Hace unas pocas semanas Henrique Capriles, ese por quien Dios mediante votaré en octubre, ese quien está haciendo un notable y loable esfuerzo de campaña, declaró lo siguiente sobre un posible ajuste de los precios de la gasolina:
"Llegando al Gobierno, no podemos, ni vamos a aumentar la gasolina. Hay que tomar varias decisiones antes de abrir ese debate. Cuando el venezolano tenga más dinero en la cartera, porque la economía está produciendo, no solamente con la venta del petróleo, ahí sí voy a decir: "abramos el debate'".
El hecho que yo vaya a votar por Henrique Capriles no significa que tenga que estar satisfecho con lo que dice, especialmente cuando lo que el país en verdad necesita, es de un profundo cambio estructural. Mejor y más constructivo hubiere sido:
"Llegando al Gobierno lo primero que haremos, de inmediato, es revisar los precios de la gasolina puesto que el regalarle, en efectivo líquido, a quien llene un tanque de gasolina unos 50 dólares, es lo más cercano a un crimen económico de lesa humanidad que pueda haber.
Ya veremos cómo lo haremos, pero de entrada una opción que exploraremos, es la de vender la gasolina en su precio de mercado internacional y repartir todo ese dinero a los venezolanos en partes iguales. Eso le permitiría a todos tener más dinero en la cartera y poder decidir ellos mismos en que usarlo, por ejemplo en educación, comida, remedios, o simples despilfarrarlos a su gusto... pero sin estar obligados a quemar o contrabandear la gasolina para poder cobrar su resulta petrolera.
Francamente este gobierno, al no haberse atrevido aumentar el precio de la gasolina, ni un poquito, ni una sola vez en 13 años, ¡qué cobardía!, es culpable de uno de los actos económicos más antisociales del siglo XXI... y eso sin considerar el irresponsable impacto ambiental que produce la desbordada quema de gasolina.
Y al llegar al Gobierno, aprovechando la oportunidad, le solicitaré a la Asamblea Nacional que establezca el Día del Petróleo, por cuanto es imperdonable que en este país celebremos todos los días de fiesta del mundo, contadores y parroquias y demás flora y fauna, y no tengamos el día para agradecerle a la providencia, lo que por lo menos hoy nos está dando de comer.
E igual, para que se entienda mejor el rol del petróleo y el de sus resultas en nuestra economía, estableceré una comisión integrada por profesionales para que diseñen un reporte anual sobre la gestión económica del Gobierno que exprese claramente cuáles fueron los ingresos y gastos, todo en términos de barriles petroleros.
Y para que el país de verdad conozca que las resultas petroleras manejadas por el Gobierno son de los ciudadanos y no del mismo, y mucho menos mías, aun cuando el actual las cree suyas, instruiré al Banco Central de Venezuela reportar de forma trimestral, en la primera plana de la prensa local, cuánto fueron las resultas petroleras recibidas por el Gobierno, por ciudadano.
Por ejemplo pocos saben en este país que el valor que al gobierno actual, en su burda misión de gasolina regalada, se le esfuma un valor que supera ampliamente lo que el Ejecutivo destina a sus demás misiones.
Por supuesto mucho de lo que les ofrezco dependerá de lo que me encuentre al asumir la responsabilidad de gobierno... ustedes saben muy bien que por los momentos eso es una caja negra... y todos rogamos que no termine siendo además una caja vacía".
PS. Por curiosidad, el divulgar un voto secreto... ¿será un crimen de lesa humanidad?