30 de junio de 2011

¡La OPEP, es nuestro cartel!

Suponga un mundo con solo dos pozos petroleros, cada uno con una capacidad de satisfacer la demanda mundial, de 1.000 barriles. El pozo A presenta un costo de extracción de $18 por barril, el pozo B un costo de $20. ¿Qué pasaría, en un mercado libre? El pozo A extraería para satisfacer toda la demanda, pudiendo vender el barril en $19.99 y obtener unas resultas petroleras de $1.999 (1.000x1.99). Pero, si el pozo A y el pozo B tuviesen su OPEP, y deciden limitar la producción entre los dos a solo 950 barriles, cada cual extrayendo la mitad, el precio podría dispararse a $25 por barril. Con ello el pozo A obtendría resultas de $3.150 (450x7), $1.151 mayores que antes y el pozo $2.250 B (450x5) en lugar de cero. 
Eso es sencillamente la razón por la cual, si el petróleo es nuestro, como dueños de ese petróleo, como cualquier accionista dispuesto a defender sus intereses, debemos darle nuestro completo apoyo a la OPEP. Lamentablemente muchos de nuestros coaccionistas no están muy claros en el asunto. 
Unos de ellos, por cuanto sostienen que dejemos que sean otros los de la OPEP que se coman los cambures verdes que a veces toca comerse, al necesitar de reducir el volumen de extracción, y nosotros solo comernos las maduras. Puede ser, pero de haber pensado así todos la OPEP no existiría. Mejor es abrir los brazos a nuevos miembros en la OPEP, para buscar hacer algo más digerible la época de las verdes. 
Otros, por un simple prurito intelectual, el de solo aceptar mercado libres, se oponen por principios a la OPEP, sosteniendo que ésta no es sino un vulgar cartel. Pues bien, será un cartel, pero, como podría haber dicho Roosevelt, es nuestro cartel. Y basta pensar que hubiere ocurrido sin la OPEP si aún con la OPEP, el fisco de por ejemplo los países europeos, vía los impuestos a la gasolina, ya recibe mayores ingresos por barril de petróleo que el que recibimos quienes sacrificamos ese barril por siempre. ¿A cuenta de qué pueden algunos países tener derecho de proteger bienes renovables, como inventos, lo que les permite extraer el máximo de renta de las patentes, y nosotros no tener derecho de buscar maximizar el ingreso de nuestros recursos no renovables? 
Escribo esto por cuanto Alberto Quirós Corradi, en "La Futura Industria Petrolera" El Nacional, 26 de junio 2011, dice lo siguiente: 
"No hay que tenerle miedo a crear una nueva relación Estado/sociedad/petróleo. Hemos vivido demasiado con la doctrina populista de la propiedad del Estado del subsuelo y todos los modelos que se intentaron bajo ese paraguas han fracasado. No hemos podido construir un país moderno, sin pobreza, con servicios adecuados y con pensiones dignas. Es hora de cambiar de paradigma. Los venezolanos como propietarios del petróleo tenemos derecho a recibir los beneficios que genera, participar directamente en su explotación y guardar parte de sus ingresos para el futuro inmediato, de manera de no seguir a merced de los vaivenes del mercado". 
Para quien como yo lleva más de una década y más de cien artículos indicando tal cambio de paradigma como la única esperanza para Venezuela, sin duda alguna el artículo de Quirós Corradi me contenta mucho. No obstante, por cuanto en todo ese artículo ni siquiera se mencionó a la OPEP, y algunas de las 10 sugerencias que contiene pueden entrar en serio conflicto con nuestra permanencia en la OPEP, también quede muy preocupado... por cuanto con eso no se juega.

23 de junio de 2011

¡Una madre ruta!

Con la excepción del caso de un corto gobierno de transición para imponer unas urgentes reformas fundamentales, estoy a favor de que sea uno de los jóvenes que asuma la próxima presidencia. Eso sí, que ese joven tenga la capacidad de aprender de las experiencias, y no que ese joven se ponga a soñar las mismas imbecilidades con las que nosotros, sus padres, soñamos de jóvenes en 1974. 
Acabo de leer sobre Leopoldo López proponiendo aumentar bastante la capacidad de extracción petrolera para lograr mayores ingresos. Nada mal con eso pero si no es precedido por una limitación constitucional sobre el monto de las resultas petroleras que se puede entregar al estado y a el nombramiento de los ciudadanos como los únicos sembradores del petróleo, tendría que recurrir a la versión vulgar del “¡Ni de broma Leopoldo!” La utilidad marginal nacional de un dólar petrolero hace tiempo que ha sido casi cero o hasta negativa.” 
Por supuesto que deseo brindar mi apoyo a un candidato inteligente y educado pero, como alguien que necesita de la libertad para respirar, mientras persista la locura de entregarle tanto poder al cacique de turno, me puede convenir tener un cacique bruto e inepto… por cuanto así en algo disminuyen las posibilidades de por siempre tener que vivir bajo una diabólica políticamente correcta dictadura democrática. 
Un Nuevo Tiempo, con su La Negra, en su momento, hizo unos intentos de cambiar la manera de darle uso a las resultas petroleras. Lamentablemente, tales esfuerzos, se enmarcaron más en el populismo de las dádivas que en el principio de lograr los cambios estructurales necesarios. 
Primero Justicia también ha hecho unas buenas tentativas de discutir sobre el tema, pero aun sin lograr o querer agarrar por los cachos al toro de las reformas fundamentales. 
Ahora bien como me parece oír a María Corina Machado confiar más en las madres y en las mujeres venezolanas que en los políticos o funcionarios públicos, sin excluir a los padres, mantengo la esperanza de verla ir por esa ruta madre de sugerir entregarle las resultas petroleras directamente a los ciudadanos, vía depósitos en tarjeta de debito, iguales per cápita, hasta por un monto global que sea digerible por la economía. 
Quién sabe, si como dicen que las mujeres tienen menor tendencia de creer en pajaritos preñados, de repente por ahí va la vía de quitarle el arma con el cual tanto mal nos hace quien sea que sea el cacique o ¿caciqua? de turno. Entregarle el poder al ciudadano es algo que no tiene color político y que puede reunirnos como nación. Por ejemplo, a diferencia de las opositoras u oficialistas izquierdas de partido o gobierno, las opositoras u oficialistas izquierdas de pueblo, deberían estar muy de acuerdo. 
Esta semana el presidente de Rusia Dmitry Medvedev en una entrevista en el Financial Times decía: “Nuestro enemigo está dentro de nosotros. Por un cúmulo de razones, la gente de este país invirtió todas sus esperanzas en el amable Zar, en el Estado, en Stalin, en sus líderes y no en sí mismos.” ¿Suena familiar? 
  PS. De una carta mía en El Universal, Mayo 2005: “Cuando de nuevo leemos sobre las vergonzosas condiciones que rigen en nuestras cárceles no queda más remedio que recordarles otra vez a nuestros jueces que cada vez que envíen un reo ahí, puede ser como, a conciencia, enviar alguien a un campo de exterminación del tipo Auschwitz. ¿Quieren los jueces que los ciudadanos los demandemos en La Haya?” 

16 de junio de 2011

El absceso


Me preguntaban en el exterior sobre cómo le va a Venezuela y les respondí "más del 95 por ciento de todas las exportaciones del país van directamente al Estado, donde son administradas por el cacique que esté de turno... así que, díganme ustedes cómo creen que nos va". No requerí decir más nada, por cuanto todos sabían que, en la terminología del día, eso es como vivir dentro de un absceso, pus por doquier. En el caso nuestro con el muy serio agravante de que pocos quieren o siquiera entienden la necesidad de drenarlo.
¿Qué plan nacional para hacer de nuestro país un mejor país y de nuestros ciudadanos unos mejores ciudadanos, puede una oposición presentar basado en que el petróleo seguirá teniendo tanta importancia y seguirá siendo manejado, en esencia, de la misma manera?
¿No entienden quienes se venden como más capaces de distribuir los ingresos petroleros que simplemente serán otros productores de pus, hagan lo que hagan? Cuando las resultas petroleras les llega a Venezuela éstas pueden ser usadas para su desarrollo pero, una vez que caen en una todopoderosa central distribuidora, se convierten en puro pus.
¿Qué tontería es esa de hablar sobre cumplir con la Constitución cuando nuestra realidad petrolera imposibilita que la constitución se pueda cumplir? Una Constitución se escribe, ante nada, para limitar el poder del Estado... y ante la actual concentración de poder, no hay constitución que valga, por mucho que la actual se quiera obedecer y respetar.
Para drenar nuestro absceso nacional y librarnos del pus y de los tejidos muertos en nuestra patria, propongo lo siguiente:
Primero, limitar el monto de las resultas petroleras disponibles para la economía nacional a las que le resultan digeribles a la economía nacional. Eso fue lo que se intento hacer con el Fondo de Inversiones de Venezuela, pero que no se logró, sólo por cuanto no se pudo mantener las manos políticas alejadas del FIV. Y aquello lo sé por cuanto en 1974 fui el primer gerente de diversificación del FIV, pero que a los muy pocos días de ocupar el cargo, el mismo día que llegaba el escritorio, renunciaba asqueado por las presiones políticas que ya se notaban. \
Segundo, limitar la concentración de las resultas petroleras en el Gobierno. A tal fin he propuesto limitar lo que se pueda traspasar anualmente al Estado de las resultas petroleras a no exceder el menor monto: del 4 por ciento del PIB, del 15 por ciento de las exportaciones nacionales o del 25 por ciento de todo lo que el Estado recibe en contribuciones fiscales de sus ciudadanos.
Tercero, si las resultas petroleras que pueden traspasarse a la economía nacional exceden de lo que es permitido traspasarse a el Estado, esos traspasos deben ocurrir solo vía el pago de cuotas iguales, en efectivo, a cada uno de los ciudadanos dueños del petróleo.
Y eso sí, que seamos los venezolanos quienes drenemos nuestro absceso. Eso de permitir que otros se queden con nuestras resultas petroleras para gastarlas ellos, eso parece indicar además la existencia de un muy serio absceso craneal.

9 de junio de 2011

¡Vivir pidiendo!

El cacique de turno, por cuanto nuestras fabulosas resultas petroleras le resultan insuficientes, explicaba cómo le pediría a Brasil 4 mil millones de dólares para ayudar construir las millones de viviendas qué, por cuanto no quiere que el sector privado venezolano o los profesionales venezolanos le tapen su brillo de Cacique Sol, le pedirá a China, Rusia, Bielorrusia e Irán que le construyan, con el fin de entregárselas a quienes se las pidan a él, como a él le parece que deban pedírselas, en sus asambleas de vivienda-venezolanas, a las que deben asistir quienes no que quieran quedar relegados a una segunda lista, una lista que todos intuyen que no servirá para la pedidera. ¡Vivir pidiendo! 
Y no se trata de cualquier casita... el cacique promotor nos cuenta que viene con escuelas, canchas deportivas, gimnasio, parque infantil, caminerías, áreas para cultivos, fuentes de empleos (carpinterías y ferreterías) y mucha seguridad... o sea en otras palabras ofrece, a los suyos TUTA LA VITA bella... ¿y los demás?... allá ellos. Y sale un viejito con una cuña diciendo "Si yo fuera muchacho de 18 años me iría a una nueva forma de vivir". 
Y como según el cacique nada de eso puede ofrecerlo ese capitalismo que convierte todo en mercancía, resulta indispensable darle más y más tiempo a su revolución, donde la única mercancía transable es la alabanza de sus ocurrencias.
Y, de repente, ese cacique que durante su gobierno ha regalado más de un año completo de producto interno bruto de Venezuela sólo en gasolina para nuestros carros, y que ha ayudado con dólares baratos a colocar millones de carros en las colas de nuestras carreteras, con un desprecio total a la economía, al ambiente y a la gente, pregunta en tono retórico... ¿qué es más importante los carros o la gente?
Y queda más claro que nunca que quien posee el control de la chequera de nuestras resultas petroleras, se considera en derecho de decir y hacer absolutamente cualquier cosa, sin necesidad de considerar minucias tales como la verdad, la decencia o el sentido común... e igualmente queda claro que los indios aceptan que tiene ese derecho... y quienes no, es sólo por cuanto prefieren a otro cacique al cual aceptarle sus tonterías.
Si alguien duda del porqué necesitamos quitarle al cacique nuestras resultas petroleras ése "Aló" es suficiente... y, mis no tan queridos QUÍTATETÚ-PAPONERMEYO, no me vengan con el cuento que con cambiar de cacique basta. Venezuela, para lograr ser más que el país de la piñata arreglada y negociada que es, necesita que sus ciudadanos salgan del trance del vivir pidiendo, en el cual fueron colocados a cuenta de un trágico accidente histórico. 
Y el actual cacique de turno está tan convencido de que si no logra construir las viviendas no podrá ser reelecto en el 2012, y está tan convencido de que si logra construirlas será cacique por unas cuantas lunas más, que nadie en su alrededor se atreve asomarle la verdad. Esa verdad de que un plan tan desbalanceado de inversión como el que se propone, generará todo tipo de cuellos de botella y situará tanta liquidez no absorbida en la calle, que sólo se avivará aún más esa inflación que al final, como siempre, terminan por pagar y sufrir quienes no tienen nada de recursos con que pagar y a quienes ya le sobran sufrimientos. Pero, el vergonzoso silencio de su círculo íntimo de interesados, es solo otra faceta del mismísimo problema. ¡Pobre pobres de Venezuela, bien caro pagarán las casitas rojas rojitas!

2 de junio de 2011

Patrioteros de pacotilla

Defender la patria por cuanto crees que te conviene políticamente, no tiene nada que ver con defender la patria y todo con explotar a la patria. Hay quienes hoy se rasgan las vestiduras ante una relativamente inofensiva expresión de disgusto de Estados Unidos por el hecho cierto de mantener el gobierno actual de Venezuela, y Pdvsa, una abierta amistad con un gobierno, Irán, y que se declara como enemigo de muerte de Estados Unidos.
¿Pero dónde está, por ejemplo, las protestas de cualquiera de estos agitados, cuando la Florida de verdad castigó a Venezuela prohibiendo el uso de la Orimulsión para la generación de su energía?
¿Pero dónde está, por ejemplo, las protestas de cualquiera de estos agitados, cuando Europa aumentaba de mes a mes los impuestos al consumo de la gasolina y con ello le imponían un arancel de facto a nuestro principal producto de exportación?
¿Sí, dónde estaban en ese entonces los Chávez, los Vivas, los Maduro, los Flores, los Ramírez rojo rojitos y los demás "petro-patriotas"? Pues calladitos, por cuanto no les convenía a sus pellejitos.
Yo sí me expuse, hasta al ridículo, solicitando por escrito, justamente en el DAILY JOURNAL que leían todos los estadounidenses, el boicotear a Mickey Mouse en Disney por lo de la Orimulsión. Yo sí publique más de cuarenta artículos sobre el tema de los impuestos al consumo de la gasolina y por cierto mi primer artículo en EL UNIVERSAL versaba justamente sobre ese tema.
En tal sentido tengo todo el derecho moral de decirles a estos patrioteros de pacotilla que se callen, que la defensa de Pdvsa comienza por casa y que lo que Estados Unidos ha asomando no le hará ni remotamente el mismo daño a nuestra querida Venezuela que su extraordinariamente mala administración, tanto de nuestra empresa extractora del petróleo como de nuestras resultas petroleras.
Ah, pero ya los oigo... todo eso es por cuanto Kurowski se opone a nuestra nueva y revolucionaria Pdvsa. Pues sí me opongo a ella, cómo no, pero, a diferencia de los cobardes oportunistas, también puedo evidenciar haber criticado la vieja Pdvsa, cuando me parecía que debería ser criticada.
¿Dónde están por ejemplo sus cuestionamientos, a tiempo, sobre varios de los aspectos del proceso de centralización de Pdvsa y de Apertura y que ciertamente podrían ser cuestionados? Yo sí critique públicamente la centralización de Pdvsa y varios aspectos de la Apertura, no después, sino durante.
¿Dónde está por ejemplo sus cuestionamientos sobre la venta a Citgo de petróleo a precios subsidiados, sólo para mostrar que esa empresa era rentable... así hubiere que pagar impuestos en Estados Unidos? Yo sí lo critique como lo que era, un engañoso abuso.
Fueron los soldados de Estados Unidos quienes liberaron a mi padre, un soldado polaco, del campo de concentración, por lo que le tengo un inmenso afecto por ese país. No obstante no vacilo ni un instante en criticar a Estados Unidos si hacen algo que considere vaya directamente en contra de los intereses de mi nación, o en contra de los intereses de su nación, puesto que eso es lo que hacen los amigos.
Por alguna razón la gran mayoría de los venezolanos llevamos una espinita antiyanqui por dentro, pero volver esa espinita en un maligno tumor, sólo se le puede ocurrir a un gobierno cancerígeno. Hagan un referéndum en Venezuela y pregúntenle a la ciudadanía que de tener que elegir a quién prefieren de aliado y amigo, a Estados Unidos o a Irán. ¡Atrévanse!