Recientemente leí a la diputada María Corina Machado considerar absolutamente inconstitucional la pretensión de convertir al país en un estado comunal, e insistir en que "no vamos a participar, convalidar, ni legitimar ese plan comunista que es la gran estafa".
Totalmente de acuerdo, pero, perdóname diputada, ya un país donde más del 97 por ciento de todos los ingresos por exportación le llegan directamente al Estado, es simplemente de facto una realidad comunista... y en un país así, de quedar María Corina elegida presidenta igualito, al ratito, quedaría rodeada de hordas sugiriéndola Santa y sabia... e igualito, al ratito, le gustaría aquello... e igualito, al ratito, se creería aquello... puesto que todos somos humanos.
La idea de que los ciudadanos reciban directamente su dividendo petrolero, en efectivo, para sembrarlo como a ellos les parezca, a muchos venezolanos, o actualmente hasta a la mayoría de ellos, les parece que daría lugar a un degenerante rentismo. Pero, si un ciudadano vergonzosamente se contonea ante el cacique de turno, para gracias a su bondad y sabiduría recibir un regalito, del tipo gasolina, dólar Cadivi o bolívar Misión, entonces, a la mayoría de los venezolanos, eso les parece unos beneficios naturales y hasta bien merecidos. ¡Qué histórica pistolada la nuestra!
Tenemos un país donde a cada rato algunos buscan el 51 por ciento del voto para acceder a los tesoros del Estado, y repartírselos, aún cuando de ya haber sido ese tesoro entregado a los ciudadanos, una propuesta de regresársela de nuevo al Estado, no contaría ni siquiera con el 1 por ciento de los votos. Aquí los auto-derrotados, o los auto-suicidados, somos los ciudadanos, por fofos y flojos... y, por si no se han dado cuenta... ¡Somos una mayoría total!
Olvídense de ocurrencias como esa reforma constitucional Estado Comunal, la cual sólo nos cavaría más profundo en el hueco donde nos tienen. Sólo una repartición de las resultas petroleras, es lo que verdaderamente puede profundizar y darle carácter legal y real a la participación y al protagonismo del ciudadano. No nos olvidemos que el primer deber ciudadano, es cumplir con esa eterna tarea de buscar frenar la omnipotencia del Estado.
Y si la diputada María Corina Machado de verdad quiere batallar el comunismo, le sugiero que se ponga a pelear en el frente correcto. Ella, desde su derecha es muy bienvenida a ello, como igual lo son todos los que desde el socialismo también detestan al comunismo.
Amigos es hora de dejar tanta pelea en contra de algo, para iniciar una pelea a favor de algo.
Yo entiendo que algunos de ustedes puedan preferir apostar su cuota parte de las resultas petroleras, a ver si de repente les toca un premio gordo, pero, en tal caso, les recomiendo cobrar sus reales e irse a jugar a Curazao o Las Vegas, por cuanto los dueños del casino-gobierno de aquí, se quedan con demasiado de sus apuestas.
Y si es que prefieren la vía del compromiso, ahí está mi propuesta de la semana pasada "¿Uno pa' tí y uno pa' mí?". En un país donde con tanta consistencia se puede evidenciar el fracaso de nuestros gobiernos administrando nuestras resultas petroleras... ¿qué podemos perder arriesgando darles a los ciudadanos el 50 por ciento de éstas? ¡Nada! Tendríamos solo todas las de ganar.