13 de enero de 2005

Vendan Citgo ¡ya!

Si PDVSA fuera una empresa privada, jamás hubiera comprado CITGO y, de haber caído en tal infortunio, hace tiempo que la hubieran vendido… registrando cualquier pérdida que fuese necesaria. Para entender lo anterior, no hay que ser genio, ni usar argumentos complicados. 
En CITGO el país invirtió billones de dólares y nunca ha recibido ni dividendos ni rendimientos aceptables… y no hay nada que nos indique que será distinto en el futuro. 
¿CITGO no ha tenido ganancias? Para que no apareciese como la pésima inversión que fue y siempre será, PDVSA le vende petróleo crudo a precios inferiores a los que puede obtener en el mercado… en ocasiones con descuentos tan exagerados, que hasta producen unas ganancias ficticias allá, sobre las cuales CITGO debe cancelar impuestos... al gobierno de los Estados Unidos. Las malas lenguas sostienen que esto es lógico, por cuanto así se evitan pagar impuestos más altos en Venezuela. 
¿No necesitamos quien refine nuestro petróleo pesado? Por supuesto, pero para ello basta pagar por el servicio en lugar de invertir allá en un negocio para el cual no tenemos ninguna cualidad especial. Además, de acuerdo a lo que se oye, PDVSA sigue refinando petróleo pesado con terceros y usando a CITGO para los livianos. 
¿No se necesita garantizar el acceso al mercado? Por enésima vez, el petróleo es un producto que se vende por disponibilidad y precio. No existe un solo consumidor, que al quitarle la tapa a su tanque, y olfatear, luego exprese un “Oh–la-la, un Citgo 2001 du cru vénézuélien”. 
¿Con tantas gasolineras, no ha aumentado el valor de nuestra inversión en CITGO? ¡Que va! Todas las gasolineras pertenecen a concesionarios privados... siempre dispuestos a irse con quien les venda la gasolina más barata. 
¿No resulta operativamente más fácil manejar el negocio petrolero con CITGO? Quizás, pero la responsabilidad de PDVSA es producir el máximo rendimiento, así sea nada fácil hacerlo. 
¿No puede ser útil el tener un flujo de caja libre en el exterior? ¡Sí!... y justamente por ello escribo estas líneas. 
La razón por la cual nuestros políticos no venden CITGO, aparte de lo sabroso que les resulta tenerla para justificar viajes, es que no obtendríamos nada por ella, aún cuando creo que esto último evidencia mejor que nada el porqué la debemos vender, o regalar, para invertir los recursos futuros liberados en la producción [perdón debí decir extracción] del petróleo… que es lo unico rentable en PDVSA.