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17 de mayo de 2012

¿Y el aceite de ricino?

La mente de un ciudadano subyugado por una chequera petrolera centralizada, puede irse por vías muy extrañas, así que mucho cuidado con: "Si gana el que no discrimina, voy bien, pero si llegase a ganar el que sí discrimina, y no estoy con él, voy muy mal, así que... mejor déjame asegurarme".
La semana pasada después de haberle solicitado a Henrique Capriles, mi candidato, que ponga las cosas de la gasolina regalada en su lugar, me llegó un email donde se me explicaba que eso seguramente no ocurría por cuanto mi candidato no quería alienar a nadie. ¿Cómo es la cosa? Si hay algo en Venezuela que necesitamos alienar de inmediato, es la sinvergüencería que anda jugando garrote.
El país está dividido entre los que saben que las cosas andan muy pero muy mal, con vicios de poder empeorar, mucho, y los que se ilusionan con la posibilidad de que las cosas no están tan mal y hasta podrían mejorar, un poco.
Los primeros son una clara mayoría, pero para que ellos no solo compren por necesidad lo que la oposición les ofrece, sino que también ayuden a mercadear con entusiasmo la propuesta, esta necesita incluir una buena dosis de aceite de ricino, por cuanto, sin ello, simplemente no es creíble.
Y por lo cual, vuelvo a insistir... es indispensable agarrar los toros por los cachos, entre otros al de la gasolina regalada, eso sí con un discurso educativo que ilustre bien sus maldades... un crimen económico de lesa humanidad... una monstruosidad antisocial. La simbología del torero valiente que se atreve, siempre superará a la del torero que sale corriendo.
Y por cierto, ofrézcale a los ciudadanos entregarles sus resultas petroleras como dividendos, en lugar de seguir considerándolas como unas piadosas limosnas de unas misiones... así sean constitucionales.
Y por cierto, váyale recordando a nuestros militares que, a la hora de la verdad, están ahí para defender a Venezuela y a los venezolanos, su nación y su familia, y no a otros... y cualquier duda puede ser fatal.
Y por cierto, váyale recordando a la gente que ningún poblado como el nuestro puede convertirse en una nación a punta de carreras de Formula 1 ganadas y pagadas con 66 millones de dólares de nuestras resultas petroleras... más de seguro gasolina regalada. De saber estos detalles el mundo no tendríamos donde escondernos de pura vergüenza. Una nación se construye, no se compra.
Y por cierto, menciónenle a esos millones de empleados públicos que andan nerviosos por cuanto no están seguros de cómo justificar sus empleos, que el día siguiente de las elecciones podrían quedar desnudos y tener que esperar otros seis años para poner su voto a valer; y por lo cual también es de su interés vital, el que se logre que la economía no petrolera y no del Estado crezca.
Y por cierto, menciónale al país la posibilidad de contratar empresas de investigación para que, contra una comisión de éxito, ayuden al país recuperar lo robado por falsos revolucionarios... para el bien también de los verdaderos revolucionarios.
Sin duda Venezuela necesita de mucha medicina amarga para salir bien de donde se encuentra, y con la ayuda de Dios podría ser de sudor y lágrimas pero sin sangre... pero hoy ni siquiera nos están ofreciendo un placebo amargo. ¡Respeten al país!... basta de mentiritas blancas e ilusiones populistas o piadosas, los ciudadanos no solo necesita de verdades, sino también saben aguantarlas, cuando las saben ser verdades verdaderas.

10 de mayo de 2012

Llenemos bolsillos y no tanques

Hace unas pocas semanas Henrique Capriles, ese por quien Dios mediante votaré en octubre, ese quien está haciendo un notable y loable esfuerzo de campaña, declaró lo siguiente sobre un posible ajuste de los precios de la gasolina: 
"Llegando al Gobierno, no podemos, ni vamos a aumentar la gasolina. Hay que tomar varias decisiones antes de abrir ese debate. Cuando el venezolano tenga más dinero en la cartera, porque la economía está produciendo, no solamente con la venta del petróleo, ahí sí voy a decir: "abramos el debate'". 
El hecho que yo vaya a votar por Henrique Capriles no significa que tenga que estar satisfecho con lo que dice, especialmente cuando lo que el país en verdad necesita, es de un profundo cambio estructural. Mejor y más constructivo hubiere sido: 
"Llegando al Gobierno lo primero que haremos, de inmediato, es revisar los precios de la gasolina puesto que el regalarle, en efectivo líquido, a quien llene un tanque de gasolina unos 50 dólares, es lo más cercano a un crimen económico de lesa humanidad que pueda haber. 
Ya veremos cómo lo haremos, pero de entrada una opción que exploraremos, es la de vender la gasolina en su precio de mercado internacional y repartir todo ese dinero a los venezolanos en partes iguales. Eso le permitiría a todos tener más dinero en la cartera y poder decidir ellos mismos en que usarlo, por ejemplo en educación, comida, remedios, o simples despilfarrarlos a su gusto... pero sin estar obligados a quemar o contrabandear la gasolina para poder cobrar su resulta petrolera. 
Francamente este gobierno, al no haberse atrevido aumentar el precio de la gasolina, ni un poquito, ni una sola vez en 13 años, ¡qué cobardía!, es culpable de uno de los actos económicos más antisociales del siglo XXI... y eso sin considerar el irresponsable impacto ambiental que produce la desbordada quema de gasolina. 
Y al llegar al Gobierno, aprovechando la oportunidad, le solicitaré a la Asamblea Nacional que establezca el Día del Petróleo, por cuanto es imperdonable que en este país celebremos todos los días de fiesta del mundo, contadores y parroquias y demás flora y fauna, y no tengamos el día para agradecerle a la providencia, lo que por lo menos hoy nos está dando de comer. 
E igual, para que se entienda mejor el rol del petróleo y el de sus resultas en nuestra economía, estableceré una comisión integrada por profesionales para que diseñen un reporte anual sobre la gestión económica del Gobierno que exprese claramente cuáles fueron los ingresos y gastos, todo en términos de barriles petroleros. 
Y para que el país de verdad conozca que las resultas petroleras manejadas por el Gobierno son de los ciudadanos y no del mismo, y mucho menos mías, aun cuando el actual las cree suyas, instruiré al Banco Central de Venezuela reportar de forma trimestral, en la primera plana de la prensa local, cuánto fueron las resultas petroleras recibidas por el Gobierno, por ciudadano. 
Por ejemplo pocos saben en este país que el valor que al gobierno actual, en su burda misión de gasolina regalada, se le esfuma un valor que supera ampliamente lo que el Ejecutivo destina a sus demás misiones. 
Por supuesto mucho de lo que les ofrezco dependerá de lo que me encuentre al asumir la responsabilidad de gobierno... ustedes saben muy bien que por los momentos eso es una caja negra... y todos rogamos que no termine siendo además una caja vacía". 
PS. Por curiosidad, el divulgar un voto secreto... ¿será un crimen de lesa humanidad?

14 de agosto de 2008

El ganar-ganar de una gasolina costosa

Nuestra mejor y quizás única posibilidad como nación para salirnos de lo que pareciese ser una eterna pubertad, está en que la responsabilidad por la siembra de las resultas petroleras pase del Estado al ciudadano y que se comprenda que la gasolina no puede regalarse… por lo que sigo con el tema.

Me preguntan: "Entendemos que aumentar el precio de la gasolina y al mismo tiempo lograr que los ingresos adicionales que se recauden sean devueltos íntegramente a los ciudadanos nos permite un ganar-ganar. Pero, si el Gobierno no devuelve esos ingresos, o los gasta a su manera… ¿puede haber un ganar-ganar?". Les respondo: "A largo plazo, definitivamente que sí. A corto plazo, es un ganar-y-no-perder-tanto-como-se-cree".

El valor de un regalo es en parte una función de su escasez. Si la gasolina fuese cara y regalada a una sola persona, sin duda que tal persona tiene un beneficio, pero si la gasolina se regala a muchos, ese beneficio, en términos relativos, se diluye y hasta puede llegar a ser un regalo oneroso para algunos receptores. De igual manera si la gasolina es regalada a una sola persona los que no obtienen el regalo sufren poco, pero, si se regala a muchos, el costo para quienes no la reciben se hace cada vez mayor.

Pocas cosas le han salido tan caro a los ciudadanos como la gasolina regalada y la cual pagamos con:

Un sistema de transporte costoso, ineficiente e insostenible, donde los únicos ganadores son los que nos venden los carros, los cauchos y los repuestos. Un fuerte aumento en el precio de la gasolina obligaría al Gobierno, so pena que lo saquen a patadas, a poner a la disposición del pueblo un transporte público decente.

Tiempo perdido en colas. Un fuerte aumento en el precio de la gasolina reduciría el tráfico. Según el valor que cada quien le asigne al tiempo ahorrado habrán tanto ganadores como perdedores, pero todos se beneficiarían del ahorro en el desgaste del vehículo y en la gasolina consumida.

Impuestos ineficientes. Un aumento en la gasolina ciertamente implicaría una inflación pero si tal aumento funcionase como un impuesto también recogería parte de ese exceso de liquidez monetaria que genera presiones inflacionarias en otros rubros y que el Gobierno recoge, o busca recoger, de otras maneras, algunas mucho menos efectivas. El creer que el Gobierno no nos quitará, por vía de la inflación, lo que no recibe por vía de la gasolina es ser iluso.

Distorsión de las señales económicas. Con razón nos podrán decir que el Gobierno no sabe gastar pero el gasto que efectúa la ciudadanía de la gasolina regalada tampoco es un gran ejemplo. Un precio real por la gasolina ayudaría a optimizar el gasto del ciudadano desde la perspectiva del interés nacional (y del ambiente) al mismo tiempo que le dificultaría al estado cometer sus desmanes, como el de regalar petróleo.

Una sociedad injusta. Venezuela tendrá gasolina barata, pero a cambio no tiene una sociedad justa y responsable. En una nación digna de llamarse nación, la defensa de los débiles es responsabilidad de los fuertes y nuestros débiles ya no aguantan más, ni este salvaje socialismo del siglo XXI, ni el que se siga favoreciendo con tanto a los ciudadanos que tienen carro.

Posdata. ¿Qué pasaría en un país si de repente le cae un meteoro que emite mensualmente 350 dólares mensuales por cada habitante del país? En nuestro país, donde ha caído uno, eso ni siquiera se discute por nuestros políticos, universidades, medios o ciudadanos? ¿Locos? ¡De perinola!

8 de mayo de 2008

Venezuela y su récord de gasolina

Venezuela tendrá de todo… excepto unas elites responsables. Reflexionemos sobre donde nos encontramos en el caso de la gasolina.

Después de ese 25% de aumento en el precio de la gasolina que se atrevió hacer este gobierno de pacotilla al disfrazarlo como un redondeo producto de la transición de un bolívar débil a un bolívar fuertote, después de casi diez años ejerciendo el poder, la gasolina se colocó, a tasa de cambio oficial, en 4.6 céntimos de dólar por litro.

La sola gasolina, sin distribución, tiene hoy un valor en el mundo cercano a los 70 céntimos y con distribución debe estar cercano a 75 céntimos de dólar por litro... o más.

Algunos países le añaden impuestos hasta del 200% a su consumo y venden la gasolina en 2.25 dólares por litro.

La diferencia entre nosotros quienes menos cobramos por la gasolina y los que más cobran es como de cincuenta veces. Alguien tiene que estar loco de metras. Al comparar la calidad de vida de muchos de quienes la cobran cara tengo la impresión que nosotros estamos más cercanos a ganarnos ese calificativo.

Pregunto: ¿Cómo puede un político venezolano hablar de políticas públicas sin emitir una clara opinión sobre este disparate nuestro?

¿Dónde en la Constitución puede el gobierno encontrar un justificativo para regalar 70 céntimos de dólar por cada litro de gasolina a quien solo tiene la credencial de poseer un vehículo?

¿Donde en la Constitución existe una frase que permita deducir que el gobierno está autorizado a vender las cosas a su antojo por debajo de su valor? Si Alcasa estuviese vendiendo internamente sus lingotes de aluminio en el 6% de su precio internacional… ¿no estarían presos?

Si yo fuese parte de un sindicato de transporte público hace rato que hubiese demandado al gobierno de Venezuela por competencia desleal. Los bajos precios de la gasolina implican que menos gente use mis servicios y que además tenga que sufrir más colas. No hay países donde los dedicados al servicio del transporte publico estén mejor que en los países donde los precios de gasolina son verdaderamente altos.

Si yo fuese un pobre de los verdaderos pobres y alguien me ilustrase sobre lo que está pasando, pasaría a formar parte ipso-facto de una contra-revolución. Pero si para los que se creen unas finas elites tal locura parece no tener significado… ¿quién rayos ilustra al pobre?

Y ni siquiera he mencionado el ambiente sobre cuya protección tantos se dan golpes de pecho.

Cuando uno cuenta sobre lo de la gasolina en el exterior y se les asegura que no es un chiste, comienzan a discernir sobre si los venezolanos somos ridículos, idiotas o vagabundos. Lo más triste de todo es que esa discusión a mucho de los venezolanos les provoca gracia. Pues amigos a mí no… ¡a mí me provoca tristeza y vergüenza!

¿Que no queremos que ni un céntimo más le entre a este gobierno para que lo malgaste? Sin duda… ¿pero qué rayos tiene que ver eso con la necesidad de eliminar la locura? Cobre la gasolina al precio que tiene en el mercado y reparta el dinero a la gente. ¿Imposible? Lo será para el que no quiere.

La venta de la gasolina a 4.6 céntimos de dólar por litro constituye en la actualidad probablemente el acto más grande de corrupción que se haya conocido en la historia, no solo en cuanto a los montos involucrados sino además en términos de número de personas metidas en el guiso… ¿la mitad de los venezolanos?

¿Qué queremos? ¿Qué nos inscriban en el libro de Records Guinness? ¿Para que ellos se sigan burlando de nosotros? ¿Jóvenes de Venezuela, por favor dónde están?

El Universal
Noticiero Digital

20 de diciembre de 2007

Nuestra frontera con el futuro

Somos un país muy confundido en un mundo inmensamente incierto. La oposición sostiene que el gobierno no tiene otros planes que no sea un desgobierno radical que venden como el socialismo siglo XXI y el chavismo sostiene que la oposición no tiene otro plan que no sea el salir del chavismo. Parecería entonces que nos encontramos entrampados como nación. O conseguimos salir de este pantano pronto o terminaremos todos mal…muy mal.
En tal sentido y sin pedir perdón por volver sobre un tema que ya he trillado bastante, de nuevo me referiré a lo del ridículo precio al cual vendemos la gasolina en nuestro país. Lo hago por cuanto estoy seguro que el poder solucionar correctamente ese problema específico, demarca la frontera entre una Venezuela con un gran futuro y un país destinado a diluirse en la nada.
En el 2007, con la venta de la gasolina por debajo de su valor y los subsidios cambiarios para la adquisición de vehículos, el Estado le habrá entregado unos 20.000 millones de dólares a quienes compran gasolina y vehículos…el 10% o más de todo el producto interno bruto.
La sociedad que se beneficia de ese regalo, "los recoge-gasolina" y que en su mayoría ni siquiera ven el problema, se rehúsa a colaborar en buscarle una solución a tal problema, argumentando que cualquier dinero entregado al gobierno será robado, malgastado o regalado a otros países, por lo que le parece mejor que quienes puedan quemen gratuitamente la gasolina.
La otra parte de la sociedad, la mucho más necesitada, tampoco protesta por cuanto el regalo de la gasolina es invisible y están demasiado ocupados haciendo su cola para que también les den su regalito, como lo puede ser un litro de leche, una curita, un techo de zinc o un trabajito.
El gobierno y que según reportes actualmente tiene hasta que importar gasolina para satisfacer la desbocada demanda local, por supuesto que quisiera aumentar los precios de la gasolina, pero no tiene la credibilidad necesaria para ello, menos tras el golpe que el ¡NO! les dio a su fama de invencibles. Para superar tal obstáculo el gobierno está actualmente diseñando un plan subrepticio para aumentar el precio de la gasolina basado en dos maniobras…lamentablemente ambas equivocadas.
La primera maniobra, explicada por ramírez de PDVSA, es lograr que los venezolanos en lugar de un tigre en el tanque pongan una bombona en la maleta y usen el gas. Para ello se necesita de unas inversiones billonarias, todo sólo para reemplazar los subsidios a la gasolina con unos subsidios al gas. Aun cuando a PDVSA, como empresa, esto le podría significar una leve mejora, usando cálculos de valor presente, tal alternativa no tiene el menor sentido para la nación.
La segunda maniobra, dicha por chávez es "Propongo que Pdvsa entregue eso a las comunas para que sean las que administren la distribución del combustible y el excedente económico se quede para el poder popular… recursos para la inversión social". De repente, si con esas "comunas" se significase las gobernaciones y los municipios, ésta podría ser una opción digna de analizar pero, al haber ya chávez desnudado su intención centralizadora con su propuesta deformadora, resulta claro que esas "comunas" solo son sus rojos rojitos no traicioneros, lo cual resulta inaceptable.
En tal sentido, si bien es necesario oponerse al plan actual del gobierno de cómo aumentar el precio de la gasolina, no debemos dejar de buscar otras alternativas ya que lograr aquello es la mejor vía tanto para reconciliar el país como para recuperar muchas décadas perdidas. Insisto, los estudiantes, de aquellos que aglutinan, podrían ser de mucha ayuda en esa tarea.
Nota: Algunos como chávez y ramírez han tratado al país con tanto irrespeto que como una pequeña y modesta sanción social, hace ya un tiempo les he retirado la mayúscula de sus nombres.

13 de diciembre de 2007

Soñando con La Concesión

El país después de tantas divisiones dolorosas no merece ser pegado con saliva sino que necesita de una pega mucho más fuerte. Los políticos buscarán la salivita que ellos consideren necesaria pero, como no soy político, me puedo dar el lujo de exponer sobre una súper-pega-loca, aun cuando les suene demasiado loca.

El indiscutible líder de las políticas públicas erradas en Venezuela es la venta de la gasolina por debajo de su valor oportunidad. En tal sentido, cualquier gobierno que no quiera enfrentar y no tenga la fuerza para solucionar lo anterior no es un gobierno que merece gobernar, mientras que cualquier gobierno que logre solucionar tal problema muy probablemente tenga la capacidad de solucionar muchos otros problemas. Es tan sencillo como eso.

¿Y cómo se puede llevar el precio de la gasolina a su correcto valor en la Venezuela dividida de hoy? Despierto no estoy muy seguro, pero soñando sueño con lo siguiente:

El país firma un contrato de diez años mediante el cual se le otorga a las universidades del país y a sus estudiantes la concesión exclusiva para vender la gasolina en Venezuela, asegurándoles el suministro de la gasolina al precio actual, gratuito. Igualmente se les entrega a ellos la administración de todas las carreteras de la nación.

Los estudiantes con el negocio de gasolina bajo el brazo buscan el financiamiento necesario para que el día que aumenten muy fuertemente el precio de la gasolina, puedan colocar sobre todas las calles de Venezuela un transporte público digno y gratuito y que cuente con sus vías exclusivas de movilización. Igualmente, como medida compensatoria transitoria, subsidiarán el costo de transporte de algunos de los productos básicos. Con el tiempo, con lo que produce la concesión, los estudiantes hasta podrán construir un tren veloz que atraviesa todo el país, así como hacer muchas otras cosas buenas.

Al final del contrato, cuando toda la ciudadanía reconoce estar mejor con la gasolina vendiéndose en un precio que refleje su valor, los estudiantes y las universidades le devuelven la concesión al gobierno. Para ese momento, ya el gobierno tiene a muchos de los actuales estudiantes en sus filas, por cuanto éstos aprendieron a gobernar como se debe gobernar.

Por supuesto que en una generación Venezuela puede duplicar el ingreso por habitante al mismo tiempo que logra una distribución más justa de tal ingreso. Lo que hace falta es sólo gobernar para el país y dejarnos de ser unos cursis y acomplejados copionetos de lo que la derecha o la izquierda ofrecen en otros países. Amigos, con nuestros estudiantes vayamos buscando a una Venezuela echada-palante, que en lugar de querer defenderse del mundo quiera aprovecharse de él, para el bien de todos.


El Universal

26 de julio de 2007

Del derrame y su tapón

Quienes compran 50 litros de gasolina en Venezuela, de esa que valiendo Bs 1.500 por litro se vende en solo 100 reciben de hugo chávez, se ese quien se dice el socialista del nuevo siglo, a nombre de su "Misión Cochecito", un cheque de Bs.70.000… tamaño asocialismo. Con razón que en sólo dos años hay 750.000 sedientos carros nuevos acudiendo a ese oasis donde se derrama la riqueza de nuestro país.

Estoy seguro que el día que logremos imponer una ley que fije como el precio mínimo de la gasolina lo que se puede obtener por ella en el mercado internacional, habremos alcanzado un importante hito en el camino de ser un mejor país. En ese sentido y perdonen el abuso, esta semana seguiré insistiendo sobre el que como nación necesitamos y merecemos vender la gasolina a Bs 1.500 por litro.

Mis recientes artículos sobre el tema publicados en El Universal fueron debatidos en Noticiero Digital y la mayoría de las objeciones fueron de naturaleza económica… "Señor Kurowski a usted se la ha olvidado los efectos que pueda tener ello sobre el costo del transporte público" y las políticas… "Señor Kurowski usted está loco o conspirando, el país no aguantaría tal aumento y explotaría".

Por supuesto que no me he "olvidado" de los efectos secundarios de un aumento de la gasolina, algunos de los cuales pueden ser inteligentemente neutralizados y con respecto a las dificultades políticas más bien las visualizo como una tremenda oportunidad para solucionar mucho más que lo de la gasolina. Permítame explicar.

Si la juventud y la oposición de verdad ponen el dedo en la llaga sobre lo "asocial" que representa el regalar la gasolina, sin que siquiera se deje registro del costo de ese subsidio y al mismo tiempo las realidades de PDVSA obligan buscar disminuir el consumo nacional, sin duda que el chávez estará muy presionado a que se aumente su precio. Pero, como resulta que ese quien aspira tener un liderazgo mundial e invierte fortunas de nuestro dinero en promocionarlo, hoy carece del suficiente liderazgo en su propio país, el problema político antes que nuestro, es suyo.

A mí no me toca negociar y hasta puede ser que no sirvo para ello pero como un ciudadano que acepta que se debe aumentar la gasolina y al mismo tiempo está muy renuente a darle a chávez más recursos, estoy seguro que existen soluciones.

Por ejemplo que se aumente la gasolina a Bs 1.500; que PDVSA se quede con lo necesario para cubrir sus costos directos, por ejemplo Bs 300 y que el saldo de Bs 1.200 por litro sea depositado íntegramente en una cuenta "Tapón" (para parar el derrame) en un banco privado de confianza (hay pocos) manteniendo el saldo y todos los movimientos de esa cuenta a la vista de los venezolanos.

La movilización de la cuenta "Tapón" estaría inicialmente a cargo de una comisión integrada por personas conocedoras de problemas de transporte y nombradas de mutuo acuerdo oposición, ni-ni y gobierno. La Tapón pudiese por ejemplo compensar un cierto porcentaje, decreciente en el tiempo, de toda factura de transporte asociada a los productos de consumo masivo. Solo para que tengan una idea de la capacidad económica de la Tapón, ella podría despachar a los municipios más de 200 autobuses de 100.000 dólares cada uno, cada día y aun cuando el consumo de gasolina baje bastante.

Por supuesto, ese día que de nuevo tengamos una Asamblea legítima se legislaría de manera más permanente sobre el uso de la cuenta Tapón aun cuando el principio fundamental debe ser que esos son recursos de los ciudadanos y que deberían ser devueltos a los ciudadanos antes de permitir que los gobiernos le pongan la mano a ese mango bajito.

De nuevo, no me opongo a dar subsidios con el propósito de lograr una meta social, pero jamás me oirán aceptar un subsidio equivalente al 10% del PIB sólo para que la gasolina sea barata, mucho menos en un país petrolero en donde está en nuestro interés nacional el que ese recurso no renovable siempre sea valioso.

Por favor, no le demos el gusto a quienes disfrutan, gozan y ganan con que nos odiemos.


El Universal

19 de julio de 2007

Gasolina a Bs. 1.500 el litro

(Es lo que necesita y lo que merece el país)

La semana pasada en "Un desquicio lo de la gasolina" les comentaba sobre la absoluta locura que significaba que en un país como el nuestro se llegase a vender 750.000 vehículos nuevos en solo dos años, entre otros, como resultado del hecho que regalamos la gasolina a un precio irrisorio.

Por supuesto que me inundaron el correo electrónico y un foro en el Noticiero Digital con mensajes del tipo: ¿Preferiría usted que esa gasolina se vendiera a precios del mercado internacional? ¿Para que estos sinvergüenzas tengan más que malgastar? ¿Esta usted loco?

Amigos, con mas de 30 años de experiencia profesional por toda Venezuela, desde cosechando arroz en Calabozo hasta desarrollando planes estratégicos para la banca venezolana; pasando por la industria, hospitales, turismo, agua, finanzas, electricidad y muchos otros sectores; trabajando para empresas pequeñas, medianas, grandes, nacionales y multinacionales; en el rol de empresario, consultor, director, gerente; siendo un economista graduado en Suecia; graduado de Master con honores en el IESA en 1974; que desde 1997 he publicado mas de 500 artículos en la prensa nacional; que por circunstancias de la vida me toco ser director ejecutivo en el Banco Mundial entre el 2002 y el 2004… no tengo problema alguno con invertir toda mi reputación profesional asegurándoles que en Venezuela todos estaríamos mejor si la gasolina se vendiera a Bs. 1.500 por litro, que es lo que nos pagarían internacionalmente por ella.

Lo anterior lo sostengo por una muy larga lista de consideraciones, entre las cuales hoy destaco:

1. La capacidad de robo y la mala administración del gobierno no tiene nada que ver con el precio de la gasolina, ya que lo que no cobran vía la gasolina lo cobran vía la inflación.

2. Ningún desarrollo económico puede verse beneficiado por ocultar los valores reales de un activo tan fundamental para Venezuela como es el petróleo. Si el gobierno lo desea, que cobre el precio completo y luego entregue un subsidio directo a los compradores de gasolina. Hoy como mínimo deberíamos programar los surtidores para que entreguen un recibo que indique el valor del subsidio pagado.
3. La injusticia social que se comete al darle este subsidio que puede equivaler al 10% del PIB solo a los que tienen carro, es algo monstruoso y jamás puede reflejar una sociedad con aspiraciones de ser justa.
4. De ubicarse la gasolina en su precio correcto, por encima de los Bs.1.500 por litro, los dueños de esa franquicia de sinvergüenzuras llamada revolución no podrían regalarle tan fácil esa gasolina a otros países.

5. Lo que necesitamos es tener el mejor transporte público del mundo que permita al venezolano y al turista recorrer todo el país con mucha comodidad.

¿Que con eso chávez se fortalece…? Será, pero no parecería que la gasolina barata le haya significado un motor muy necesario para consolidar los maleficios. ¿Que si chávez aumenta la gasolina se cae…? Será, pero a mí me parece que si "sus" pobres se dan cuenta que en su "Misión cochecito" hoy regala 70.000 bolívares por cada 50 litro, también podría caerse. Además, si cae chávez, le auguro pocas probabilidades de éxito al gobierno que le siga, si no quiere rectificar esta locura.

La oscuridad se combate mejor con la luz.

10 de julio de 2007

El desquicio... los precios de la gasolina




Activismo juvenil
Con cuarenta años y cuarenta kilos menos, yo andaría entre tantas otras cosas, haciendo lo siguiente en Venezuela:

1. Entregando en las gasolineras, a quienes en silencio cómplice reciben la gasolina regalada, un recibo que diga:
Estimado conductor del vehículo placa _____
Acaba Usted de recibir, de parte de quien dice ser su comandante, un regalo en efectivo equivalente a __$ (60 cts. de dólar por litro llenado). Por cuanto este dinero no lo reciben quienes no tienen vehículo, que le sirva de recordatorio que usted igualmente participa en el reparto del botín.
Atentamente, los estudiantes.

2. Entregar a los jueces una carta que diga.
Estimado Señor Juez.
Sirva la siguiente para notificarle que nosotros Los Estudiantes y para todos los fines legales consiguientes hemos registrado que hoy Usted acaba de sentenciar a Fulano de Tal a _ días de cárcel aún estando Usted plenamente consciente que las condiciones de esa cárcel expone al sentenciado a la violación de sus derechos humanos.
Atentamente los estudiantes

3. Enviando a todos los medios de información la siguiente carta.

Estimado Editor.
Una de las razones por las cuales nuestros gobiernos no quedan responsabilizados cuando desperdician la renta petrolera es que la ciudadanía carece de información veraz y oportuna sobre el monto de dicha renta.
A tal fin respetuosamente le solicitamos que el medio que Usted dirige diariamente informe sobre cuanto representa esa renta en términos de dólares por mes, para cada uno de los venezolanos. Para el cálculo deberán utilizar el precio de barril para ese día y hacer la suposición que la gasolina vendida en el país tuviese un precio similar al que pueda obtenerse por ella de venderse en el exterior.
Dudamos que haya tareas de información de igual urgencia.
Atentamente los estudiantes