Acabo de leer el informe financiero auditado de Pdvsa al 31 de diciembre de 2013. Se indica que Pdvsa recibió, en diciembre 2013, como una donación por parte del Estado valorizada en US$ 30.000 millones, el 100% de la Empresa Nacional Aurífera, ENA.
Ese mismo mes, Pdvsa vende el 40% de ENA al BCV contra la cancelación de una deuda de US$ 21,524 millones. Habiendo valorizado el 40% de ENA en US$ 12.000 millones, la operación le genera una utilidad a Pdvsa de US$ 9.524 millones... el 60% de todas sus utilidades de 2013.
Espero que a nadie se le pagó una comisión por lograr venderle al BCV las acciones de ENA en un precio casi 80% más alto al que el mismo Estado las había valorizado ese mismo mes. ¡Qué ganancias, qué pérdidas... qué dribleo!
Y hace poco Rafael Ramírez declaró: "Esta empresa es muy importante porque Pdvsa... tiene adjudicado el derecho de protección de más de 92 mil millones de onzas de oro"
¿Importante? 92 mil millones de onzas de oro a US$ 1.300 la onza, aún calculándolo en millones, casi explota mi calculadora, e indica, creo, US$ 11.960 millardos... o sea como 12 veces la total bonanza petrolera manejada por los "revolucionarios rojos".
Pero sigo sin entender, quizás por cuanto no entiendo qué significa "el derecho de protección". Lo digo por cuanto según el Art. 12 de la Constitución, ese artículo que defiende las futuras generaciones de venezolanos de ser depredados por pedófilos económicos, ese oro que se encuentra en yacimientos mineros... "son bienes del dominio público, y por tanto, inalienables e imprescriptibles". Y en tal sentido no veo cómo esas reservas de oro puedan serle asignadas a nadie.
Igual como sigo sin entender cómo, en razón de ese mismo artículo de la Constitución, alguien pueda negociar un solo barril no extraído de petróleo, como lo hace Pdvsa pre-vendiéndolo a China, buscando satisfacer intereses actuales, con resultas petroleras que le pertenecen a ese mañana que no les importa.
E igual sigo sin entender que hace el BCV con un oro que se encuentra bien bajo tierra y no en sus bóvedas... ¿Piensa el BCV acaso lograr la aceptación de una nuevo bolívar con un patrón de convertibilidad en oro extraído, en un futuro indefinido? ¿Proveerán a sus tenedores picos y palas? ¡Buena suerte!
E igual sigo sin entender qué hace Pdvsa protegiendo la extracción de oro, cuando ni siquiera logra proteger adecuadamente la extracción de petróleo.
Pero lo más triste de todo es que permitiendo la emisión de bolívares de una manera que ni refleja las realidades, ni que puede ser recogida cuando las realidades se le viene encima, el BCV se hace culpable de torturar a los venezolanos con su impuesto inflacionario. Otro ejemplo de lo que igual al crimen de la gasolina regalada, debería ser enjuiciable ante tribunales como crímenes económicos de lesa humanidad.
Por lo que se ve estos jugadores nos creen unos débiles mentales y piensan que a nosotros los venezolanos nos puedan driblar como quieran. Lo triste es que viendo cómo seguimos entregándoles nuestras resultas petroleras al primer habla-bello-suena-experto que se nos pasa por frente las urnas electorales, parecería que sí lo somos, o como mínimo que sufrimos de un muy avanzado Alzheimer cultural.
¡Paremos el juego! ¡Quitémosles nuestra pelota a todos esos abusadores! ¡No importa el color de su franela! Ya suficientemente nos han mordido, y no existe absolutamente nada que nos indique la menor posibilidad de que se dejen de esa mala maña.