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7 de diciembre de 2017

Venezuela ¿No estamos en una emergencia nacional?

Se nos están muriendo o creciendo seriamente desnutridos millones de jóvenes… sin hablar de los otros tantos que pasan hambre hereje. ¿Con quienes habrá Venezuela de construir su mañana?
De colocar el precio de la gasolina en lo que podríamos recibir (o tenemos que pagar por ella) en los mercados internacionales, estimo que con la eliminación de contrabando y la reducción de la demanda interna, el país generaría unos 10 millones de dólares de ingreso adicional por día.
Eso, a 2 dólares por día, permitiría alimentar bien, a 5 millones de venezolanos, una sexta parte de nuestra población.
Una verdadera sociedad civil, no puede, con conciencia tranquila, mantenerse callado sobre esto.
Además, francamente… ¿cuál es la productividad actual de esa gasolina que, para el caso de que el vehículo funcione, se quema en nuestras carreteras?
Además… ¿Qué daño puede causar que una esponja absorba más de la liquidez que hunde el bolívar?

Precio actual por litro de gasolina:
Venezuela menos de 1 céntimo de US$
Noruega (otro país petrolero) US$ 2.35
¿Obsesionado yo? ¡Sin duda!







13 de febrero de 2014

Jóvenes, aspiren ser más que aspirinas

Excepto los protestados, y los que nacieron indiferentes... ¿quién no siente ternura y admiración por jóvenes que se arriesgan protestando a favor del mundo mejor en que creen?
Pero aún cuando no tenemos derecho de pedirle a los jóvenes que no protesten lo que su conciencia les pide, sí tenemos todo el derecho de rogarles que no se arriesguen demasiado por poca cosa. Y he ahí por lo que al mismo tiempo que me enorgullezco de los jóvenes venezolanos que hoy alzan sus voces, igual se me engurruña el corazón pensando en ellos.
Con su valentía pueden ayudar al país a conseguirse un gobierno mejor que ese que a diario evidencia no importarle un bledo lo que le pase al país, con tal de quedarse en el poder. Y eso produciría sin duda un gran alivio... pero igual sería, lamentablemente, sólo una aspirina.
A la larga, y quizás a la corta también, el sólo lograr un cambio de gobierno, por bienvenido que sea, cambiaría poco lo fundamentalmente equivocado de un país donde algo así como el 98% de todos los ingresos por exportaciones alimenta, directamente, el poder y la voracidad del Estado. Chequera petrolera mata buenas intenciones, y sólo hace del gobierno una mina explotable.
Qué distinto sería ver nuestros jóvenes rebelándose contra los eternos abusos de ese poder que representa nuestras resultas petroleras acaparadas por el Estado, declarando: "En nombre de la Venezuela del futuro aceptamos pagar los impuestos necesarios para sufragar la gestión del Estado, pero, de hoy en adelante, los sembradores del petróleo somos nosotros, los ciudadanos... para así tener futuro".
Por supuesto, para tal campaña admirable, tendría que surgir liderazgos ajenos a la tribu de los quítate-tú-para ponerme-yo que siempre nos ha comandado, por lo menos desde que en 1914 reventó Zumaque I.
Si los jóvenes lograsen quitarle la chequera petrolera al gobierno, y repartir las resultas por igual entre los ciudadanos, entonces sí que habrían logrado cimentar unos pilotes sobre los cuales pueden construir una nación digna y moderna. De no lograrlo y de seguir tal chequera en manos de petrócratas y oiligarcas, seguirán solo siendo miembros de un poblado indigno y primitivo.
Y si acaso la aspirina se entrega vía un golpe militar, pocas cosas puede permitirle a los alzados adquirir legitimidad democrática, como asegurar, con pruebas, que el golpe no es para ellos quedarse con las resultas petroleras, sino para ellos lograr la real independencia de Venezuela, entregándole al pueblo directamente lo que le pertenece.
Y si como militares les preocupa la defensa de los intereses de la nación, que no se olviden que una ciudadanía capaz de sembrar sus resultas petroleras, siempre significará una mejor defensa que la que ellos pueden proveer.
PS. Tasa cambiaria. En un país donde los dólares se venden en distintos mercados a distintos precios, la mejor tasa indicativa de la tasa de cambio real, es la tasa ponderada resultante. El hecho que un gobierno prohíba cualquier referencia a uno de esos mercados, no significa que un profesional que se respete pueda indicar como real, y menos usar para soportar un análisis, una tasa cambiaria chucuta, basada sólo en lo oficialmente permitido.
Leímos, en Aporrea, que Nicolás Maduro dio órdenes de inspeccionar a las agencias de viaje en todo el país, por cuanto algunas de éstas "están fijando los precios de los pasajes al llamado ‘dólar fantasma'". Ése dólar será más "fantasma" por lo que lo asusta que por lo fantasma.

13 de diciembre de 2007

Soñando con La Concesión

El país después de tantas divisiones dolorosas no merece ser pegado con saliva sino que necesita de una pega mucho más fuerte. Los políticos buscarán la salivita que ellos consideren necesaria pero, como no soy político, me puedo dar el lujo de exponer sobre una súper-pega-loca, aun cuando les suene demasiado loca.

El indiscutible líder de las políticas públicas erradas en Venezuela es la venta de la gasolina por debajo de su valor oportunidad. En tal sentido, cualquier gobierno que no quiera enfrentar y no tenga la fuerza para solucionar lo anterior no es un gobierno que merece gobernar, mientras que cualquier gobierno que logre solucionar tal problema muy probablemente tenga la capacidad de solucionar muchos otros problemas. Es tan sencillo como eso.

¿Y cómo se puede llevar el precio de la gasolina a su correcto valor en la Venezuela dividida de hoy? Despierto no estoy muy seguro, pero soñando sueño con lo siguiente:

El país firma un contrato de diez años mediante el cual se le otorga a las universidades del país y a sus estudiantes la concesión exclusiva para vender la gasolina en Venezuela, asegurándoles el suministro de la gasolina al precio actual, gratuito. Igualmente se les entrega a ellos la administración de todas las carreteras de la nación.

Los estudiantes con el negocio de gasolina bajo el brazo buscan el financiamiento necesario para que el día que aumenten muy fuertemente el precio de la gasolina, puedan colocar sobre todas las calles de Venezuela un transporte público digno y gratuito y que cuente con sus vías exclusivas de movilización. Igualmente, como medida compensatoria transitoria, subsidiarán el costo de transporte de algunos de los productos básicos. Con el tiempo, con lo que produce la concesión, los estudiantes hasta podrán construir un tren veloz que atraviesa todo el país, así como hacer muchas otras cosas buenas.

Al final del contrato, cuando toda la ciudadanía reconoce estar mejor con la gasolina vendiéndose en un precio que refleje su valor, los estudiantes y las universidades le devuelven la concesión al gobierno. Para ese momento, ya el gobierno tiene a muchos de los actuales estudiantes en sus filas, por cuanto éstos aprendieron a gobernar como se debe gobernar.

Por supuesto que en una generación Venezuela puede duplicar el ingreso por habitante al mismo tiempo que logra una distribución más justa de tal ingreso. Lo que hace falta es sólo gobernar para el país y dejarnos de ser unos cursis y acomplejados copionetos de lo que la derecha o la izquierda ofrecen en otros países. Amigos, con nuestros estudiantes vayamos buscando a una Venezuela echada-palante, que en lugar de querer defenderse del mundo quiera aprovecharse de él, para el bien de todos.


El Universal

14 de junio de 2007

Cuestionamiento mata obediencia

Muchos le hablan al joven sobre la importancia que desarrolle un criterio individual sólo como argumento para venderle lo que ellos consideran debe ser el único consenso colectivo. En estas últimas semanas nuestros jóvenes parecen estar enviando el mensaje que ya están hartos de tantas respuestas… cuando las preguntas claramente son otras. Durante las últimas décadas y como consecuencia del ritmo endiablado de lo que aún sin entender llamamos globalización, han surgido una serie de preguntas que difícilmente pueden ser respondidas, ni con un discurso neo-moderno, ni por supuesto con esos lenguajes prehistóricos zamoranos.
Por supuesto que las voces jóvenes que hoy se oyen en las calles de Venezuela tienen un destinatario directo, el presidente de la república, al cual simplemente le están diciendo que tras un periodo de prueba, por el tiempo de una media generación, como baquiano global simplemente no sirve. Pero no vayan ustedes a creer que con un yéndose chávez, en su debido tiempo (ver nota) y reabriéndose una RCTV, ellos se quedarán tranquilos… amárrense, de repente los cambios que solicitarán serán mucho más impactantes, con lo cual ni remotamente me refiero a golpes, suaves o duros.
De la misma manera que China e India ya intuyen que simplemente no hay espacio suficiente para en términos económicos poder crecer hasta llegar a ser otro Estados Unidos u otra Europa, ni siquiera si éstos desaparecen, nuestros jóvenes andan intuyendo que el sistema actual (y nuestra generación con él) está tan desnudo y fuera de onda como puede estar.
Sé que hay quienes consideraron que los jóvenes deberían haberse quedado más tiempo en la Asamblea… hasta debatiendo, pero les confieso que para mí cada minuto que estuvieron ahí fue un verdadero suplicio, ya que si los 167 sentados que se encuentran ahí ni siquiera se representan a sí mismos, cómo esperan poder representar al país que viene. El otro suplicio mío, al cual no le puedo hacer nada, es el de no contar con cuarenta años menos y poder estar entre todos ellos debatiendo ideas de tú a tú.
No obstante, metiéndome donde puedo, debo y quiero, entre las revueltas que esperaría que los jóvenes armen se encuentra por supuesto aquella de castigar el uso de los carros y usar el dinero que se puede obtener de no vender la gasolina a un precio menor que el agua, para construir el más maravilloso sistema de transporte público jamás visto, preparando así al país para el futuro de sus hijos, de una manera mejor de lo que nuestra generación fue capaz. El segundo frente sería iniciar el proceso de quitarle al gobierno los ingresos petroleros y entregarlos a la ciudadanía para algún día lograr que los políticos trabajen para quienes les pagan los impuestos, en lugar de gozarse los recursos del pueblo. Jóvenes, tal como el Padre Ugalde, con ustedes grito ¡Libertad! 
Nota. Con la cadena donde chávez insultó a buena parte de la juventud venezolana, otra contundente prueba de su autoritarismo, como mínimo perdió el derecho al uso de la mayúscula.
Por favor no le demos el gusto a quienes disfrutan, gozan y ganan con que nos odiemos