La semana pasada en uno de esos foros donde con desconocidos y enmascarados discuto mis artículos, un precandidato por un grupo de la oposición a una alcaldía del Táchira, indicando que "hay un enorme desempleo, falta mucho trabajo… por ejemplo mi esposa es ingeniero industrial y nunca ha podido trabajar en su ramo" me pregunta, "¿serías tan amable de sugerirme alguna idea que pueda concretar un alcalde?". Yo como tachirense originario con gusto acepte el reto.
Comencé con un "estoy de acuerdo, empleos buenos es el recurso más escaso en nuestra sociedad; si existen todo lo demás se puede resolver; si no existen no importa cuan bueno se maneje lo demás, todo degenerará". ¿Qué le cuento? Hay países tales como El Salvador donde los emprendedores ya tiraron la toalla, se fueron a trabajar en Estados Unidos y los alcaldes sin querer darse cuenta han quedado reducidos a ser un simples encargados, mientras el patrón está de viaje pal imperio".
Seguí con un "dígale a su esposa que se olvide de buscar un trabajo que se adecue a su título y más bien busque los trabajos a los cuales ella se pueda adecuar. Que imprima unas tarjetas de visita que diga "graduada universitaria en uno de esos tantos inventos de carreras cuya oferta supera la demanda; poseedora de adaptabilidad y sensatez". (Si ella estuviese en Estados Unidos, donde les encanta demandar por cualquier cosa, de repente podría sugerirle demandar a su universidad por "oferta engañosa".)
Le recomendé: "emplearía a los desempleados por lo menos durante un día para que se sienten en una mesa a discutir qué rayos creen que pueden hacer, en qué rayos se pueden ayudar el uno al otro y qué rayos de apoyo les puede dar un alcalde… pobre. Igualmente le recomendaría al alcalde que se deje de confiar en lo que lo puedan ayudar en Caracas ya que ahí se concentran todos los pedigüeños locales…".
Y ahí tuve que frenarme y regañarme con un "porqué no te callas Kurowski… tu estás pensando en un plan de empleo para la Venezuela posible y no para la Venezuela actual de un alcalde".
Veamos, la China ha mantenido su moneda artificialmente débil adquiriendo reservas, ante nada en dólares, para mantener una tasa cambiaria débil competitiva. En Venezuela, por el contrario, la tasa de Bs. 2.150 es una tasa "fuerte" que garantiza la competitividad del extranjero, lo que entre otras cosas da lugar al contrabando de extracción, algo por supuesto muy relevante para un estado fronterizo como Táchira… y entonces supe lo que tenía que recomendarle al alcalde.
Señor alcalde. Váyase a Colombia y haga un estudio de mercado sobre lo que a ellos más le puede interesar importar, por ejemplo computadoras, y luego configura un batallón de gestores municipales vestidos en franelitas rojas que anuncien su total entrega al líder y envíalos a Cadivi para buscar que las divisas preferenciales vayan directamente a nombre de empresas del municipio, para así asegurar que los márgenes y la generación de empleos de la importación-reexportación se queden en el Táchira y no en manos de los comisionistas de la capital.
Amigos. El Gobierno busca frenar el contrabando de extracción en la frontera, al mismo tiempo que lo incentiva en la capital; con su Cadivi y con su gasolina regalada. ¡Así de insostenibles están las cosas en nuestro país!