso acabaría con esos improductivos y frecuentemente hasta criminales esfuerzos de todos en buscar quedarnos con más de nuestra cuota parte de las resultas.
Yo sin duda prefiero El Reparto… por cuanto eso le abriría nuevos horizontes a un país tan necesitado de éstos para lograr recuperar su confianza en el futuro.
Pero tampoco me opondría a que cada ciudadano le diese una partecita de su salvavidas, digamos el 10%, al cacique de turno, para que siga tripulando a Venezuela, por cuanto en ese caso quedaría claro que los ciudadanos somos los pasajeros que le pagan los sueldos a la tripulación.
Y por supuesto todos los venezolanos que poseen más que ese salvavidas tienen la obligación de contribuir vía el pago de impuestos a salvar su país.
Y por supuesto estoy seguro que quienes abandonaron el barco a tiempo, y se encuentran varados en alguna tierra-firme lejana, muchos ansiando volver de nuevo a nuestro país, buscarán ayudar como mejor puedan.
Y por supuesto estoy seguro que después de haber clasificado las deudas de Venezuela en de buena fe, sospechosas y odiosas, habrá que iniciar las conversaciones con nuestros acreedores, aclarándoles eso si que ya las resultas petroleras ya no le pertenecen al Estado sino a los ciudadanos.
Pero tampoco me opondría a que cada ciudadano cediese una partecita de su salvavidas, digamos el 10%, para el pago de las deudas legitimas de buena fe, para demostrarle al mundo que Venezuela puede que tenga gobiernos malos, pero no tiene ciudadanos maulas.
Y por supuesto habrá que constituir la Recuperadora Inc., para buscar recuperar el máximo posible de lo robado.
La gran tragedia venezolana es que la sangre que se derrama en sus calles, ayer y hoy, no es luchando contra el enemigo real, ése que es la centralización de las resultas petroleras.
Jóvenes, luchen por liberar al país del depender de quien administra lo que la providencia nos lego a Venezuela.
PS: Referendo consultivo: “¿Cree usted que ya esta bien que los-quítate-tú-pa-ponerme-yos de siempre sigan partiendo y repartiendo nuestras resultas petroleras, para quedarse ellos con la mejor parte, y que al fin llego el momento para que dichas resultas le sean entregadas a todos los venezolanos por nacimiento por igual? ¿Si o No?”
@PerKurowski

9 de junio de 2017

Una simple compleja pregunta de un humilde economista venezolano a un sobresaliente abogado internacional venezolano

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece: 
“Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles.”
Supóngase una Neo-Constituyente que establezca: 
“Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a los ciudadanos venezolanos, mientras vivan, y son por tanto, inalienables e imprescriptibles.”
Supongamos también que la Pdvsa actual quiebra y todos sus activos son adquiridos por una Pdvsa II o por cualquier otra empresa nacional o extranjera que, en nombre de los ciudadanos de Venezuela, haya sido encomendada a extraer y comercializar ese petróleo depositado por la Providencia en las entrañas de Venezuela.
En tal sentido un tanquero transportaría entonces, no el petróleo de un país soberano, sino el petróleo propiedad privada de millones de ciudadanos venezolanos. Con lo cual mi pregunta a los expertos abogados sería: 
¿Podría ese tanquero ser embargado por los financistas de Pdvsa de la Revolución Bolivariana de Venezuela? ¿Podría un tanquero de por ejemplo la ExxonMobil, ser embargada por acreedores de los Estados Unidos o del estado de Tejas en el caso de que estos últimos incumplan unas obligaciones financieras?
Por supuesto que los acreedores de Pdvsa y de Venezuela reclamaran ante jueces aludiendo que siempre prestaron contra los futuros ingresos petroleros estimados. Mi pregunta, como antes la he hecho es: ¿Puede un gobierno hipotecar algo que la propia constitución declara como inalienable? 
El mundo, a sabiendas que los proventos del petróleo que carga ese tanquero le serán entregados directamente a millones de venezolanos, los dueños de petróleo, y lo cual le ayudara en algo satisfacer sus necesidades básicas, comida y medicinas… ¿permitiría sin decir nada que ese dinero fuese a satisfacer las apetencias de unos pocos financistas especuladores? 
Amigos, nuestra Venezuela ha sido saqueada. Es obligación de cada venezolano buscar intentar salvarla a como de lugar, cada quien de acuerdo a como mejor pueda. Si los expertos abogados me responden que un “Estás loco Kurowski esto no es posible”, sin pena alguna seguiré intentando otras vías.
Mas sobre el tema

16 de junio de 2005

¡Ahí vienen las olas!

A los pobres les regalan alas para volar pero les roban el aire; al país le canjean su alegre joropo por un triste tango. ¿Quién gana? Los de siempre, los de la tribu autóctona de los quitatetuparaponermeyos. 
Hoy presiento a Chávez derrotado y renunciando frustrado tras su fallida pelea entre las cuerdas de las nostalgias izquierdistas; de los complejos y resentimientos de nuestra sociedad (los suyos incluidos); de las ineptitudes y, por supuesto, de la siempre briosa corrupción. ¡Qué lástima!...pintaba algo, pero, como dicen, para atrás ni para agarrar impulso. 
Los océanos globales están agitados y si no logramos dominar sus olas nos arrastrará el Tsunami. A estas alturas, el país ya intuye que no basta con construir líneas de defensa imaginarias, tipo Maginot o crear gloriosos escuadrones, tipo caballería polaca y que eso más bien sólo puede provocar que las olas revienten aún más fuerte sobre nosotros. 
Las olas, que se nos vienen encima, no son fáciles y por ser muchas de ellas nuevas, no basta la experiencia para manejarlas. En tal sentido, nos alegramos que el primero de la oposición que se haya ofrecido como candidato a conducirnos sobre ellas, sea alguien de la nueva generación ¡Así debe ser! Ahora sólo esperamos que los de Chávez, con su apoyo, también nos presenten sus relevos jóvenes. 
Pero nada impide que un joven cincuentón, que jamás haya logrado montarse sobre una tabla (menos ahora con más barriga) dé concejos. El primero y principal que les doy a nuestros jóvenes surfístas es que elijan muy bien las olas, asegurándose de montarnos en olas venezolanas y no en olas habaneras o mayameras. Igualmente les pediría:
1. Insertar en PDVSA una Junta Observadora, que representando a la ciudadanía supervise las actuaciones de los técnicos y las del gobierno. 
2. Saber que sueldos dignos a policías, prisiones decentes y registros eficientes, son más importantes para la majestuosidad de la justicia que toda la pompa de sus tribunales. 
3. Acabar con la deuda pública, para así eliminar ese enfisema pulmonar que le impide al resto de la economía respirar. 
4. Entender que un país que mantiene sus precios de gasolina tan bajos, que transfiere casi un 4% del PNB de los más pobres a los dueños y a los usuarios de vehículos, es un país socialmente inviable, punto. 
5. Jamás olvidar que no importa cuán buena sea la educación de los mejores, si no es buena la educación de la mayoría… y por supuesto, igualar hacia arriba y no para abajo.
Publicado en El Universal el 16 de Junio 2005