En un futuro, no se cuán lejano, historiadores, economistas, psicólogos y sociólogos se reunirán en una gran conferencia mundial para analizar: ¿Cómo pudo pasarle eso a Venezuela?
No cabe la menor duda que la explicación prevaleciente será la de una excesiva concentración de recursos no provenientes de los ciudadanos en manos del gobierno, en éste caso el de las resultas petroleras... ése yugo que, usando palabras de Alí Primera, siempre nos golpea y golpea.
Al final de la conferencia solo hay tres declaraciones posibles:
1. Gracias a Dios, Venezuela logro aprovechar ése momento histórico para librarse de la principal maldición de los recursos naturales y comenzó a repartir las resultas petroleras entre todos los ciudadanos. Y sus gobiernos tuvieron que comenzar a trabajar, exigidos, exclusivamente con los recursos que provenían de los propios bolsillos de los venezolanos.
2. ¿Cómo rayos nos explicamos que los venezolanos sigan sometiendo sumisamente a las ocurrencias de quienes parten y reparten para quedarse con la mejor parte?
3. Pues ocurrió lo que tenía que ocurrir, y ya Venezuela no existe y los recursos naturales que la providencia les lego, ya hoy son extraídos y aprovechados por otros.
Amigos compatriotas: ¿Cuál de estas declaraciones finales es la que deberíamos desear oír, por nuestros nietos y bisnietos?