El ingreso proveniente de las resultas petroleras debería ayudar a elevar el país; y lo hace, cuando es modesto, pero cuando pasa a representar más de un cierto porcentaje del PIB, por ejemplo el 5%, comienza surgir una extraña transformación de sus características, que poco a poco lo lleva a flotar la ineptitud y el malandraje y hundir las capacidades y las buenas voluntades del país.
Acaba de fallecer Alexander Solzhenitsyn y quien en su Archipiélago Gulag resumió a su querida Rusia con un "Simplemente no amamos la libertad lo suficiente. Sencillamente merecimos todo lo que nos ocurrió después".
Siendo lo más importante de una libertad correctamente ejercitada el saber decirse las verdades, ante nada a los más cercanos, procedo:
Ustedes, candidatos de la oposición son una vergüenza. A ustedes, de quienes debemos tener el derecho de esperar algo mejor, no les hemos visto comentar, ni una sola vez, como grotesca la actual política pública de regalar la gasolina. Si no tienen la valentía para ello simplemente no son los candidatos que el país necesita sino solo otros de ese continuismo mediocre que tanto adora los quítatetu-paraponermeyo. ¿De que no voy a votar por ustedes? ¡Por supuesto que sí, no soy bruto! Pero a cambio no los voy a dejar tranquilos. ¡Atrévanse a poner una valla anunciando como suya una obra hecha con nuestros recursos!
¿De que no es políticamente oportuno hablar sobre los precios de la gasolina? Pues creo que no debe existir un mejor momento para ello, por cuanto solo desde unas alturas morales muy bien conquistadas y defendidas, se puede aspirar a enderezar lo torcido. ¿O acaso creen que eso de la gasolina regalada no representa algo muy torcido?
Ustedes los candidatos de la oposición son una vergüenza. Nada o muy poco le hemos oído hablar sobre la posible compra, con nuestros recursos, del Banco de Venezuela por parte del Estado. ¿Será por cuanto estiman eso pueda significar afectar unos intereses afiliados, o simplemente por cuanto como unos buenos quítatetu-paraponermeyo no quieren sentar unos precedentes que puedan diluir su gozo futuro de la chequera petrolera?
¿Indelicado meterse en una negociación entre privados y el Estado? ¡Jamás! Ustedes exigirían de quien les administra sus bienes una explicación muy clara sobre por qué le conviene al Estado venezolano comprar un banco y, si logra convencerlos de ello, sobre el por qué justamente el Banco de Venezuela y a qué precio. ¿Por qué no el Provincial? ¿Por qué no un banco de accionistas venezolanos?
Las anteriores son preguntas razonables que un ciudadano debe hacerle oportunamente a su gobierno, a menos que haya sido reducido a ser menos que un ciudadano. ¿Será que somos solo… unos burdos primitivos que cada seis años elegimos a nuestro cacique de turno, vestido con plumaje, taparrabo y medias cha-cha-cha, y al cual le entregamos como ofrendas todas nuestras resultas petroleras, solo para pasarnos los próximos años chupándole sus medias y agradeciéndole cualquier huesito que nos lance, por ejemplo la gasolina?
Finalizando y por cuanto frecuentemente me preguntan sobre por qué me refiero a las resultas del petróleo en lugar de a utilidades, ingresos, rentas u otro término, de nuevo les respondo. Uso "resultas" por cuanto me parece un término más adecuado para describir un dinero que proviene de la extracción y de la transformación en efectivo de un recurso no renovable… y por cuanto detesto darle alas a la infantil y arrogancia creencia que con el petróleo estamos inmersos en un proceso "productivo".
Acaba de fallecer Alexander Solzhenitsyn y quien en su Archipiélago Gulag resumió a su querida Rusia con un "Simplemente no amamos la libertad lo suficiente. Sencillamente merecimos todo lo que nos ocurrió después".
Siendo lo más importante de una libertad correctamente ejercitada el saber decirse las verdades, ante nada a los más cercanos, procedo:
Ustedes, candidatos de la oposición son una vergüenza. A ustedes, de quienes debemos tener el derecho de esperar algo mejor, no les hemos visto comentar, ni una sola vez, como grotesca la actual política pública de regalar la gasolina. Si no tienen la valentía para ello simplemente no son los candidatos que el país necesita sino solo otros de ese continuismo mediocre que tanto adora los quítatetu-paraponermeyo. ¿De que no voy a votar por ustedes? ¡Por supuesto que sí, no soy bruto! Pero a cambio no los voy a dejar tranquilos. ¡Atrévanse a poner una valla anunciando como suya una obra hecha con nuestros recursos!
¿De que no es políticamente oportuno hablar sobre los precios de la gasolina? Pues creo que no debe existir un mejor momento para ello, por cuanto solo desde unas alturas morales muy bien conquistadas y defendidas, se puede aspirar a enderezar lo torcido. ¿O acaso creen que eso de la gasolina regalada no representa algo muy torcido?
Ustedes los candidatos de la oposición son una vergüenza. Nada o muy poco le hemos oído hablar sobre la posible compra, con nuestros recursos, del Banco de Venezuela por parte del Estado. ¿Será por cuanto estiman eso pueda significar afectar unos intereses afiliados, o simplemente por cuanto como unos buenos quítatetu-paraponermeyo no quieren sentar unos precedentes que puedan diluir su gozo futuro de la chequera petrolera?
¿Indelicado meterse en una negociación entre privados y el Estado? ¡Jamás! Ustedes exigirían de quien les administra sus bienes una explicación muy clara sobre por qué le conviene al Estado venezolano comprar un banco y, si logra convencerlos de ello, sobre el por qué justamente el Banco de Venezuela y a qué precio. ¿Por qué no el Provincial? ¿Por qué no un banco de accionistas venezolanos?
Las anteriores son preguntas razonables que un ciudadano debe hacerle oportunamente a su gobierno, a menos que haya sido reducido a ser menos que un ciudadano. ¿Será que somos solo… unos burdos primitivos que cada seis años elegimos a nuestro cacique de turno, vestido con plumaje, taparrabo y medias cha-cha-cha, y al cual le entregamos como ofrendas todas nuestras resultas petroleras, solo para pasarnos los próximos años chupándole sus medias y agradeciéndole cualquier huesito que nos lance, por ejemplo la gasolina?
Finalizando y por cuanto frecuentemente me preguntan sobre por qué me refiero a las resultas del petróleo en lugar de a utilidades, ingresos, rentas u otro término, de nuevo les respondo. Uso "resultas" por cuanto me parece un término más adecuado para describir un dinero que proviene de la extracción y de la transformación en efectivo de un recurso no renovable… y por cuanto detesto darle alas a la infantil y arrogancia creencia que con el petróleo estamos inmersos en un proceso "productivo".
El Universal
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