Ahora la oposición tiene un solo muy buen candidato. Tres millones de venezolanos fueron a retratarse en unas primarias que tenían un objetivo final claramente contrario al cacique de turno. Sin duda esa cifra supera amplísimamente al número de quienes estarían dispuestos a retratarse con el actual cacique de turno, en una primaria similar, de no sustentar éste el poder. La voluntad política real del país cambio.
Ahora la responsabilidad de todos es la de ensanchar las bases de la unidad mucho más allá del 50% más un voto necesario para ganar en octubre. Eso no se logra minimizando las diferencias en la Unidad, sino demostrando que la oposición permite y mantiene un variado debate, en el cual las voces pequeñas también son escuchadas.
En estas primarias, como había anunciado, deposité un quinto de mi voto en cada uno de los candidatos, y luego voté el quintico que salió sorteado... así que no tengo rollo con ninguno de ellos... aún cuando, de cierta manera, igual tengo un rollo con todos ellos.
Lo digo por cuanto las próximas elecciones no deberían tratarse de que un grupo de venezolanos le gane a otro grupo, sino que todos, en conjunto, logremos derrotar a ese Petro-Estado que obviamente no funciona y que ha hecho de nosotros sus pobladores, unos pobres infantilizados pedigüeños.
Y lo digo por cuanto eso no sólo tiene que ver con quien gane la presidencia. Cuando el Estado concentra una mayoría de recursos, el poblado no es capaz de ser país, aún teniendo gobiernos pulcros que se rehúsen a comprar conciencias... por cuanto la oferta de conciencias será excesiva.
Desde la cuna hasta el originar la factura de la funeraria, consciente o inconscientemente, nosotros, los pobladores de esta tierra conocida como Venezuela, no hacemos otra cosa que contorsionarnos de mil maneras, para obtener algo o preferiblemente más de nuestra cuota parte de las resultas petroleras. Si se nos pagase esas cuotas partes el primer nano-segundo del mes, entonces todos tendríamos el resto del mes disponible para una vida y un trabajo normal.
Desde 1974 el Petro-Estado nos ha prometido producir una inmensa cosecha con la siembra de nuestras resultas petroleras pero, igual como los invasores de fincas hacen parrillas con las vaquillas y se las comen, el Estado se las ha comido y defecado. Para mantener en jaque a sus defraudados, de vez en cuando nos lanza unos huesitos, por vías de gasolina regalada, cupos Cadivi, o misiones. ¡Ya basta!
María Corina Machado esbozo algo de un "Capitalismo Popular", pero que no quedó dibujado con suficiente claridad... por cuanto es imposible que algo así pueda convivir con un Capitalismo de Estado, y el cuál, por definición, es antipopular. MCM, al no tener ya la responsabilidad directa sobre la batalla de octubre 2012, quizás pueda dedicarle más tiempo a esta guerra decisiva y vital.
Por cierto, por enésima vez, no busco un reparto de acciones de Pdvsa. ¡NO! No quiero nada que ver con crear una situación que pueda dividir el país de nuestros nietos, entre los herederos de quienes compraron más acciones de Pdvsa y de quienes por ganas o simple necesidad las vendieron.
Igualmente hay que ir preparando el terreno que permita gobernar y corregir, por lo cual, por ejemplo Pablo Medina, podría cumplir un importante papel explicándole al poblado sobre cómo el cacique de turno gasta muchísimo más de nuestras resultas petroleras en la "Misión Gasolina Regalada" de lo que gasta en todas las demás misiones juntas.