El día en que los 26 millones de venezolanos llevemos Nuestra Negra en la cartera, ese día habremos al fin logrado nacionalizar de verdad nuestra industria petrolera, anclándola firmemente en nuestros corazones, con esa ancla de anclas que es el bolsillo. Ese día PDVSA tendrá el blindaje necesario para que nadie pueda manosearla de una manera que atente contra nuestros intereses. Ese día quizás lograremos oír en alguna iglesia nuestra unas Gracias al Señor por el petróleo. Ese día quizás hasta se nos ocurra celebrar en nuestro país petrolero, el día del petróleo.
El día en que los 26 millones de venezolanos llevemos Nuestra Negra en la cartera, ese día podremos distribuir el ingreso petrolero de manera transparente, evitándonos la necesidad de tener que pasar por el peaje de las reverencias o de las bajadas de mula, que hasta la fecha se nos han impuesto. Ese día podremos al fin construir la democracia participativa que todos queremos, Ese día tendremos al fin una la posibilidad real de liberarnos de los efectos más perniciosos que produce, lo que en el mundo se conoce como la maldición de los recursos.
El día en que los 26 millones de venezolanos llevemos Nuestra Negra en la cartera, ese día no habrá problema alguno en colocarle a la gasolina que vendemos en nuestro país, el precio que refleje su verdadero valor y así evitarnos esa nefasta y vergonzante política pública; que nos tiene como una fábrica de cerveza, que paga sus dividendos a sus accionistas con cerveza, para que la tomen quienes les gusta la cerveza y con el agravante de que, en nuestro caso, ni siquiera somos productores, sino simplemente unos extractores de un recurso no renovable.
Yo no conozco cual fue la intención inicial de Nuestra Negra y no me importa. Lo que si sé es que cuando algo tan bueno aparece, todos tenemos el deber de hacer lo mejor de la oportunidad, antes de que quienes temerosos de su potencial revolucionario o quienes molestos con que les pueda hacer perder su negocio de siempre, la hagan desaparecer. Amigos, el 3D, asegurémonos que nos entreguen Nuestra Negra ya, que ella representa nuestra mejor posibilidad de lograr reunirnos todos de nuevo, en un solo país.
Yo ya cargo mi cartoncito negro en la cartera y les sugiero que hagan lo mismo… se siente bien. Por supuesto, en su debido momento debemos pedirles propuestas de diseños a nuestros artistas plásticos ya que como entenderán Nuestra Negra será un nuevo símbolo patrio.