22 de noviembre de 2001

Lo privado y lo público del petróleo

Hay fundamentalistas para todos los gustos y las actuales turbulencias del mercado son propicias para que salgan de sus cuevas quienes predican que privatizando el petróleo se dará el milagro que acabará con todos nuestros problemas. ¡Cuidado con su canto de sirenas! 
Sí creo que debemos encontrar una manera más justa y eficiente de entregarle al ciudadano privado los ingresos petroleros, ya que el Estado, habiendo demostrado que sabe ganar en el petróleo, también nos ha demostrado que no sabe gastar. 
Sí creo que todo lo petrolero, distinto a la exploración y la explotación primaria, debe ser 100% privado, por cuanto el Estado no está diseñado para competir con la cruel eficiencia que tales áreas requieren y sólo consumiría inútilmente los recursos ya ganados. 
Sí creo que debemos lograr una presencia nacional privada en el petróleo, que no se limite a vender bombas y tubos. Cuando veo cómo un país pequeño como Finlandia desarrolla tecnologías para usar la orimulsión en El Salvador, mientras que en Venezuela no existe ni un solo generador que use el combustible que buscamos venderle al mundo, me avergüenzo. Por Ley, el 10% de la electricidad en Venezuela, debería ser generada con orimulsión. 
Sí creo que el ciudadano debe involucrarse más con el sector y puedo evidenciarlo con mi trayectoria: cuestionando la apertura... cuando otros lanzaban vivas; criticando los impuestos a la gasolina y los subsidios al carbón por discriminar contra el petróleo... cuando se ignoraba el problema; objetando la protección ambiental... cuando sólo persigue al petróleo; solicitando un ombudsman petrolero... para lograr algún control y sugiriendo el Día del Petróleo... para que el país aprenda a respetar y defender su recurso no renovable. 
Pero... también estoy seguro de que, en sus facetas primarias, la actividad petrolera debe ser 100% del Estado, por cuanto no debemos diluir la poca fuerza que tenemos para defenderlo, lanzándonos por la vía de explotarlo privadamente hasta donde el cuerpo y los costos marginales aguanten y, en tal sentido, le recuerdo a nuestros otros fundamentalistas algunos hechos de la vida real. 
Si Pdvsa fuera privada, olvídense de manejar recortes de producción como hoy, su gerencia podría hasta ir presa en Estados Unidos por actividades ilícitas de cartel. 
Si Pdvsa fuera privada, puede que se caiga la OPEP con lo que a los privados no les tocaría trabajar bajo la cómoda sombra de unos precios OPEP, sino competir contra los menores costos marginales de una industria privada saudita... y pedir cacao... al Estado. 
Si Pdvsa se vuelve privada, seguiría igualita la pelea del Estado por extraerle recursos. 
Amigos, como todos estoy angustiado por mi país y creo que necesitamos, no de menos, sino de mucha más revolución de la que hasta hoy hemos observado. Pero la revolución que yo reclamo, que no tiene nada que ver con el reestreno de obras fallidas con utilería gastada, tampoco se basa en mitos privatizadores y mucho menos en un ¡DALE, DALE! a la piñata de Pdvsa.


19 de noviembre de 2001

Para la próxima

Desde 1997 he publicado 71 artículos sobre el petróleo, sin lograr influir en la redacción de la actual Ley de Hidrocarburos. ¡No importa - clavo pasado! ... ya comenzó la discusión de la próxima Ley y a tal fin les presento un breve resumen de los cambios necesarios. 
1. Cuando en la Florida se prohibió la Orimulsión, busqué promover, sin éxito, la idea de colocar en una valla del aeropuerto de Miami, un pequeño mensaje, de pueblo a pueblo, indicando que eso no era la forma de tratar a sus amigos. Resulta indispensable enseñar al ciudadano a participar en la defensa de su principal activo no renovable, por lo que en la próxima, no podemos seguir ignorándolo. 
2. Es una vergüenza que a los 26 años de haber nacionalizado nuestra industria petrolera, aún no contemos con un ente creíble, capaz de repartir entre la industria y el Estado los beneficios obtenidos por la explotación, de acuerdo con los intereses a largo plazo del país y sujeto a las realidades de un mercado dinámico. Espero que la próxima logre sustituir el fijar a lo macho los impuestos y las regalías, por el uso del criterio flexible de un Ombudsman Petrolero. 
3. Ya se le ha causado suficiente daño al país al desaprovechar los recursos obtenidos por el petróleo extraído, como para arriesgar que la reservas aún no explotadas se dilapiden de manera anticipada. La próxima deberá prohibir toda posibilidad de anticipar rentas fiscales, tales como: el endeudamiento no operativo de PDVSA, las ventas de petróleo a futuro y la negociación de contratos de asociación, que se basen en la obtención de un pago inicial. 
4. El petróleo está expuesto a una continua discriminación mundial con los impuestos aplicados a su consumo, los subsidios otorgados a fuentes energéticas alternas y unas normas hipócritas de protección ambiental. Ante esto, el Estado debe conservar intacta la única defensa posible, que es la capacidad de decidir autónomamente los volúmenes de producción, por lo que imploro que la próxima prohíba cualquier limitación a esa capacidad. 
5. El Estado venezolano, gracias a la OPEP, ha logrado generar altos ingresos petroleros en las fases primaria de exploración y explotación, los cuales lamentablemente luego son diluidos al incursionar en actividades aguas abajo, que exigen una mayor competitividad. Para la próxima, solicito que las fronteras entre la gestión estadal y la privada sean delimitadas con mayor precisión


8 de noviembre de 2001

El ántrax petrolero

El ántrax petrolero

No obstante de que el índice de precios del petróleo bajó, en términos reales, de un 100% en 1980 a un 18% en 1998, la participación del petróleo en el consumo mundial de energía se redujo en ese mismo periodo del 43% al 35%. Lo anterior se debe a que el mundo enfiló contra del petróleo cañones de gran poder destructivo, entre los cuales destacan:


·       Los impuestos al consumo de los productos petroleros. Sólo como ejemplo, en Inglaterra, entre 1980 y 1998, los impuestos aumentaron de un 85% ad-valorem a un 450%. Lo que el Fisco inglés percibe por el petróleo es tanto, que un jeque árabe propuso entregarles el petróleo gratis y partir el ingreso 50-50%.


·       Los subsidios para fuentes de energía alternas. En España, por ejemplo, debido a los subsidios pagados a su carbón autóctono, en 1998 el 38% de la energía eléctrica se generaba con carbón, mientras que el gas y el petróleo, apenas significaban el 3%.


·       Una protección ambiental falsa y discriminatoria. Basta recordar la prohibición de usar la Orimulsión en la Florida, por sucia, para poder seguir usando el carbón.


Ante tales ataques contra nuestro principal producto de exportación, sería lógico que el país se uniera sólidamente en su defensa. Lamentablemente no es así, por el contrario, durante las últimas semanas un importante número de gestores petroleros, aprovechando la confusión reinante, consecuencia de los trágicos eventos del 11/9, se han dedicado a debilitar nuestra capacidad de defensa, sembrando ideas dignas de un terrorista intelectual. Algunas evidencias de ese contaminante “ántrax” petrolero serían: 


·       La noción de que la economía mundial requiere de una baja en los precios petroleros para salvarse de una recesión mundial. Más eficiente sería bajar los impuestos o usar el petróleo o el gas cuando, en términos reales, sean decididamente más baratos (y limpios) que el carbón. Y si lo que se solicita es simplemente una rebaja, que bajen ellos también sus márgenes de ganancia, por ejemplo en los antibióticos.


·       La prédica de que debemos cuidar la clientela, a sabiendas que el petróleo, al ser un producto genérico, lo único que importa es el precio. Clientes somos nosotros cuando compramos sus cachivaches renovables y reciclamos hasta el último dólar que obtenemos liquidando nuestro activo no renovable.


·       La tesis de que la única manera de mostrar amistad y solidaridad con los Estados Unidos es aumentando la producción petrolera, aún cuando disminuye la demanda, como si los Estados Unidos exigiesen que sus amigos fuesen brutos.


·       El sugerir la salida de Venezuela de la OPEP, debilitando la organización justamente cuando requiere de mayor unión, sin ni siquiera haber desarrollado una alternativa.


·       Que aún cuando el Estado Venezolano haya sido muy exitoso en generar ingresos petroleros, por haber sido un total fracaso al gastar tales ingresos, es necesario proceder a la inmediata privatización de nuestra industria petrolera........ ¡la madre de todas las ventas de los sofás!.


Compatriotas y amigos, aprendamos a defender nuestro petróleo y no nos dejemos engañar por falsos expertos. Para empezar, ¿por qué no exigimos la creación del Día del Petróleo?

 




3 de septiembre de 2001

Burrundanga sin candanga

En Inglaterra, entre 1980 y 1999, el productor de gasolina vio disminuir sus ingresos de 15 peniques a 10p por litro, mientras que el Fisco Inglés, con 20 decretos anuales, aumentó su impuesto de 11 a 58 peniques. Esa misma tendencia, altamente perjudicial para un país petrolero, se observó en la mayor parte del mundo, sin que nadie, ¡NADIE! de PDVSA, ni del Ministerio de Energía y Minas, ni del CIED, ni nuestros “expertos petroleros” hayan dicho pío al respecto. De allí que tuviera la ilusa esperanza de que la Ley de Hidrocarburos, en estudio, fuera más al fondo del problema. 
Llámenlo Excremento del Diablo si quieren, pero para mí el petróleo es y seguirá siendo una bendición para el país. Lo cierto es que, ya sea vendiéndolo a precios bajos, como despilfarrando sus ingresos, los venezolanos somos los únicos culpables de nuestra triste realidad. En consecuencia, si la Ley no ataca el problema planteado sólo podrá catalogársela como burrundanga sin candanga. Llevo años reclamando la presencia de un Ombudsman Petrolero, que defienda los intereses de los venezolanos y no pienso tirar la toalla...
El Petróleo es nuestro principal producto de exportación y debido a su importancia estratégica es frecuente víctima de políticas comerciales discriminatorias, algunas basadas en el apetito fiscal y otras, en hipócritas políticas ambientalistas, por ello considero que la Ley debería tener al menos un artículo que obligue a la Cancillería o a la autoridad competente a que, cuando negocie un tratado bilateral, le asigne primordial atención al trato que ese país le dé al petróleo. Quizás así nos evitemos la vergüenza de importar agua mineral de Francia con un arancel menor del 20%, cuando ese país le aplica a la gasolina un impuesto ad-valorem superior al 500%.
El proyecto de Ley sugiere que las operadoras aporten un 3% de su ingreso neto de exportación al Ministerio de Energía y Minas, para ayudarlos a hacer cumplir la Ley y como un 7% a PDVSA (sin decir para qué) ... ¡en total unos 300 millones de dólares al año! Por cuanto estoy harto de expertos que se rasgan las vestiduras cuando efectuamos recortes en la oferta de petróleo, pero que ven con indiferencia cuando el mundo reduce artificialmente su demanda, considero que parte de esos aportes deberían ir a financiar la Oficina del Ombudsman y a educar a los venezolanos en cómo defender nuestro petróleo y exigir resultados.


30 de agosto de 2001

¿Y... el ombudsman petrolero?

Parafraseando a alguien, diría que el petróleo es un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de políticos y de tecnócratas petroleros. Por ello, considero que en la Ley de Hidrocarburos deberían incluir la supervisión ciudadana de la industria. 
Para maximizar nuestros ingresos petroleros requerimos, sin duda, de una OPEP fuerte, lo que excluye toda participación privada directa en las actividades primarias de exploración y extracción. No obstante, hay ocasiones en las que un defensor ciudadano, un Ombudsman Petrolero, capaz, independiente y con recursos, puede y debe arbitrar a favor de los intereses petroleros del ciudadano común. Veamos algunos ejemplos: 
Cuando nuestra industria petrolera se dividió en filiales, seguro que hubo duplicidad de costos, pero al menos presentíamos que se vigilaban entre sí. Ese modelo fue sustituido por un centralismo total, por lo que sería bueno saber, de alguien independiente, si esa reestructuración obedeció a criterios racionales o a simple apetito de poder. 
El proceso de la Apertura, por su parte, siempre me pareció un negociado entre unos tecnócratas con sus propias agendas y unos políticos ávidos de recursos fiscales. “Déjame ejecutar la Apertura, tú rebajas los impuestos a cobrar el día de mañana y, vía una subasta, te hago llegar un cheque grande para que lo gastes hoy”. ¿Qué hubiera dicho un Ombudsman al respecto? 
Se sospecha que para que las operaciones de CITGO lucieran mejor, se le vendía petróleo por debajo de su valor mercado. Algunos incluso sostienen que, para repatriar las ganancias ficticias, se firmó con los Estados Unidos el Convenio para evitar la doble tributación. Desconozco si será cierto o no, pero que exista la duda, ya de por sí es una vergüenza. 
El impuesto sobre la renta de PDVSA debería ser del 0% y sus utilidades repartidas vía dividendos, por cuanto no es lógico que una empresa estatal pueda reducir el costo efectivo de sus gastos, con ahorros impositivos obtenidos a costa de su único accionista. Ahora bien, por cuanto no se le debe permitir a PDVSA extraer petróleo cubriendo sólo los costos directos, sin que le quede nada a la Nación por sacrificar un activo no renovable, también son necesarias regalías, pero éstas, cuando no son flexibles, pueden imposibilitar la actividad misma. El manejo fiscal de PDVSA, con una Ley rígida y en condiciones de mercado cambiantes, siempre será imperfecto. Un Ombudsman, que influya en cuánto y cuándo debe repartir PDVSA, podría ser parte de la solución. 
¿Y quién no desea su presencia cuando, como sugiere la Ley, “... por circunstancias particulares ... podrá hacerse escogencia directa de las operadoras, previa aprobación del Consejo de Ministros”? Por no hablar de cuando a PDVSA la endeudan para pasarle fondos al Fisco o cuando la obligan a asistir al BCV en política cambiaria. 
En fin, el binomio: chequera de PDVSA y poder político del Ejecutivo es demasiado fuerte para que exista una real división de poderes en Venezuela, así que... ¡Soberano, exija su Ombudsman Petrolero ya!


2 de agosto de 2001

Ni un solo barril

A menos de tres años de haber sido desnudados en público, nuevamente se oyen las voces de quienes insisten que Venezuela abandone la búsqueda de un precio razonable para su petróleo, aumente su producción y se entregue por completo a las fuerzas y que “del mercado”. Según ellos Venezuela estaría mejor vendiendo 4 millones de barriles no renovables a 10 dólares, que 2 millones a 20. Con tristeza y pena ajena, les recuerdo algunos hechos. 
El índice de los precios del crudo, en términos constantes, pasó de ser un 100% en 1980 a sólo un 18% en 1998. Una rebaja en los precios de tal magnitud debería haber producido un aumento en el uso del petróleo, sin embargo no ocurrió. El petróleo, que en 1980 representaba el 43% del consumo mundial de energía, para 1998 sólo constituía el 35%. La explicación la encontramos en unos impuestos discriminatorios, unos vulgares subsidios y abusos escudados en la política ambiental. 
En Europa y muchas otras partes se cobran impuestos de más del 500% a los derivados del petróleo, llevando el precio efectivo del barril a más de 150 dólares, por lo que cada día se vende menos. Una baja en los precios del crudo de seguro sólo significará que el fisco europeo aproveche para aumentar aún más sus ingresos. 
En España en 1998 el 37.9% de su electricidad se generaba con carbón y apenas el 3.5% con fuel oil y gas. El porqué, según sus propias autoridades, está en los subsidios que pagan a su carbón autóctono. Una baja en los precios del crudo no aumentará entonces su venta, si acaso, sólo obligará al aumento de los subsidios al carbón. 
En la Florida, esa tierra que tanto hemos beneficiado con nuestro “ta barato dame dos”, ya estaríamos vendiendo nuestra Orimulsión, de no haber sido por una mafia del carbón, que logró “convencer” a sus autoridades de que la Orimulsión era sucia y el carbón limpio. Para quienes alberguen ilusiones de cambio, lamento informarles que según la prensa de los Estados Unidos los carboneros, gracias a sus generosos apoyos electorales, están más fuertes que nunca. 
A quienes crean que los altísimos precios petroleros son los causantes de la recesión económica actual y que regalarle el petróleo al mundo le permitiría tomar la senda del crecimiento económico sostenible – POR FAVOR .... 
A quienes crean que todos nuestros problemas como Nación milagrosamente se resuelven privatizando el petróleo – que le prendan velas a otro santo. Ya en 1723, muchísimo antes del petróleo, José Oviedo y Baños, en la Historia de la Provincia de Venezuela decía que “Si su fertilidad estuviera acompañada por la aplicación de los moradores y se supieran aprovechar las conveniencias que ofrece, sería una de las provincias mejor abastecidas y ricas de América.” 
Para rescatar nuestro país, requerimos del entusiasmo por defenderlo, no por entregarlo, por lo que, si queremos diversificarnos del petróleo, hagámoslo – pero no sobre la base de regalarlo. Mientras no exista un mercado libre para el petróleo, en lugar de la banda, ... quizás, .... ni un sólo barril a menos de 30.


19 de julio de 2001

Y ahí están, y ahí siguen

Y ahí están, y ahí siguen

Muchos esperaban de Chávez algo más que un refrescamiento de su arrugado sistema político, ansiaban el rescate de una política económica, que produjera mejores resultados, que considerase de manera pragmática el interés venezolano y liberara al país de quienes sólo se sienten realizados copiando y pegando los paradigmas globales. Pero, ¡qué va!... ¡Qué difícil le resulta! 

Nuestra no retribuida apertura comercial, le causó un inmenso daño al país. Y ahí están... siguen negociando quienes, aspirando lograr un cambur en un organismo internacional, se desvelan por ser fashion. Y ahí están... en materia de derechos intelectuales, marcas y patentes, siguen negociando quienes buscan representar los intereses de los propietarios de tales derechos y que, para eso, estudiaron sus jurisprudencias en sus universidades.


Vemos como países como Inglaterra, que entre 1980 y 1999 aumentaron anualmente los  impuestos a la gasolina hasta situarlos hoy en más de Bs.630 por litro, perjudicando nuestra principal exportación. Y ahí están... nuestro petróleo sigue, básicamente, en manos de quienes no protestaron lo que ocurría o lo que es peor aún, ni lo vieron.


Hay quienes no fueron capaces de entender, que los 63 millones de dólares recibidos por el Estado en la privatización de la electricidad de Margarita, no eran sino otra deuda pública externa, sólo que, en este caso, pagadera por el consumidor de la isla  a través de las tarifas. Y ahí están... en el sector eléctrico, siguen los causantes de ello y de la crisis que se nos avecina.


En 1997 advertía que el costo directo para el país de su entonces reciente crisis bancaria, sería superado por el costo de no saberla administrar y el costo, en términos de un menor crecimiento económico, que produciría el naciente puritanismo financiero. Y ahí están... tanto la burocracia de Fogade, como quienes regulan aceptando lo que el mundo les dicta en la materia, ignorando que Basilea nunca consideró los intereses de un país en desarrollo.


A finales de los 70, Venezuela tenía una de las bancas más modernas del mundo. Y ahí están ... quienes se desvelan por defender, como grandes avances tecnológicos y sólo por ser importadas, a unas pobres y vergonzosas loterías.


En 1997 también advertí, que el país se lanzaba por un horripilante tobogán recesivo cuando, en plena recesión, aumentaba la carga fiscal e iniciaba una política cambiaria, que parecía más destinada a abaratar el ocio en la Florida y el consumo importado, que a valorizar la competitividad del empleo en Venezuela. Y ahí están.. hoy, con la tragedia consumada, hasta Fedecámaras, hogar de tanto empresario suicida, no logra salir de su confusión.


¿Podemos encontrarnos? ¡Claro que sí! Para ello sólo requerimos de un nacionalismo, inteligente y libre de complejos.  Es cierto que a veces “el patriotismo es el último refugio del vagabundo”. No obstante, si Janeth Kelly puede reclamar la presencia del “Antichavista Bueno”, me creo con igual derecho, para reclamar la presencia del Patriota Bueno.




7 de junio de 2001

El referéndum petrolero

¿Estaría Usted de acuerdo con que la República Bolivariana de Venezuela firmara un contrato petrolero con los Estados Unidos de América (EEUU) en las siguentes condiciones?

* EEUU se obliga durante 50 años a partir de hoy a comprar y Venezuela se obliga a vender tres millones de barriles diarios de petróleo, de unas características venezolanas. El precio referencial (PR) será de US$25 por barril, indexado por la inflación de EEUU, más o menos un ajuste equivalente al 50% de la diferencia que exista entre el PR y el precio del mercado spot.

* Como contraprestación, Venezuela mantendrá además, a la disposición preferencial de EEUU, una cantidad adicional de 2 millones de barriles diarios, que pueden ser comprados por ese país a precios del mercado spot, siempre y cuando exista una emergencia que haga que tales precios superan el PR, en un 100%.

* Para asegurarle a EEUU el que Venezuela esté siempre en posición de cumplir con sus obligaciones de suministro, Venezuela acepta no contraer, bajo ningún pretexto, nuevo endeudamiento público para que no se descuente por adelantado la renta petrolera por recibir en 50 años y se despalillen tales ingresos en 50 días.

* Para asegurar el aplauso entusiasta del mundo ambientalista, Venezuela dedicará un 3% del ingreso petrolero a sembrar de árboles nuestro país y así dejar capturado el carbón que emite el petróleo.

* Para asegurarle a la ciudadanía venezolana su justa participación en la renta, (y que voten un SI), un 30% del ingreso petrolero bruto venezolano, deberá ser repartido directamente y por igual a cada venezolano. Tal reparto puede ser en efectivo o en tickets utilizables para servicios de salud y educación.

¿Sí o no?

De ganar el SI en un referéndum hipotético, como el antes descrito, Venezuela tendría una estabilidad macroeconómica, que le permitiría formular un verdadero plan de desarrollo y EEUU un mayor y más seguro abastecimiento energético, además de no tener que estudiar la alternativa de ampliar los límites de cobertura geográfica de planes como el de Colombia.

Pero mientras el mercado natural para nuestro petróleo, Estados Unidos de América, no sea capaz de valorar sus intereses por un período más largo que el trimestre en curso, prohíba el uso de la orimulsión para favorecer el carbón, no le importe que el petróleo caiga a 7 dólares por barril y prefiera crear costosas reservas estratégicas enterrando crudo o explotando áreas ambientalmente delicadas, entonces a cualquier Presidente venezolano, que desee defender a su país y que busque que el petróleo valga más que un miserable costo marginal de extracción, no le queda más remedio que fortalecer la OPEP y buscar alternativas en otros meridianos, así sea sólo para provocar celos.

Según entiendo, de esto es que se trata la geopolítica y es por ello que creo que a los Estados Unidos no les vendría mal estudiar algo sobre realpolitik especialmente cuando hace como 40 años, en una isla caribeña, reprobaron feamente la materia.

Posdata. Como alternativa también he sugerido la posibilidad que para fijar el PR se use el precio de mercado promedio de los últimos 5 años para así disminuir la volatilidad que hace daño tanto a los extractores como a los consumidores de petróleo.

Posdata. Habiendo observado el descarado despilfarro durante los últimos 15 años de unos increíbles ingresos petroleros, hoy exigiría que se le entregase a la ciudadanía por lo menos el 90% de las resultas petroleras... en efectivo... en dólares.

24 de mayo de 2001

A la iglesia de mi país

Por cuanto mi madre es protestante, yo también lo soy. No obstante, tal hecho no me impide acompañar a mi esposa e hijas cada Domingo a la Misa católica y sentirme muy cercano a mi Díos. 
Hay quienes no sienten la misma cercanía ecuménica entre la iglesia católica y la protestante. Por ejemplo, el Sr. Emeterio Gómez, un “neoliberal convicto y confeso”, a quien creo católico – aún cuando a veces lo he oído decir cosas poco cristianas - hace poco imputó a la iglesia católica una corresponsabilidad por la difícil situación del país. Según Gómez “la idea de Lutero, de aceptar el lucro como algo perfectamente legítimo, es lo que establece el vínculo entre el protestantismo y el capitalismo” por cuanto, para “poder aspirar al cielo, hay que trabajar y generar riqueza” – y quejándose Gómez de que “en el catolicismo nos quedamos al margen.” 
Para aliviarle la frustración a Gómez, déjame asegurarle, como protestante, que jamás he oído que aspirar el lucro y generar riqueza, sean llaves que garanticen entrar en el Reino de Dios. Es más, cuando observo a los venezolanos, día tras día levantarse temprano para cumplir con su labor en condiciones adversas, a veces he pensado que lo de la muy especial “ética de trabajo protestante”, sólo es un invento de algún promotor inteligente. 
Pero, si el católico Gómez puede quejarse, creo que el protestante Kurowski también puede con cariño y respeto hacerle una observación a la Iglesia Católica, la cual resumo en la siguiente pregunta. ¿Por qué nunca hemos oído en una Misa en Venezuela a un sacerdote expresar, a nombre de nuestro pueblo, un sincero agradecimiento al Señor por haber bendecido a nuestro país con el petróleo? 
De hecho, creo que la para mi inexplicable falta de agradecimiento como Nación por el petróleo, es una de las principales razones de la confusión que reina en nuestro país. Al no haber enseñado que el petróleo es un legado de Dios y que, como tal, debe ser responsablemente administrado, el país ni aprendió a defender como pueblo unido su valor, ni a protestar cuando sus ingresos son desperdiciados o repartidos injustamente por unos pésimos o corruptos administradores. 
Por favor, por el bien de sus feligreses venezolanos, consideren dar una Misa de Acción de Gracias al Señor por el petróleo. Quizás así, puedan transmitirle algo sobre la responsabilidad por los talentos, a un pueblo que ni siquiera celebra el día del petróleo y que ha llegado al colmo de atribuirle el petróleo, del cual viven, el ser una mera necesidad fisiológica del diablo. 
Por supuesto, de dar tal Misa, corren el riesgo de perder a Gómez de sus filas, por cuanto le debe resultar difícil oír como sus héroes no se comportan como tales. En Europa, los neoliberales protestantes, le aplican a los derivados del petróleo unos aranceles proteccionistas de más de 400%, mientras que, en Venezuela nuestro proteccionistas católicos, permiten importar agua con menos del 20%. 
Amigos, para que la siembra del petróleo sea más que sólo un sueño, debemos comenzarla por el corazón de los venezolanos.

29 de marzo de 2001

El cuento de la participación

El cuento de la participación
Dudo que exista algún conductor capaz de olfatear el contenido de su tanque de gasolina y declarar: Así me gusta, 30% de Texas, 25% Saudita y 45% venezolana. Es más, hasta el tanque del Lincoln de la Casa Blanca pudiera contener un tigre 100% iraquí, sin que Hussein ni Bush se enteren. Tampoco creo que haya algún consumidor dispuesto a pagar más si la gasolina es de Shell, Texaco o Citgo, como de hecho sí está dispuesto a pagar, cuando elige su agua potable favorita. 
Lo anterior indicaría que el petróleo y sus derivados son productos genéricos y, como tales, se comercializan, ante nada, en función de su precio. Hablar entonces de la vital importancia de una participación de mercado, parece sin sentido y podría hasta resultar engañosa. 
En mi (auto-asignado) rol de ombudsman petrolero, le pido a la industria que me aclare a qué rayos se refieren cuando predican la importancia sine qua non de la participación del mercado, o del market share, como más elegantemente la llaman. Mientras tanto, protestaré tal dogma por cuanto con él se insiste en justificar una estrategia orientada a maximizar el volumen de producción, que sólo beneficia a los países consumidores y a proveedores de la industria, entre quienes se cuentan algunos locales, a quienes de vez en cuando le tiran un hueso. 
Igualmente creo que dicho paradigma alimenta un complejo de inferioridad, que nos debilita al momento de negociar con nuestros mercados naturales. En lugar de negociar bajo la muy razonable premisa de que ambas partes se necesitan por igual, se apunta a que nosotros los necesitamos más a ellos, que ellos a nosotros, por aquello del market share
Con esto no acuso a nuestra industria petrolera de falsear información, ya que quizás el insistir sobre la participación de mercado sea el resultado natural de nuestra manía por corporativizar nuestros intereses nacionales.
A Pdvsa, al igual que a las demás petroleras, lo que le interesa es maximizar sus ganancias, así que mientras el precio sea mayor que su costo marginal, buscará producir y vender más, lo que en sí no tiene nada de malo. No obstante, para nosotros, como nación petrolera, más nos debe interesar maximizar el beneficio del activo no renovable, que liquidamos para siempre en el mercado. 
Tal diferencia de objetivos explica el por qué la gestión de un ejecutivo petrolero como Giusti, de capacidad sobradamente evidenciada por la demanda que las empresas petroleras y los países consumidores hacen por sus servicios de asesoría, pueda resultar un desastre para un país productor. 
No sé hasta qué grado el argumento de la importancia de la participación de mercado puede haber sido usado para justificar nuestra inversión en Citgo. No obstante, y por cuanto considero que el rol de una Pdvsa 100% del Estado debe estar estrictamente confinado a la actividad exploradora y productora, debemos estar alertas. 
Como siempre, estoy dispuesto a rectificar cada palabra, pero para eso, me lo tienen que explicar mejor. Mientras, le ruego a PDV que por favor no gaste más dinero en cuñas – yo les garantizo que en Venezuela, el petróleo venezolano, tiene un cien por ciento de participación.



1 de febrero de 2001

No, gracias

No, gracias

El párrafo que sigue lo extraigo verbatim del UK Energy Report 1999, publicado por el Ministerio de Comercio e Industria de Inglaterra.
El precio al detal de los productos se determina en gran parte por los impuestos, especialmente para los combustibles. Las cifras anexas ... ilustra la creciente proporción del precio de la gasolina, atribuible a los impuestos. La incidencia de los impuestos, ...explica alrededor del 85 por ciento del precio final de la gasolina sin plomo... Se espera que los precios sigan creciendo, dado el compromiso del Gobierno Inglés de aumentar los impuestos al petróleo en promedio un 6% anual, por encima de la inflación."
Las cifras del reporte indican que el precio de la gasolina sin impuestos, bajó de 15 a 10 peniques por litro entre 1980 y 1999, una disminución del 33%. No obstante para el mismo periodo en Inglaterra, el precio al consumidor pasó de 26 a 68 peniques por litro, aumentando el 162%. La explicación de tal fenómeno se encuentra en los diversos impuestos a la gasolina, que de 11 peniques en 1980 se elevaron a 58 peniques por litro para 1999, un incremento del 427%.
Los impuestos, aplicados de manera discriminatoria al petróleo, que favorecen por ejemplo al carbón, afectan tanto el volumen como el precio de venta de nuestro principal producto de exportación y perjudican por lo tanto directamente a nuestro país. Toda Europa aplica impuestos del mismo orden y las demás economías consumidoras, exceptuando los Estados Unidos, evolucionan en esa misma dirección.
Fue sólo hace pocos meses que se comprendió la magnitud de estos impuestos y las consecuencias, por lo menos en Europa, fueron serias protestas por parte de los consumidores. Habrá que observar si en el 2001, países como Inglaterra y Alemania, aún cuando desnudados, prosiguen con sus alzas preprogramadas.
El relativo silencio de Venezuela y de otros países petroleros, los verdaderamente agraviados, sorprende. En ocasiones me pregunto si tal pasividad tendrá su origen en el hecho de que en este mundo globalizado, aún todos se mueren por la posibilidad de que algún día La Reina, los invite a tomar té en su palacio. 
En Noviembre del 2000, el presidente de la Fundación Europea de Energía de la Unión Europea, con gran cinismo anunció que en el diálogo entre consumidores y productores del petróleo, se podría discutir de todo, menos de los impuestos, ya que éstos no afectaban significativamente el consumo.
En Diciembre del 2000, la Unión Europea anunció un donativo de 55 millones de euros para la reconstrucción de Vargas, a ser desembolsado en dos años.
En un mundo que pregona el libre comercio, los impuestos al petróleo constituyen una hipocresía. Puede que yo, por ser venezolano descendiente de europeos reaccione en especial, pero estoy convencido de que tenemos que situar nuestra protesta en su correcta dimensión. En tal sentido, y aún cuando jamás hubiera rechazado la ayuda ofrecida por los Estados Unidos durante la tragedia en Vargas, hoy no dudaría en responderle a Europa: No gracias, no queremos su donativo, esa cantidad equivale a la que Venezuela obtendría cada semana si Ustedes, sobre las bases de un falso ambientalismo y una voracidad fiscal real, no aplicasen impuestos que discriminan al petróleo. No ayudaremos a calmarles su conciencia institucional, aceptándoles unos insolentes trueques con espejitos limosneros.