Algunos de los monosilenciosos, esos quienes llevan décadas en un solo silencio sobre el tema de la concentración de las resultas petroleras en manos del cacique de turno, me acusan de monotemático por dedicar demasiado de mis últimos artículos a promover la distribución directa de las resultas petroleras al ciudadano; lo cual por supuesto incluye también eliminar la pésima e injusta distribución que se hace regalando la gasolina. Me importa un bledo, seré entonces un monotemático a mucha honra y por lo menos me cabe la tranquilidad que… ¡Se los dije!
En la revista Debates IESA, Vol.3 N° 3 Ene-Mar 1998 publiqué un articulo titulado "El Rentismo: un modelo viable para Venezuela" y del cual extraigo:
"Adoptar un modelo rentista significa darle un uso productivo a la renta, no dedicarse simplemente a disfrutarla sin desplegar esfuerzo alguno. Es un modelo con un elevado contenido moral y ético; implica desarrollar la capacidad del individuo para que, con agradecimiento y humildad, se responsabilice de la administración de la renta en pro de futuras generaciones.
¿De dónde habrá surgido esa extraña connotación peyorativa que tiene el ser rentista, cuando toda la humanidad lucha para convertirse en rentista?
Los únicos que pudiesen tener un interés directo en evitar la aplicación de un modelo rentista en Venezuela son quienes han logrado una participación mayor en el disfrute de una renta que no les corresponde… quienes argumentando la necesidad de salvar a la sociedad de caer en un nihilismo gozón, se han ofrecido de forma "sacrificada" para manejar los recursos.
Hoy no vendemos las perlas o el petróleo a cambio de espejitos, sino a cambio de muchos dólares; pero si esos dólares se utilizan para comprar espejitos, los resultados tienen que ser los mismos".
El artículo terminaba con la siguiente posdata.
"Leo en la prensa las siguientes declaraciones del ilustre Dr. Arturo Uslar Pietri: "No hemos crecido como país productor de riqueza sino como país rentista. No hay otro problema mayor y más amenazante en el futuro de Venezuela". Además, el Dr. Uslar advierte que a mediados del siglo próximo es posible que "el hidrógeno reemplace el petróleo". Por supuesto, no dudo de sus nobles intenciones, pero difiero absolutamente de él.
El momento no es para abandonar el rentismo sino, todo lo contrario, para exigir la adopción de un modelo rentista exitoso. Una convocatoria para celebrar el Día Nacional del Ingreso Petrolero que se inicie con una misa para agradecer a la Providencia (donde el evangelio sobre la parábola de los talentos sería una apropiada fuente de inspiración para el sermón), que siga con emotivos discursos de nuestros principales líderes (incluido el Dr. Uslar) sobre la responsabilidad moral que significa una renta y que finalice con una estimulante presentación sobre el verdadero potencial del país, tendría un impacto mayor, en cuanto a la generación de la presión necesaria para corregir el rumbo de Venezuela, que los llamados derrotistas y desagradecidos a que ignoremos la renta".
De 1997 acá el petróleo aumentó su precio de manera increíble y el país, por no saber manejar las riquezas, de nuevo, evidentemente, ha desperdiciado otra oportunidad. ¿Qué quieren? ¿Que sigamos en el monosilencio?
Reconozco que hemos pasado una desconcertante y surrealista etapa con el primitivismo del cacique de turno pero… ¿no deberían estos casi diez años ya haber sido suficientes para inspirar unas propuestas de reformas a fondo por parte de la oposición y no solo un discurso basado en regresar a Guatemala desde Guatepeor?
El Universal
Noticiero Digital
En la revista Debates IESA, Vol.3 N° 3 Ene-Mar 1998 publiqué un articulo titulado "El Rentismo: un modelo viable para Venezuela" y del cual extraigo:
"Adoptar un modelo rentista significa darle un uso productivo a la renta, no dedicarse simplemente a disfrutarla sin desplegar esfuerzo alguno. Es un modelo con un elevado contenido moral y ético; implica desarrollar la capacidad del individuo para que, con agradecimiento y humildad, se responsabilice de la administración de la renta en pro de futuras generaciones.
¿De dónde habrá surgido esa extraña connotación peyorativa que tiene el ser rentista, cuando toda la humanidad lucha para convertirse en rentista?
Los únicos que pudiesen tener un interés directo en evitar la aplicación de un modelo rentista en Venezuela son quienes han logrado una participación mayor en el disfrute de una renta que no les corresponde… quienes argumentando la necesidad de salvar a la sociedad de caer en un nihilismo gozón, se han ofrecido de forma "sacrificada" para manejar los recursos.
Hoy no vendemos las perlas o el petróleo a cambio de espejitos, sino a cambio de muchos dólares; pero si esos dólares se utilizan para comprar espejitos, los resultados tienen que ser los mismos".
El artículo terminaba con la siguiente posdata.
"Leo en la prensa las siguientes declaraciones del ilustre Dr. Arturo Uslar Pietri: "No hemos crecido como país productor de riqueza sino como país rentista. No hay otro problema mayor y más amenazante en el futuro de Venezuela". Además, el Dr. Uslar advierte que a mediados del siglo próximo es posible que "el hidrógeno reemplace el petróleo". Por supuesto, no dudo de sus nobles intenciones, pero difiero absolutamente de él.
El momento no es para abandonar el rentismo sino, todo lo contrario, para exigir la adopción de un modelo rentista exitoso. Una convocatoria para celebrar el Día Nacional del Ingreso Petrolero que se inicie con una misa para agradecer a la Providencia (donde el evangelio sobre la parábola de los talentos sería una apropiada fuente de inspiración para el sermón), que siga con emotivos discursos de nuestros principales líderes (incluido el Dr. Uslar) sobre la responsabilidad moral que significa una renta y que finalice con una estimulante presentación sobre el verdadero potencial del país, tendría un impacto mayor, en cuanto a la generación de la presión necesaria para corregir el rumbo de Venezuela, que los llamados derrotistas y desagradecidos a que ignoremos la renta".
De 1997 acá el petróleo aumentó su precio de manera increíble y el país, por no saber manejar las riquezas, de nuevo, evidentemente, ha desperdiciado otra oportunidad. ¿Qué quieren? ¿Que sigamos en el monosilencio?
Reconozco que hemos pasado una desconcertante y surrealista etapa con el primitivismo del cacique de turno pero… ¿no deberían estos casi diez años ya haber sido suficientes para inspirar unas propuestas de reformas a fondo por parte de la oposición y no solo un discurso basado en regresar a Guatemala desde Guatepeor?
El Universal
Noticiero Digital