El hágase ha desaparecido en un país donde reina los cómprese, los exprópiese, los regálese y los demás facilismos que permite, o más bien alimenta, una chequera repleta de resultas petroleras. Desapareció el "Hecho en Venezuela" y hasta el valor de las resultas petroleras asignadas por la providencia a nuestro país se convirtió en un deshecho en Venezuela, por cuanto tampoco los cómprese, los exprópiese, los regálese o los demás facilismos se ejecutan con eficiencia.
Por ejemplo hasta en el caso de la corrupción, cuanto más eficiente no sería ésta si la tajada a la cual se creen en derecho de llevarse, estuviese por lo menos sujeto a la ejecución del proyecto. Si se roban 30 millones de dólares cuando una instalación eléctrica, cuyo costo neto de corrupción es de 30 millones, ya funcione, eso es muy distinto a robarse la tajada a la entrada, lo cual no deja en sitio los incentivos suficientes para asegurar que la obra llegue a un feliz término. La primera corrupción, 30 de 60, equivale a un 50%, la segunda 30 sobre nada es infinita.
Si como unos soberanos bolsas, necesitados de tener a quién echarle la culpa, persistimos en el manejo centralizado de nuestras resultas petroleras, debemos reorganizar a fondo el funcionamiento del sector público. Por ejemplo de repente deberíamos privatizar el gobierno licitando los cargos más lucrativos sobre la base de unas recompensas extraordinarias, a ser pagadas una vez cumplidos los planes. ¿A quién le molestaría pagarle a quienes ejecutan el plan eléctrico un bono de unos 1.000 millones de dólares, sujeto a resolvernos el problema, cuando lo comparamos con lo actual donde se llevan hasta cuidado que más, dejándonos en la oscuridad?
¿Pero cómo rescatamos el hágase, para así lograr un "Hecho en Venezuela"? Por supuesto una posibilidad sería obligar a todo proveedor extranjero que nos envíe sus mercancías de manera no totalmente terminada, así qué, cuando arribe a Venezuela, se requiera de apretar un tornillo, poner un clavo más en el tacón, pulir la manzana, o un toque final similar. Para que el componente venezolano fuese importante, habría que pagar unos sueldos inmensos por esos importantes servicios finales, y por lo cual también podríamos pensar en privatizar los puestos de "hacedores venezolanos".
No obstante, el crear una secta de "hacedores venezolanos" tendría el problema de incrementar el número de egos inflados que tanto abundan en nuestro país, a cuenta de una de las peores maldiciones de aquello que debería ser una bendición, esa abundancia de resultas petroleras que permite a los incapaces echárselas y hasta creerse capaces.
En términos del provecho que se le debería haber sacado a las resultas petroleras no hay duda que éste gobierno es el peor. Pero si le echamos la culpa de lo anterior sólo al gobierno y no reconocemos nuestra culpa como ciudadanos, al permitirle a un gobierno manejar tal exceso de resultas, demostramos ser brutos y no haber entendido nada. Pongan en el gobierno al candidato más derechista que se puedan imaginar y, de seguir manejándose las resultas petroleras de manera centralizada, en un país donde más del 95% de las exportaciones es petróleo, quiéralo o no, ese derechista será un comunista, por mucha propiedad privada que respete, por muy azul azulito que se vista.
Ruego que el "Hecho en Venezuela" un día llegue a significar un "Hecho por los ciudadanos venezolanos", por cuanto, mientras, sólo es posible el "Deshecho en Venezuela".