En la página Web de PDVSA leemos que esa empresas estima alcanzar una producción de 5 millones 847 mil barriles diarios para el año 2012 con lo cual, de quedar 80 dólares neto por barril, tendríamos que a Venezuela le podría entrar en ese año 170.7 billones de dólares por concepto de la liquidación de este recurso natural no renovable.
Tal monto representaría un ingreso anual de 6.560 dólares para cada uno de nuestros 26 millones de ciudadanos. En tal sentido permítame dirigirles a ustedes, los intelectuales de nuestro país, las siguientes dos preguntas.
¿Que tiene mayores posibilidades de traducirse en mejores resultados para el país, entregarle anualmente 6.560 dólares a cada ciudadano o solicitarle a un Estado liderado por un carlos andrés, un caldera, un luis herrera, un lusinchi, un chávez o un quien nos venga cada seis años que nos administre tales recursos?
¿Que tiene mayores posibilidades de traducirse en una democracia participativa, entregarle anualmente 6.560 dólares directamente a cada ciudadano o solicitarle a un Estado liderado por un carlos andrés, un caldera, un luis herrera, un lusinchi, un chávez o un quien nos venga cada seis años, que nos distribuya esos recursos?
Personalmente respondería tajantemente con un ¡entréguennos nuestros recursos ya!, por cuanto encuentro mil razones a favor de ello y ni uno solo en contra. No solo se me caería la cara de vergüenza al tratar de vender un populismo del tipo "yo puedo administrárselos mejor" sino igualmente estoy convencido que no hay sistema político que no se vuelva una tiranía engreída si tiene esa cantidad para distribuir, sin haberlos obtenido por concepto de impuestos cobrados a ser redistribuidos.
Por supuesto algunos podrían venirme con exquisiteces tales como referirse a la importancia de lograr una importante acumulación de fondos pero, de convencerme de ello, solo sería para sugerir entonces una lotería anual donde a cada uno de 170.700 venezolanos le entregamos un millón de dólares libres de polvo y paja… y ante nada libres de corrupción.
Por supuesto algunos podrían venirme con exquisiteces tales como que no es posible repatriar tanta riqueza sin tener la capacidad productiva que pueda absorberla sin causar inflación pero a lo cual les respondería solo con un "gracias por el dato" y guardaría mis recursos en una cuenta en el exterior como de hecho a veces hace el Estado a cuenta de nosotros.
Por supuesto siempre me habrá quien venga con argumentaciones tales como "de repartir las resultas del petróleo no tendríamos infraestructuras, educación o salud" ante los cuales no me quedaría más remedio de doblarme de risa o llanto dependiendo de quien así me lo argumente.
La pregunta que pudiese quedar en el ambiente es: Si no llegan a ser 6.560 dólares por ciudadano sino menos ¿cuándo vale la pena comenzar a repartir? y a lo cual sin duda respondería con un "¡Hoy!". Con los 580.000 barriles de petróleo que diariamente se reparten gratis en el país y que a 80 dólares por barril representan un valor de 16.936 millones de dólares, de cobrar este valor podemos repartir 80 dólares mensuales a 17,6 millones de niños y jóvenes venezolanos, con lo cual estaríamos ganando desde el primer momento, simplemente por el hecho de lograr un reparto más lógico. Entre el carro y nuestros hijos ¿cómo se nos ocurrió privilegiar el carro?
Pero así solo opino yo y de verdad quisiera saber que responderían los intelectuales de mi país, aún aquellos quienes no confiando mucho en las posibilidades de encontrarle un buen Mesías presidencial para el país les encanta tener un acceso privilegiado a los mecenas que disponen de nuestras resultas del petróleo.
El Universal
Noticiero Digital
Tal monto representaría un ingreso anual de 6.560 dólares para cada uno de nuestros 26 millones de ciudadanos. En tal sentido permítame dirigirles a ustedes, los intelectuales de nuestro país, las siguientes dos preguntas.
¿Que tiene mayores posibilidades de traducirse en mejores resultados para el país, entregarle anualmente 6.560 dólares a cada ciudadano o solicitarle a un Estado liderado por un carlos andrés, un caldera, un luis herrera, un lusinchi, un chávez o un quien nos venga cada seis años que nos administre tales recursos?
¿Que tiene mayores posibilidades de traducirse en una democracia participativa, entregarle anualmente 6.560 dólares directamente a cada ciudadano o solicitarle a un Estado liderado por un carlos andrés, un caldera, un luis herrera, un lusinchi, un chávez o un quien nos venga cada seis años, que nos distribuya esos recursos?
Personalmente respondería tajantemente con un ¡entréguennos nuestros recursos ya!, por cuanto encuentro mil razones a favor de ello y ni uno solo en contra. No solo se me caería la cara de vergüenza al tratar de vender un populismo del tipo "yo puedo administrárselos mejor" sino igualmente estoy convencido que no hay sistema político que no se vuelva una tiranía engreída si tiene esa cantidad para distribuir, sin haberlos obtenido por concepto de impuestos cobrados a ser redistribuidos.
Por supuesto algunos podrían venirme con exquisiteces tales como referirse a la importancia de lograr una importante acumulación de fondos pero, de convencerme de ello, solo sería para sugerir entonces una lotería anual donde a cada uno de 170.700 venezolanos le entregamos un millón de dólares libres de polvo y paja… y ante nada libres de corrupción.
Por supuesto algunos podrían venirme con exquisiteces tales como que no es posible repatriar tanta riqueza sin tener la capacidad productiva que pueda absorberla sin causar inflación pero a lo cual les respondería solo con un "gracias por el dato" y guardaría mis recursos en una cuenta en el exterior como de hecho a veces hace el Estado a cuenta de nosotros.
Por supuesto siempre me habrá quien venga con argumentaciones tales como "de repartir las resultas del petróleo no tendríamos infraestructuras, educación o salud" ante los cuales no me quedaría más remedio de doblarme de risa o llanto dependiendo de quien así me lo argumente.
La pregunta que pudiese quedar en el ambiente es: Si no llegan a ser 6.560 dólares por ciudadano sino menos ¿cuándo vale la pena comenzar a repartir? y a lo cual sin duda respondería con un "¡Hoy!". Con los 580.000 barriles de petróleo que diariamente se reparten gratis en el país y que a 80 dólares por barril representan un valor de 16.936 millones de dólares, de cobrar este valor podemos repartir 80 dólares mensuales a 17,6 millones de niños y jóvenes venezolanos, con lo cual estaríamos ganando desde el primer momento, simplemente por el hecho de lograr un reparto más lógico. Entre el carro y nuestros hijos ¿cómo se nos ocurrió privilegiar el carro?
Pero así solo opino yo y de verdad quisiera saber que responderían los intelectuales de mi país, aún aquellos quienes no confiando mucho en las posibilidades de encontrarle un buen Mesías presidencial para el país les encanta tener un acceso privilegiado a los mecenas que disponen de nuestras resultas del petróleo.
El Universal
Noticiero Digital