Nuestras resultas petroleras no provienen de una actividad productiva, sino de la extracción de unos activos no renovables que la providencia depositó en nuestro subsuelo.
Hay solo tres razones por las cuales se podría justificar que le dejemos al Estado, el manejo y el reparto de tales resultas.
La primera es que sinceramente consideramos que su administración, por parte del Estado, y su posterior repartición, producirán un mejor resultado, que de los ciudadanos recibir y administrar cada quien su cuota parte.
De ser lo anterior cierto, no les quede la menor duda que todos los países prósperos del mundo, serían hoy todos capitalismos de Estado, disfrazados o como comunistas o como monarquías absolutas.
La segunda es por cuanto, no tan sinceramente, consideramos que manteniendo las resultas petroleras concentradas en el Estado, y haciéndonos cortesanos de éste, podamos lograr más de estas de lo que sería nuestra cuota equitativa.
Lo que no valorizamos en tal caso, es el costo de ser unos sumisos cortesanos de por vida... ¿o acaso nos llenamos la boca hablando de libertad, pero nos sentimos más cómodos siendo súbditos?
La tercera es que creemos en milagros... y además, para colmo, en su sostenibilidad. Y lo digo por cuanto si de repente un Mesías político criollo que administrase nuestras resultas petroleras maravillosamente milagrosamente apareciese... apuéstenlo que al que le sigue no le tardaría nada en echarlo todo a perder.
Así que en Venezuela hay solamente dos tipos de liderazgo político:
Los actuales. Quienes pretenden ser jefes públicos y administrar las resultas petroleras en beneficio de todos los venezolanos... y a veces, cuando tienen el ego especialmente inflado, hasta en beneficio de toda la humanidad, o...
Los necesarios. Quienes están dispuestos a ser servidores públicos, dejándole la administración de las resultas petroleras a los ciudadanos y ejerciendo sus funciones con los recursos que la ciudadanía estaría dispuesta a concederles vía impuestos.
Los primeros son una simple continuación del legado monárquico español, los segundos representarían los verdaderos luchadores por la independencia.
No puede haber nación realmente independiente sin ciudadanos independientes. Por cuanto hoy los venezolanos dependemos demasiado de quienes le han puesto las manos a nuestras resultas petroleras, la verdad es que por mucho que nos duela... y perdóname Simón Bolívar, como que lo de nuestra independencia termino siendo solo un rumor... cuando, en julio de 1914, reventó Zumaque I y se inicio al reinado absoluto de los petrócratas.
Solo me queda rogar porque algunos políticos con verdadera vocación de servicio público, levanten la bandera de la repartición de las resultas petroleras.
Lo poco logrado con los barriles de petróleo extraídos para siempre, desde 1974 hasta la fecha, debería contener suficiente material para montar una campaña admirable que logre convencer a nuestros tantos pobres y no tan pobres... la carne de cañón de los ataques populistas... que deben exigir recibir su cuota de resultas petroleras.
Por ejemplo sobre la tan cacareada disminución del índice de pobreza en Venezuela durante los últimos 15 años... ¿cuánto se debe al aumento en resultas petroleras y cuánto a una "excelente" administración por parte del Gobierno? Apuesto que de haberse repartido tales resultas equitativamente entre los ciudadanos, ese índice de pobreza hubiese bajado mucho más... y además de manera más sostenible, en democracia.